WWF alerta sobre las presiones que amenazan la salud de este espacio único.
El mayor humedal de Europa peligra por el crecimiento de los cultivos ilegales de frutos rojos y el robo y la sobreexplotación del agua.
Viernes, 13 de agosto de 2021. Doñana vive una sequía a cámara lenta, después de una década sin años húmedos que ha tenido como consecuencia que las marismas del Parque estén agotadas. Una situación que se recrudecerá en los próximos años por el cambio climático, tal y como alertaba esta semana el nuevo informe del IPCC. Sumado a ello, el crecimiento de los cultivos ilegales de frutos rojos, el robo del agua y la sobreexplotación del agua- por lo que España fue condenada por el Tribunal de Justicia Europea-, entre otros problemas, están poniendo en peligro los recursos hídricos del mayor humedal de Europa.
Así lo ha alertado WWF con motivo del 52 aniversario de la creación del Parque Nacional de Doñana, que se cumplen este 14 de agosto. La organización ecologista WWF alerta sobre las presiones que amenazan la salud de este espacio único; unos problemas que se incrementarán por el cambio climático, tal y como arrojan los datos científicos del nuevo informe de la ONU.
Frente a ello, la organización advierte de que el futuro Plan Hidrológico del Guadalquivir 2021-2027, no asegura la conservación de los recursos hídricos de Doñana, al destinar solo un 11% de los 448 millones presupuestados a resolver los problemas de los ríos y acuíferos que alimentan a este humedal.
La mitad de los cauces superficiales y casi el 60% de los acuíferos que aportan agua a Doñana no alcanzan los estándares europeos, de acuerdo con las exigencias de la Directiva Marco del Agua.
Ante ello, el principal instrumento para resolver este problema, el Plan Hidrológico del Guadalquivir- en revisión hasta el próximo mes de diciembre- contiene 24 medidas que afectan directamente a Doñana y al Estuario del Guadalquivir. Sin embargo, este futuro Plan no asegura la conservación de Doñana, asevera WWF, ya que solo se destinará un 11% de los 448 millones de euros presupuestados para resolver los problemas específicos de los ríos y acuíferos que nutren a este humedal.
El borrador del Plan Hidrológico del Guadalquivir no responde a las necesidades de Doñana, ni da cumplimiento a las recomendaciones que la UNESCO ha realizado para este espacio natural en julio de 2021, ni tampoco plantea todas las medidas necesarias para cumplir con la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. A nuestro juicio, este borrador no plantea las medidas necesarias para eliminar las presiones que amenazan la salud de las marismas y los ecosistemas asociados a estas.
El mal estado de los ríos y el acuífero de Doñana no es nuevo; de hecho, el plan hidrológico vigente ya ponía de manifiesto estos problemas, sin que las acciones incluidas en su Programa de Medidas -algunas de las cuales aparecen de nuevo en el borrador de este futuro Plan- hayan sido suficientes para solucionar esta situación y la recuperación de Doñana.
Tampoco han sido hasta ahora suficientes otros instrumentos como los Planes Rectores de Uso y Gestión de los Parques Nacionales (PRUGs) del Espacio Natural o la aprobación en 2014 del Plan de la Corona Forestal. Recientemente, presentamos un análisis sobre su avance y la conclusión no puede ser más desoladora: el 80% de las medidas a corto plazo del ‘Plan de la Fresa’ no se han concluido, cuando deberían haberse ejecutado en diciembre de 2019.
WWF considera que el Plan Hidrológico del Guadalquivir y las autoridades responsables de su cumplimiento tienen que asegurar los recursos necesarios para cumplir con sus obligaciones de gestión, control y conocimiento de los recursos hídricos que necesita Doñana, así como para garantizar el cierre urgente de todos los pozos y fincas ilegales.
La organización ecologista también estima necesario que se ponga en marcha un plan estratégico que defina la reducción necesaria en el consumo de agua, ponga en marcha un nuevo plan de restauración hídrica del Espacio Natural que dé continuidad al de Doñana 2005 e incorpore las medidas necesarias para la recuperación ecológica del entorno con el fin de garantizar la seguridad hídrica de este espacio clave para la biodiversidad.
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