Viernes, 25 de octubre de 2024. La Junta de Andalucía ha anunciado, en una nota de prensa difundida este viernes, el desarrollo del Plan Estratégico para la Erradicación de Asentamientos Informales e Infraviviendas y la Inclusión Social de personas migrantes en zonas agrícolas, conocido como Plan EASEN.
Sin embargo, el discurso optimista y autocomplaciente de la Consejería de Inclusión Social contrasta fuertemente con la realidad persistente de los asentamientos, especialmente en la provincia de Huelva. El Plan EASEN se presenta como una iniciativa “sin precedentes”, pero cabe preguntarse si realmente aportará soluciones concretas y sostenibles o si se trata de otro ejercicio de relaciones públicas para apaciguar críticas sin ofrecer un cambio sustancial.
La consejera Loles López ha destacado el “carácter pionero” de este plan, remarcando que “nunca antes en Andalucía” se había abordado la erradicación de asentamientos con esta magnitud. Sin embargo, esta declaración ignora los años de promesas incumplidas y de políticas insuficientes que han permitido que miles de personas migrantes sigan viviendo en condiciones de absoluta precariedad. Presentar este plan como algo novedoso resulta, cuando menos, irónico. La falta de una intervención estructural y la continua exposición de los habitantes de estos asentamientos a condiciones infrahumanas desmienten el dizque liderazgo del que presume la Junta. Mientras tanto, el anuncio de nuevas estrategias suena hueco para quienes llevan décadas esperando una solución real.
La nota de prensa insiste en que el Plan EASEN ayudará a las personas migrantes a construir proyectos de vida y a transitar hacia la inclusión. ¿Pero qué respaldo tangible existe para que esta promesa se convierta en una realidad? La Junta menciona modelos de “acompañamiento” como el del municipio de Lepe, donde supuestamente se ofrecen eficaces alternativas habitacionales temporales. Sin embargo, este ejemplo resulta insuficiente y desconectado de la realidad general de los asentamientos.
La experiencia ha mostrado que las soluciones temporales no garantizan mejoras permanentes ni permiten a estas personas desarrollar proyectos de vida dignos.
Llamada de auxilio al Gobierno: ¿cooperación o estrategia para eludir responsabilidades?
Otro aspecto central del anuncio de la Junta es la insistencia en la necesidad de una cooperación “de lleno” por parte del Gobierno de España, subrayando que “no puede mirar hacia otro lado”. La consejera López hace un llamamiento para que el Ejecutivo central se implique en la gestión de los asentamientos y critica su “falta de respuesta” en reuniones previas. Esta postura puede interpretarse como un intento de compartir la responsabilidad ante la falta de avances tangibles en la situación. Sin embargo, persiste la duda de si realmente la Junta de Andalucía, a quien corresponde las políticas de vivienda en la comunidad autónoma, ha agotado todas sus opciones. O si sólo está utilizando la falta de acción del Gobierno central como un pretexto para justificar su propia ineficacia en abordar un problema que lleva años sin solución.
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