Lunes, 22 de marzo de 2021. La islamofobia se ha convertido en una de las principales formas de odio y discriminación en nuestro país, siendo a su vez un fenómeno silenciado y desconocido por buena parte de la población. Desde la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes observamos que los números son claros: únicamente denuncia el 10% de las víctimas de esta forma de violencia, que suele manifestarse a través de agresiones verbales y físicas, amenazas de muerte, expulsión de espacios públicos o discriminación en ámbitos como el educativo, laboral o el de la vivienda. Las redes sociales, además, se han convertido en uno de los principales espacios de ataque hacia las personas musulmanas o leídas como tal. Cabe aclarar que el 43% de las personas musulmanas que viven en nuestro país no son inmigrantes, sino nacionales.
Solo el año pasado, a través de la intervención social con personas a las que damos apoyo desde los distintos servicios de nuestra entidad, detectamos 17 casos en los que las personas estaban siendo víctimas de un presunto delito de odio y discriminación como consecuencia de sufrir conductas islamófobas. Además, desde nuestro departamento jurídico y nuestro departamento de prevención de la islamofobia llegamos a formular 162 asesoramientos de denuncia por detectar diferentes manifestaciones de esta forma de discriminación, después de que las personas hubieran contactado con nosotros desde distintas comunidades del país: Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla la Mancha, Madrid, Extremadura y Cantabria.
Y ello sin contabilizar los casos de ciberislamofobia, a pesar de que es en las redes sociales donde suelen producirse el 40% de los ataques de odio islamófobos hacia las personas musulmanas o que, sin serlo, son leídas como musulmanas. Para contrarrestar esta situación, solo el año pasado ofrecimos en total 175 formaciones en derechos y recursos para víctimas de islamofobia y para que la población en general conozca y detecte este tipo de conductas, a fin de poder prevenirlas y denunciarlas.
Percepción de la islamofobia
Estos últimos informes, elaborados desde la Asociación Marroquí en el marco del Programa Nacional de Prevención de la Islamofobia, apuntan hacia una serie de tendencias concretas en materia de conductas islamófobas. Llama la atención que mientras el 79% de las personas encuestadas aceptarían la construcción de una mezquita en el barrio, el 59% de esta misma muestra manifiesta su rechazo a la construcción de cualquier tipo de espacio de culto religioso y el 9% vincula la construcción de mezquitas con un potencial incremento del terrorismo.
También el 10% de las personas encuestadas argumentaba que no se debía construir una mezquita por ser España un país católico. Cabe recordar que España es un país aconfesional, con acuerdos de Estado con diversas comunidades religiosas con arraigo histórico. Otro resultado a destacar es que el 73% de las personas encuestadas aceptarían el establecimiento de un cementerio islámico en su zona, lo que contrasta con el acceso real de las personas a enterramientos dignos y normativos en España. De acuerdo con el Observatorio Andalusí, el 95% de las personas musulmanas en España no tienen acceso a un cementerio islámico.
En lo referente a la posibilidad de aceptar el islam como asignatura en las escuelas, el 47% expresa su rechazo, siendo el 67% de las mujeres quienes manifiestan su negativa al considerar que se trata de una religión machista. Cabe apuntar que la mayor parte de las personas encuestadas afirma que el trato general en su entorno hacia las personas musulmanas se caracteriza por la desconfianza, pese a considerar que a nivel individual tienen un trato amable hacia las personas musulmanas con las que conviven. Encontramos que el prejuicio más extendido entre las personas encuestadas es que las personas musulmanas viven apartadas de la vida social o solo participan en cuestiones religiosas.
En lo que respecta a los medios, algunas de las conclusiones extraídas tienen que ver con el hecho de que los discursos islamófobos y de odio están más vinculados a los medios digitales que a los impresos y a que los periodistas, en ocasiones, traten de posicionarse como intermediarios cuando se dan este tipo de discursos, evitando involucrarse en la lucha o en la prevención contra la islamofobia. Una de las consecuencias de estos discursos es que genera una diferencia entre la población musulmana –los ‘otros’- y el resto de la población. De ahí la importancia de analizar este fenómeno desde el conocimiento y la empatía hacia las víctimas, además de no fomentar discursos que alimentan el odio.
Desde la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes participamos en el grupo de trabajo de la Comisión Europea contra el Odio Islamófobo, donde junto a otras entidades de todo el continente trabajamos contra esta forma de discriminación y racismo estructural está enraizado en Europa y en nuestro país.
Ahmed Khalifa, es presidente de la Asociación Marroquí para la Integración de los Inmigrantes
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