«Los que usan ‘comunista’ como algo despectivo nos están haciendo un favor, porque a la vez dicen quiénes son ellos»
El histórico Julio Anguita, quien fue secretario general del Partido Comunista de España y coordinador general de Izquierda Unida, siempre ha sido claro en sus palabras. En una entrevista concedida al Diario Córdoba ha reivindicado el orgullo de ser comunista, además de analizar la actualidad política y el pacto para el Gobierno progresista acordado entre Unidas Podemos y el PSOE.
Al ser cuestionado por el uso del calificativo «comunista» como algo peyorativo, el líder de izquierda indicó que «como comunista que soy me siento halagado. Nos están haciendo un favor extraordinario, porque a la vez dicen quiénes son ellos. Que sigan, que sigan».
Sobre la derecha y sus formas, señala que «nuestra derecha no es homologable con Europa en absoluto. Por la poca historia que conozco, me recordaron a la peor época de Fernando VII. Intransigentes, distorsionadores de la realidad, tendenciosos y mal educados en extremo». «Lo del otro día fue tan chabacano, cómo sus señorías pueden llegar a tanta degradación y cinismo. Pero o se corrigen o van a perder. La izquierda debe dar lecciones de educación, no caer en la provocación. A la gente le gustan las buenas maneras», señaló Anguita.
Sorprendido de que finalmente PSOE y Unidas Podemos llegasen a un acuerdo, algo que para el político «era imposible», indica que se han dado una serie de circunstancias que lo han posibilitado: «Sánchez se ha encontrado ante unos resultados electorales adversos, que su base le decía «con Cs, no» y con los barones presionando dispuestos a cambiar de candidato. Sánchez ha tenido que girar porque no ha tenido más remedio. Se ha puesto al frente de un programa moderadamente de izquierdas, pero que es muy necesario en esta país. Se ha puesto en medio de una coyuntura, como el que se pone en medio de la corriente y no tiene más remedio que seguirla». Sánchez está preso de esa fuerza de la historia, que naturalmente también han puesto en marcha UP con mucha inteligencia», señaló.
Sobre la comparación de este PSOE actual con «el PSOE no de izquierdas» de Felipe González, como él definió, señala que» con Felipe González el PSOE no solo no hizo un programa de izquierdas, sino que fue el partido que inició las políticas que después desarrolló el PP: privatizaciones, la OTAN, las alcantarillas del Estado o los GAL». «En el año 93, IU, conmigo, se ofreció a dar la mayoría absoluta a González, que prefirió a los catalanes, cosa que también hizo Aznar». Anguita señala que «Pedro Sánchez está (…) en medio de una corriente, si sabe seguirla por mucho que vaya en contra de lo que pueda creer, puede que triunfe. Las personas somos lo que somos y sus circunstancias».
Al ser preguntado por si España se había arrodillado este Gobierno ante «las fuerzas separatistas y batasunas», señala que de rodillas recuerdo al Ejército español cuando el Sahara, arriando la bandera de la españolísima provincia del Sáhara. Esos patriotas no dijeron ni mú. Hemos visto la aquiescencia del Ejército y los gobiernos frente a EEUU, usando las bases como les ha venido en gana y en contra de los tratados». Continuando el tema, indica que «el patriotismo de esta familia es muy curioso: termina donde empiezan sus intereses económicos. Yo quiero a España, porque soy español y me siento patriota moderadamente, porque no lo soy de manera esperpéntica. Cuando hablo de patria hablo de que no haya paro, que todo el mundo tenga vivienda y de que el que tenga dinero pague más. Esa es mi España, la otra no la entiendo porque es una impostura. Recuerdo unos artículos de Falange del año 34 que decían que España es algo por encima de las clases sociales y los individuos que la componen, que es más que todo ello junto. ¿Qué es España entonces? Es el escapismo. Soltar una idea, coger la bandera, envolverse en ella para no abordar los problemas. Lo más curioso es que ese mensaje lo están comprando personas desfavorecidas, que me recuerdan a aquel símil del esclavo que lame la bota que lo pisa».
Sea el primero en desahogarse, comentando