Los diputados de la formación de Santiago Abascal y Rocío Monasterio acusan al gobierno andaluz de «no jugar limpio» y amenazan la estabilidad de la legislatura.
No procede instaurar el veto parental. El consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, ha descartado tajantemente este miércoles, en una bronca sesión del Parlamento Andaluz, que la Junta de Andalucía aplique la medida exigida por Vox, partido que reclama un «compromiso» adquirido por el ejecutivo de Juan Manuel Moreno a cambio de que los diputados de la formación de ultraderecha apoyasen sus presupuestos en la cámara andaluza.
El acuerdo presupuestario suscrito en octubre del pasado año entre las tres formaciones que sostienen al gobierno andaluz, PP, Ciudadanos y Vox, recoge que «se procederá a impulsar la igualdad de oportunidades en el sistema educativo que permita a las familias educar a sus hijos en libertad, sin imposiciones de ningún tipo, mediante el establecimiento de una autorización expresa de las familias para la participación de sus hijos en actividades complementarias, en base a los preceptos consagrados en la Constitución española». Es lo que la formación liderada por Santiago Abascal y Rocío Monasterio denomina «pin parental», y que se sustenta en un presunto derecho constitucional de las familias a decidir individualmente el currículo formativo de sus hijos a través de actividades no encuadradas, stricto sensu, en las asignaturas que conforman el temario escolar.
Sin embargo, en la sesión parlamentaria de este miércoles, y una vez que el ejecutivo de Moreno Bonilla ha sacado adelante los Presupuestos andaluces para 2020, los diputados de la ultraderecha se han topado con un Imbroda que reconoce que el sistema educativo andaluz es “fiable, riguroso y garantista”, y que por lo tanto, no es “necesario ni procedente” implantar el veto parental en Andalucía. En su intervención en el Pleno del Parlamento, el consejero ha admitido que Vox fomenta un debate “estéril e interesado” que no ayuda a la “educación con mayúsculas a la que aspiramos”.
El Consejero de Educación de la Junta ha recordado que el ordenamiento jurídico actual carece de “lagunas significativas” y que en las aulas andaluzas están debidamente garantizados la “neutralidad ideológica” y el “respeto a las convicciones morales o religiosas de las familias”. Imbroda ha puesto en valor el trabajo que desarrolla el profesorado andaluz y ha pedido dejar que ejerza su labor. “Estoy convencido de que todas y cada una de las actividades complementarias que plantean la mayoría de los profesores y maestros son fruto del firme convencimiento de que es lo mejor para sus alumnos”, ha añadido.
No obstante, Imbroda, y con el ánimo de apaciguar algo la ira de los diputados de Vox, ha anunciado que su departamento introducirá “ciertas mejoras” en el desarrollo de las actividades complementarias, para “avanzar en la transparencia” y que los padres y madres puedan estar “más y mejor informados”, pero ha advertido de que, “como máximo responsable de la administración educativa”, velará porque se cumpla lo establecido en el ordenamiento jurídico, y defenderá la «cordura» y la «coherencia» frente al «disparate y el prejuicio ideológico, venga de donde venga”.
La extravagante exigencia de la ultraderecha eleva el tono del debate político andaluz
El veto parental que propone y exige el partido de la ultraderecha parlamentaria a aquellos gobiernos cuya estabilidad depende del apoyo de sus diputados, se ha convertido en “tema estrella” para los políticos de todas las formaciones en todos sus ámbitos territoriales. También para los grandes medios de comunicación, que llenan páginas enteras y horas de tertulias de radio y televisión con la, cuanto menos, extravagante exigencia abanderada por la diputada de las Asamblea de Madrid Rocío Monasterio (a su vez acorralada por determinadas y oscuras actuaciones en el ejercicio de su vida profesional fuera de la política.
La formación de Santiago Abascal está logrando llevar con este tema la iniciativa en el debate político, mientras sus cargos públicos y seguidores difunden en las redes sociales datos falsos y patrañas (fake news) publicadas por medios afines, al tiempo que alertan de un falso adoctrinamiento de los niños y niñas españoles en los centros educativos. La difusión de imágenes manipuladas, vídeos que en nada tienen que ver con la educación o denuncias inexistentes, han servido a algunos miembros de Vox para fantasear con un sistema educativo en el que se enseñan prácticas sexuales fetichistas, se fomenta la masturbación, se crean homosexuales o se induce a creer que la identidad de género se adquiere a través de las actividades complementarias de los colegios e institutos. La debilidad de los gobiernos de Madrid, Murcia o Andalucía, comunidades en las que el PSOE ganó las elecciones pero las alianzas con Voz han permitido gobernar a PP y Cs, han convertido el veto parental en una «soga en el cuello» para los ejecutivos presididos por Isabel Ayuso, Fernando López Miras y Juan Manuel Moreno gracias al apoyo de Vox.
En Andalucía, el portavoz ultra en el parlamento autonómico, Alejandro Hernández, ha acusado este miércoles al gobierno de Juan Manuel Moreno de “no jugar limpio” y de “caer en la trampa de la izquierda radical y radicalizada”. Hernández ha recordado a Imbroda que el veto parental, pin en el argot de la ultraderecha, no es algo que Vox haya “colado subrepticiamente” a PP y Ciudadanos, y ha exigido que el presidente popular de la Junta cumpla «todos y cada uno» de los acuerdos alcanzados con su formación.
En apoyo de la decisión de Imbroda ha intervenido la diputada de Ciudadanos (formación a la que pertenece el consejero Imbroda) Mar Sánchez, quien ha reconocido que el veto parental podría favorecer “que hubiera alumnos que no tuvieran formación sobre el maltrato infantil o conocer la teoría de la evolución o no tener conocimiento de la necesidad de cambiar hábitos para cuidar el medioambiente si los padres no dan su permiso”. Sánchez ha asegurado que Voz ha pretendido llevar al Parlamento Andaluz “el enfrentamiento de extremos y alarma social que se refleja en la calle”.
Desde las filas del PP, el diputado Miguel Ángel Ruiz ha reiterado la posición de su partido sobre que “la educación de los hijos corresponde a los padres y no al Estado”, aunque ha admitido que “cualquier modelo educativo debe estar dentro de los valores constitucionales”. Ruiz también ha reconocido que el veto parental es “innecesario” porque no hay adoctrinamiento en las aulas andaluzas. “Es un debate artificial e interesado”, ha admitido.
En las bancadas de la oposición, el PSOE, a través de la diputada Beatriz Rubiño, ha preguntado a PP y Ciudadanos si no habían leído lo pactado con los diputados de la ultraderecha, y si “estaban engañando a los andaluces o a Vox” cuando lo firmaron.
Por su parte, el diputado de Adelante Andalucía José Antonio García Sánchez ha afeado al consejero que “hoy estén debatiendo en el Parlamento sobre el pin parental porque lo han pactado con Vox” y su “titubeo hasta que se ha aprobado el Presupuesto de 2020″, aunque ha celebrado el oportuno “cambio de opinión” de la Junta. García Sánchez ha recordado que el veto parental «no es legal, no es justo, atenta contra la libertad, criminaliza a profesores y no es posible porque sería un caos organizativo”. El diputado de Adelante Andalucía ha señalado que el objetivo de Vox es “la autocensura de los profesores y meter miedo” sobre las actividades complementarias en horario escolar y obligatorias, que, como ha destacado, “ofrecen educación en valores dentro de la Constitución”. El parlamentario de la coalición entre Podemos e Izquierda Unida, que también ha celebrado que la Junta haya desdeñado la exigencia de la ultraderecha parlamentaria. ha añadido que «es un disparate lo que quieren implantar los de Vox”.
Una muestra de este logro de los diputados de Vox se reflejaba en la sorprendente actividad celebrada con niños y niñas de entre tres y siete años en el del Colegio Público Juan de Mairena de Sevilla, titulada «El toreo en las aulas», que la empresa Pagés, promotora de espectáculos taurinos, organiza con la colaboración Fomento Cultural Tauromaquia Hispanoamericana, una entidad privada de origen mexicano, cuya "misión" es "promover y difundir los valores culturales de la tauromaquia en hispanoamérica".
Los niños y niñas de Educación Infantil de 3, 4 y 5 años y de primero y segundo de primaria, aprendieron "aspectos básicos del toreo" como coger el capote y la muleta, e incluso poner banderillas. «Ahora cada vez se ve menos a los niños jugar al toro en las calles o colegios, por eso es muy acertada esta iniciativa de Pagés porque es una buena forma de difusión de la fiesta entre los niños», aseguró en el colegio el torero Dávila Miura, que ha participaba en la actividad extraescolar autorizada por la Junta de Andalucía.
Vox pretende también, y la Junta parece dispuesta a acceder a su petición, recogida en el acuerdo presupuestario suscrito en octubre del pasado año, que el fomento de la caza forme parte de las actividades extraescolares. El acuerdo incluye también un "refuerzo de la seguridad en los centros de menores inmigrantes", un programa de "apoyo a afectados por ocupaciones de viviendas" y otro para "mujeres embarazadas en dificultades", así como deducciones para familias numerosas. Se trata de temas que permiten a la formación de Abascal reivindicarse ante su electorado con medidas vistosas y baratas que los débiles gobiernos de PP y Cs acceden a implantar para no perder el apoyo de la ultraderecha a su débil mayoría parlamentaria.
Sea el primero en desahogarse, comentando