Dos de cada tres personas y organizaciones inscritas «plantaron» al presidentísimo García-Palacios en su gran evento anual como cabeza visible del sector primario en la provincia de Huelva
Domingo, 24 de noviembre de 2024. El foro Alimental Hecho en Huelva 2024, celebrado el pasado jueves en la Universidad de Huelva, se anunciaba como una cita clave consolidada para exhibir la fuerza y la unidad del sector agroalimentario onubense, plasmadas en la presentación del Anuario agroalimentario de Huelva. Sin embargo, lo que prometía ser un escaparate del potencial agrícola, ganadero y pesquero provincial, dejó al descubierto las tensiones internas que atraviesa un sector en crisis, en cuyo epicentro está el liderazgo del presidentísimo José Luis García Palacios, titular de la Caja Rural de Sur, la gran promotora del evento, así como de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), la patronal Asaja y el lobby Interfresa. Y también del Consejo Social de la Onubense, cuya Aula Magna acogió el foro y la presentación del anuario.
De las más de 300 personas inscritas inicialmente (dato confirmado por la propia organización tras una consulta expresa de esta revista la tarde anterior), poco más de un centenar acudieron al evento. Las imágenes del auditorio no dejaron lugar a dudas. En el momento de mayor afluencia, la gran sala del edificio Jacobo del Barco no llegó a reunir siquiera a 120 personas en un aforo de diseñado para más de 400. 17 de ellos, los propios participantes en las diferentes ponencias y mesas de trabajo que conformaron la jornada.
Sillas vacías, ausencias elocuentes, dos de cada tres esperadas, que apuntan al actual contexto de «inquietud» que se vive en el seno del lobby patronal del fruto rojo que, prácticamente, monopoliza -para bien y para mal- la proyección pública de todo el agro onubense. En este sentido, aunque el foro Alimental convoca a todo el sector primario alimentario (también la agricultura más allá del omnipresente berry, la pesca y la ganadería), flotaban en el ambiente las tensiones internas, larvadas desde hace meses y eclosionadas en las últimas semanas en el poderoso lobby patronal. Intensificadas tras hacerse público el «vacío de poder» generado por las ¿renuncias o ceses? del ya ex gerente, Pedro Marín, y del hasta ahora director de la joya de la corona de la interprofesional -el Plan de Responsabilidad Ética, Laboral, Social e Igualdad (Prelsi)-, para crear su propia agencia de mediación laboral independiente, que ha abierto de forma abrupta la espita de los cuestionamientos sobre la gestión, el rumbo y la representatividad de Interfresa, -también- presidida por García-Palacios.
Plante esperado
Había runrún previo. Esta revista conocía de antemano (por eso preguntó) de algunas ausencias que, sin duda, iban y pretendían ser significativas. También la organización. Durante los días inmediatamente anteriores al evento, desplegó un esfuerzo poco usual, contactando directamente con las personas y organizaciones inscritas, no sólo como contacto de cortesía para confirmar asistencias, lo que sí es habitual, sino para animar a acudir acompañados de «todas las personas que quiera» (sic), haciendo especial mención al magnífico, que lo fue, cóctel almuerzo ofrecido tras el programa institucional. La Mar de Onuba puede confirmar este extremo, ya que quien firma esta pieza, fue destinatario de una de estas llamadas. Pero ni el selecto, pantagruélico, cáterin logró salvar la demoledora imagen de sillas vacías que protagonizaron, sí, la jornada.
El jueves, la imagen de un Aula Magna con menos de un tercio de aforo en un evento fallido, el que pretendía consolidarse, en su segunda edición, como el gran día del sector primario, fue más que elocuente en lo que «ausencias» se refiere.
La más significativa, probablemente, la de la propia Rectora Magnífica de la Universidad de Huelva, Mª Antonia Peña. La UHU delegó su rol de anfitriona en una vicerrectora, Joaquina Castillo, frente a la máxima solemnidad del panel institucional convocado en el Aula Magna de la Onubense: la alcaldesa Pilar Miranda, el presidente de la Diputación Provincial, David Toscano, el de la Autoridad Portuaria de Huelva, Alberto Santana, o el gobierno andaluz representado por la Viceconsejera de Agricultura, Consolación Vera.
Ante semejante cartel, la ausencia de Peña, no pasó precisamente desapercibida. García-Palacios, que, como ya se ha dicho, también ostenta la presidencia del Consejo Social de la Universidad de Huelva (por decisión expresa de la Junta de Andalucía de Moreno Bonilla), remitió el pasado mes de mayo una carta a la Rectora en la que el presidentísimo expresó su malestar por una jornada de carácter académico celebradas en la Facultad de Trabajo Social y Ciencias del Trabajo sobre la gestión de la «contratación en origen» a través de la conocida como Orden Gecco. El contenido y las investigaciones dadas a conocer durante aquella jornada, retransmitida en directo por La Mar de Onuba (VER), en las antípodas del discurso oficial y unánime de las otras entidades que representa García-Palacios, llevaron a este a remitir la carta a la Rectora que, según pudo constatar entonces esta revista de varias fuentes de toda solvencia, no sentó nada bien en el ámbito universitario por aquello de suponer un extemporáneo y fuera de lugar cuestionamiento de la Libertad de Cátedra consagrada en la Constitución Española. Aunque, García-Palacios, uno y pental, no firmó la carta como cabeza visible del Consejo Social de la Universidad, sino como presidente del lobby Interfresa, la afrenta estaba servida.
Peña sí estuvo presente el año pasado, con intervención propia, durante la apertura del primer Alimental, cuando este se celebró en el Palacio de Congresos de la Casa Colón de Huelva.
Triunfalismo de oídos sordos
Tampoco pasó desapercibida la ausencia de representantes de UPA Huelva, la unión de pequeños agricultores y ganadores que forma parte destacada del Quién es Quién del anuario Alimental. Sólo unos días antes, su secretario general, Manuel Piedra, destacado ausente, abordaba sin ambages en un acto celebrado en la sede del PSOE de Huelva otros aspectos que también marcan hitos anuarios del sector agroalimentario provincial, pilar esencial de la realidad socioeconómica onubense, atravesado por un largo quinquenio de demoledores informes que denuncian incumplimientos de derechos laborales y amenazas medioambientales. Un retrato de las fragilidades estructurales del modelo agroindustrial que contraviene el discurso negacionista y agresivo de García-Palacios contra quienes osan informar de esta otra realidad. Que admite la existencia de «empresas incumplidoras» que dañan de forma severa, máxime en un momento de relevantes reformas legislativas a nivel nacional y europeo, la proyección internacional de una industria local cuyo éxito económico radica, sustancialmente, y más allá de las exportaciones y su influencia en el PIB andaluz, en la mano de obra que la hace posible (la otra gran ausente, tanto en el evento como en el anuario Alimental 2024). Aunque evitó señalamientos, Piedra exigió «más inspecciones» y «sanciones ejemplares». La hemeroteca sitúa a las empresas asociadas a UPA Huelva en un legítima posición de molestia ante el rosario de noticias cuyo foco señala directamente en casi todas las ocasiones a empresas vinculadas al entorno de Interfresa, o bajo el manto protector del presidentísimo.
A pesar del visible pinchazo en su gran evento anual (que, curiosamente, mantendrá la etiqueta Hecho en Huelva, pero se celebrará a partir del año que viene en Sevilla), José Luis García-Palacios intentó reconducir la situación con una intervención de tono triunfalista en la que destacó la “excelencia internacional” del agro onubense. Palabras que no llenaron el vacío en un auditorio con más de dos tercios de sus asientos sin ocupar.
La imagen, en definitiva, de un sector atravesado por una grave crisis de cohesión, confianza y liderazgo que las ausencias, más que las presencias, se encargaron de subrayar el pasado jueves.
Perico Echevarría es editor y director de La Mar de Onuba @PericoPan
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