Incierto a estas alturas el resultado de la segunda vuelta.
Lunes, 1 de julio de 2024. En esta elección legislativa en dos vueltas, el RN, partido neofascista de Le Pen/Bárdella llega hoy 30 de junio 2024, en cabeza en número de votos con 32’2 por ciento, seguido por la izquierda del Nuevo Frente Popular NFP con 28’1 por ciento. Y en tercera posición el partido macronista con 21 por ciento, que pierde su mayoría relativa y acentúa su derrumbamiento. La segunda ronda decisiva será el próximo domingo 7 de julio.
La participación electoral ha sido importante, 69,5 por ciento, todo un récord, ya que no ha sido tan elevada desde 1981. Hubo numerosas sorpresas dado el carácter inesperado de la convocatoria, pero aun así no ha sido suficiente para impedir el progreso del frente nacional. En Seine Saint Denis, con numerosa población de origen inmigrante, la participación ha sido menor que en el resto del paÍs, 47,04 por ciento, a pesar de un aumento de casi 30 por ciento con respecto a la participación en las precedentes legislativas.
Proyectando ese resultado en escaños el RN podría obtener entre 230 y 280, el NFP entre 125 y 165, y el partido presidencial entre 70 y 100. Es decir que los macronistas ocupan ahora el lugar que tenía la ultraderecha en la actual asamblea. Pero el margen de error de esta proyección es bastante grande. Lo más probable, según esa estimación, es que nadie obtenga la mayoría absoluta de 289 diputados.
Dado el modo de escrutinio, nada está decidido por el momento, ya que habrá numerosos duelos y elecciones triangulares que dependen del transvase de votos y del desistimiento o no del candidato que llega en tercera posición. El NFP se califica para la segunda vuelta en un total de más de 500 circunscripciones. La victoria es todavía posible, relativa o absoluta.
De los 577 diputados que son elegidos, solo una mínima parte lo son en la primera vuelta con mayoría absoluta, mientras que se estima que habrá entre 285 y 315 triangulares. Los resultados definitivos dependen en consecuencia de las consignas de voto que han sido dadas y de la obediencia o no del electorado en la aplicación de dichas consignas.
Las consignas de voto del Nuevo Frente Popular han sido claras: Ni un voto al RN ultraderechista. Desistimiento en favor del candidato mejor situado sea quien sea frente al candidato neofascista.
En su intervención en la televisión, y en la Plaza de la República, donde se han concentrado miles de partidarios del Nuevo Frente Popular, Jean Luc Melenchon ha reiterado que solo el NFP está en condiciones de impedir que el RN obtenga el domingo próximo una mayoría absoluta.
Mal que les pese a sus detractores, Melenchon ha demostrado una vez más ser el mejor y más carismático tribuno de la clase política en este país. No es casualidad que le hayan convertido en el blanco de tantos ataques y calumnias.
«Ser francés no es una religión, ni un color de piel, sino defender la igualdad, la libertad y la fraternidad. Francia no quiere las guerras, ni en Ucrania, ni la matanza en Palestina». Y dirigiéndose a la juventud ha añadido Melenchon: «Nada está escrito, el futuro es el que haremos nosotros, no solo contra, o para impedir el paso del RN, sino para cambiar todo en Francia con un mensaje de paz y fraternidad humana».
El NFP ha recibido también el apoyo del NPA anticapitalista de Olivier Besancenot, quien ha hecho un llamamiento a la movilización para bloquear el paso del partido de Le Pen, con un pensamiento solidario por todos los trabajadores extranjeros que contribuyen a la riqueza del país y que no tienen derecho de voto.
Numerosos dirigentes y diputados de la Francia insumisa y del Nuevo Frente Popular han sido elegidos ya en esta primera vuelta, entre ellos: Manuel Bompard, Eric Coquerel, Nadege Abogmangoli, Sophia Chirikou, Mathilde Panot, Clemence Guetté, Sarah Legrain, Paul Vannier, Aurelie Trouvé, Aymeric Caron, Danielle Obono o Sebastien Delogu, quien había sido sancionado por enarbolar una bandera palestina en el parlamento. Elegidos también en la primera ronda el secretario general del PSF Olivier Faure, la ecologista Sandra Rousseau, y muchos otros se encuentran en balotaje favorable en primera o segunda posición. Señalemos que el comunista Fabien Roussell ha sido eliminado, y paga así sus constantes ataques contra la Francia insumisa, que han hecho de él, el «comunista» más apreciado por la derecha y la prensa dominante.
Por su parte, el primer ministro Gabriel Atal ha hecho un llamamiento a votar por el candidato mejor situado contra el RN, aunque las declaraciones de otras personalidades macronistas son más ambiguas, y es difícil prever cuál será el resultado de los desistimientos de aquí al 7 de julio. Muchos son los macronistas que establecen una diferencia entre el apoyo al NFP y a La Francia insumisa, dejando la duda entre la abstención y el voto por el RN.
El presidente Macron ha hecho un llamamiento a «una amplia unión claramente demócrata y republicana frente al RN». Una declaración ambigua teniendo en cuenta que el mismo Macron ha diabolizado a la izquierda parlamentaria como «extremista y antirrepublicana».
Cabe subrayar que, según una encuesta de Radio France, 48 por ciento de jóvenes entre dieciocho y veinticuatro años han votado Nuevo Frente Popular, y 33 por ciento RN. Miles de jóvenes gritaban esta noche en la plaza de la República «la juventud dice mierda al RN Frente nacional».
Manon Aubry, candidata LFI en las europeas, ha resumido bien el resultado de esta velada electoral: «Los macronistas están destrozados. La opción es hoy muy clara: una Francia de la solidaridad o una Francia fracturada por el RN. Una Francia del humanismo o una Francia racista. Una única solución, la movilización general por el Nuevo Frente Popular para obtener la mayoría parlamentaria el 7 de julio».
Una cosa es evidente, si el RN obtiene la mayoría será gracias a una parte del electorado macronista, que deberá optar entre el fascismo o la izquierda parlamentaria. Entre la Francia de Jean Jaurés, o la Francia de Petain.
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