La decisión del Parlamento húngaro de aprobar una ley que niega el derecho de adopción a las parejas no casadas y dos enmiendas constitucionales que restringen aún más los derechos de las personas LGBTI ha provocado que varias organizaciones destacadas de derechos humanos se unan para condenarla.
David Vig, director de Amnistía Internacional Hungría, señala que «es un día negro para la comunidad LGBTI de Hungría, y también para los derechos humanos. Esta nueva legislación discriminatoria, homófoba y tránsfoba, que se ha aprobado a toda prisa con el pretexto de la pandemia de coronavirus, sólo es el último ataque de las autoridades húngaras contra la población LGBTI».
Katrin Hugendubel, directora de incidencia de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), considera que «esta legislación restringe aún más los derechos de padres, madres, niños y niñas LGBTI en Hungría. Niños y niñas LGBTI tendrán que crecer en un entorno que les impedirá expresar su identidad, y en toda Hungría se privará a niños y niñas del afecto y la seguridad de una familia porque la adopción ha quedado restringida a las parejas heterosexuales casadas. La aprobación acelerada de esta legislación discriminatoria, homófoba y tránsfoba forma parte de un ataque de las autoridades húngaras contra las personas LGBTI».
Masen Davis, director ejecutivo de Transgender Europe, recuerda que «anteriormente, Hungría ya hizo imposible que las personas transgénero pudieran modificar legalmente su nombre y su indicador de género. Nos inquieta profundamente la salud y seguridad de otros menores y adultos trans de Hungría en un entorno tan hostil. Pedimos a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, que la Comisión aborde los derechos de padres y madres LGBTI, el intento de borrar a los menores de género diverso y la prohibición del reconocimiento legal de la identidad de género en su evaluación sobre el Estado de derecho y en los procedimientos activados contra Hungría en virtud del artículo 7 del Tratado de la Unión Europea».
Estas declaraciones se producen después de que el Parlamento de Hungría haya aprobado una ley que prohíbe la adopción a las parejas no casadas y haya reformado la Constitución para que esta proclame que «la madre es mujer, el padre es varón» y que Hungría «protege la identidad sexual de los niños y niñas al nacer», agravando el estigma que ya sufren las personas transgénero e intersexuales en Hungría.
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