Martes, 14 de septiembre de 2021. Según los datos oficiales publicados este martes por el INE, la economía andaluza ha finalizado el octavo mes del año con un nuevo incremento de precios de 5 décimas con respecto al nivel alcanzado en julio, el mismo que en el conjunto del Estado (0,5%). Así, Andalucía vuelve a elevar su tasa interanual de inflación hasta el 3,3%, la misma que la estatal y 4 décimas superior a la que se registrara el mes pasado (2,9%), lo que resulta ya del todo insostenible.
Por grupos, Vivienda (2,9%) provocado por otro encarecimiento desmesurado de la factura eléctrica, junto con Ocio y cultura (0,7%) y Hoteles, cafés y restaurantes (0,6%), habitual en el mes de agosto; se sitúan como los principales causantes del repunte inflacionista. Por el contrario, Vestido y calzado (-1,4%) en pleno periodo de rebajas, así como Bebidas alcohólicas y tabaco, Menaje y Enseñanza (las tres -0,1%) han sido los únicos grupos que han reducido sus precios.
En términos interanuales, solo han descendido los precios en las Comunicaciones (-3,1%), Bebidas alcohólicas y tabaco (-0,8%) y Ocio y cultura (-0,7%)). Por el contrario, los mayores incrementos vuelven a ser los de Vivienda (13,1%) y Transporte (9,0%), lo que nos hace una idea de la enorme importancia que tienen la factura de la luz y los carburantes para el control general de precios.
Por provincias, en agosto, los precios se incrementaron en todas ellas. El aumento más llamativo se registró en Cádiz, Córdoba, Huelva y Sevilla (en las cuatro un 0,6%). Por el contrario, las otras cuatro repiten el incremento regional: Almería, Granada, Jaén y Málaga (todas ellas un 0,5%).
A lo largo del último año, los precios también se incrementaron en todas las provincias andaluzas siendo, los más elevados, los dados en Córdoba (4,0%) y Málaga (3,6%). Por el contrario, Cádiz (2,9%) y Almería (3,0%), vuelven a situarse como las provincias andaluzas que registran las interanuales más reducidas. De esta forma, la diferencia interprovincial se incrementa, con respecto al valor alcanzado el mes pasado, situándose ahora en un 1,1 puntos.
En cuanto a los alimentos, en el octavo mes del año, las legumbres y hortalizas frescas (2,8%), los aceites y grasas (2,5%), la carne de ovino (1,6%) y las frutas frescas (1,5%) han resultado ahora ser los alimentos más inflacionistas. En cuanto a los descensos, solo el azúcar (-1,1%), las patatas y sus preparados (-0,8%), la carne de ave (-0,7%) y la de porcino (-0,6%), se han abaratado de manera significativa.
En términos interanuales, las frutas en conserva y frutos secos (-3,9%), el azúcar (-1,5%) y la leche (-1,3%), son ahora los alimentos que han registrado los mayores descensos de precios. En sentido contrario, debemos reseñar el desmesurado encarecimiento de los aceites y grasas (21,4%), el agua mineral, los refrescos y zumos (8,0%) y, en menor medida, también la carne de ovino (4,4%) y las frutas frescas (4,2%).
Los carburantes, en sus distintas modalidades, han visto reducidos sus precios de manera leve a los largo del conjunto del mes de agosto, registrando los valores más elevados en los últimos días del mes. El diesel, a modo de ejemplo, ha pasado de 1,277 € al finalizar julio, a terminar agosto en 1,267 €, uno de los precios más baratos de todo el mes.
El Euribor a un año, vuelve a descender, por tercer mes consecutivo, y se sitúa ahora en -0,527, 7 centésimas inferior al mes anterior. A su vez, continúa muy por debajo del que se registrara en agosto del pasado 2020 cuando marcó un -0,359, lo que se vuelve a traducir en abaratamientos de las cuotas hipotecarias.
El recibo de la luz, se desorbita durante el mes de agosto motivado por los ocho máximos históricos registrados a lo largo del mes. De hecho, se ha cerrado el mes con el precio de la electricidad en el mercado mayorista más caro de la historia, con una media de 105,94 € el megavatio hora. Este dato supone un incremento del 14% sobre el valor de julio y lo que es del todo intolerable, multiplica por tres el que se diera en agosto del pasado año. Según las organizaciones de consumidores, este incremento provocará que la factura media de los consumidores pase a rondar los 78 €, casi un 40% más que la factura que pagamos hace justo un año sin que, a día de hoy, este importante problema parezca tener solución a corto plazo.
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