«Si una canción habla de algo que yo he vivido o que me debería pasar, funciona muy bien. Pero si me es extraña, no puedo prestarle nada. Porque eso es el soul, vivir y conseguir apañárselas»
(Aretha Franklin a la revista Time en 1968)
Este jueves 16 de agosto de 2018, en Detroit, rodeada de su familia y tras una semana de cuidados paliativos, a los 76 años ha fallecido Aretha Franklin, reina incontestada del soul, leyenda de la música, una de las grandes voces de la música estadounidense y una figura emblemática de la comunidad negra. Reconocible entre mil, la voz sensual y poderosa de Aretha cubría cuatro octavas y ha influido en varias generaciones de artistas, y especialmente en otras divas de Whitney Houston a Beyoncé, pasando por Mariah Carey, Lauryn Hill o Alicia Keys.
Para muchos de nosotros, Aretha Franklin será siempre la intérprete inolvidable de “Respect”, una canción de 1968 convertida inmediatamente en uno de los himnos del movimiento por la igualdad de los negros y de las mujeres. Con esta canción que acaba de cumplir medio siglo, compuesta por otro mito, Otis Redding, Aretha Franklin, hija espiritual de Ella Fitzgerald, entraba en la historia de la música estadounidense y ganaba los dos primeros de los 18 Grammy Awards de su larga carrera, en las categorías “Best Rhythm & Blues Recording” y “Best Rhythm & Blues Solo Vocal Performance, Female”.
Eran tiempos de efervescencia de los derechos civiles, de los derechos de las minorías, de los negros, de las mujeres… “Respect” adquirió un carácter universal y su lograda orquestación hace que todavía hoy siga siendo una de las canciones más escuchadas del mundo. La versión que hizo Aretha de este tema eclipsó la original, grabada en 1965 por su autor, y cambió el sentido de la obra, transformándola en un himno feminista.
En 1968, Aretha Franklin –“una de las mejores cantantes de todos los tiempos y la mejor de la época del rock” según la revista Rolling Stone, y la primera mujer en entrar en el Rock and Roll Hall of Fame, en 1987- tenía 26 años y llevaba doce cantando. Aquel mismo año lo hizo en el entierro de Martin Luther King, amigo personal de su padre, y en la convención del Partido Demócrata. Como muchas otras voces jóvenes negras comenzó en los coros de góspel, en la orquesta de su padre, pastor baptista en Detroit, lo mismo que sus hermanas Carolyn y Erma. Fue madre a los 14 años y a los 16, tras el nacimiento de su segundo hijo, abandonó los estudios. Sus dos matrimonios fueron dos fracasos, tuvo problemas de alcoholismo y nunca olvidó el shock que le produjo la muerte de su padre en 1984, víctima de los disparos de un atracador en 1979, tras permanecer cinco años en coma.
Grabó colaboraciones con George Michael, Elton John, Ray Charles, Whitney Houston…y también con la nueva generación de estrellas negras de la música, como P. Diddy, Lauryn Hill, Mary J Blige… En 2005, el presidente George W. Bush le impuso la Medalla de la Libertad, la más alta distinción estadounidense para un civil. En enero de 2009 cantó “My country, Tis of Thee” en la investidura de Barack Obama, primer presidente negro del país, en una ceremonia cargada de emociones. En febrero de 2017, y a pesar de los problemas que le causaba el cáncer de páncreas detectado en 2010, grabó un álbum que anunció sería el último. Después, en noviembre de ese año, cantó en Nueva York, en la gala de aniversario de la Fundación Elton John de lucha contra el Sida. Hace apenas unos meses, en la primavera de 2018, anuló una serie de conciertos, entre ellos el que estaba previsto para el día de su cumpleaños, el 25 de marzo.
Imprescindible desde finales de los años ’60, la voz sexy, cálida y reivindicativa de Aretha Franklin construye, a veces a trompicones, una carrera con momentos álgidos y bajones a los infiernos: «Chain Of Fools» (otro Grammy), «I Say A Little Pray For You», «A Natural Woman», «Do Right Woman, Do Right Man» (1968), cara B de su primer gran éxito, «I Never Loved a Man (The Way I Loved You)», emocionante endecha de góspel, «Dr. Feelgood (Love Is a Serious Business)» (1967), «Ain’t No Way» (1968), balada compuesta por su hermana, «A Brand new me», «Day Dreaming», «Jump to It», «Freeway of Love» , «A Rose Is Still A Rose»…
Nacida el 25 de marzo de 1942 en Memphis, Tennessee, Aretha Louise Franklin, hija de una pareja divorciada, creció desde los siete años junto a su padre, el reverendo Clarence LaVaughn Franklin, pastor baptista, en Detroit. Educada en un ambiente espiritual y también artístico ya que su madre era cantante de gospel. Convertida rápidamente en solista, fue en el coro de gospel de la iglesia de su padre donde se forja su futura carrera de cantante de rhythm and blues.
A los 16 años graba su primer álbum, “Rhe Gospel Sound of Aretha”. Detroit se le queda pequeño, se marcha a Nueva York y allí firma su primer contrato que da como resultado varias grabaciones que no consiguen el éxito esperado. En 1967, la discográfica que había descubierto a Otis Redding le permite hacer el giro hacia el soul que andaba buscando, con el título “I Never Loved a Man (The Way I Loved You)”, apludido por crítica y público. Tras dos años de prestigiosos 45 r.p.m (“Think”, “Respect”, “Chain of Fools”, “A Natural Woman”), Aretha gana el título de “Lady Soul” que le ha acompañado hasta el final de sus días.
El éxito conseguido en los años 60 no se repitió en la siguiente década y Aretha estuvo a punto de caer en el olvido. Problemas familiares y malos asesores marcaron un período difícil, interrumpido en 1972 por la grabación del álbum “Amazing Grace” y en 1980 por su participación en la película “The Blues Brothers”, donde interpretaba a una camarera de café. Aunque nadie la olvidó y siguió grabando temas muy estimables, no volvió a repetir los éxitos fulgurantes de los primeros años, pese a contar con 37 álbumes de estudio, 35 recopilatorios y media docena de “lives”.
Tras aquellos años de medio olvido, Aretha cambió de discográfica y volvieron a sucederse los álbumes aplaudidos por la crítica: “Jump To It” en 1982 y “Get It Right” en 1983. En 1985 , publicó «Who’s Zoomin’ Who?» del que salieron los singles « Freeway of Love », « Another Night » y el que llegaría al número uno de las listas “Sisters Are Doin’t for Themselves” en dúo con Eurythmics. Un año más tarde, se hicieron muy populares los títulos “Jumpin’ Jack Flash”, en duo con Keith Richards (de los Rolling Stones) y “I Knew You Were Waiting (For me)”, en dúo con George Michael, perteneciente al álbum “Aretha”.
En 1989, del álbum « Through the Storm » salieron otras dos colaboraciones muy celebradas, con Elton John y Whitney Houston. En la década siguiente, Aretha interviene en las bandas originales de varias películas, como “Malcolm X”, “Sister Act 2” y “Waiting to Exhale”. En 1998 vuelve a las portadas con un álbum hip-hop, “A rose is still a rose”. El mismo año participa en el concierto “Divas Live 1998” junto a Celine Dion, Mariah Carey, Gloria Stefan y Shania Twain. En 2000 es la cabeza de cartel del concierto caritativo “Divas Live: The One and Only Aretha Franklin”, junto a los Backstreet Boys, Stevie Wonder, Nelly Furtado, Marc Anthony, Jill Scott y Kid Rock.
El 20 de enero de 2009, ataviada con un impresionante sombrero-lazada gris, interpreta « My Country Tis of Thee » en la ceremonia del juramento de Barack Obama. En 2011, ya enferma, canta « Do You Keep the Music Playing » en el álbum “Duets II” de Tony Bennett. El 17 de octubre de 2014 se pone a la venta el último álbum de Aretha; son versiones de éxitos anteriores y lleva el título de “Aretha Franklin Sings the Great Diva Classics”, del que procede el single “Rolling in the Deep” junto a Adéle.