El pasado mes de junio se crearon en EE.UU. 4,8 millones de puestos de trabajo, superando el récord histórico de creación de empleo mensual del mes anterior, en que alcanzaron a 2,7 millones. El resultado es que la desocupación se redujo a 11,1%, una caída de 2,1 puntos porcentuales respecto a mayo, en que trepó a 13,7%.
Esto significa que EE.UU. ha creado en 2 meses casi 8 millones de puestos de trabajo, recuperando en más de un tercio de los 22 millones de empleos perdidos en la recesión provocada por la pandemia del coronavirus, que se desató a partir de marzo, con una proyección que llevaría la desocupación del 8% a fin de año, alcanzando los niveles récord de 3,5% que tenía en febrero de este año en los primeros tres meses de 2021.
Lo verdaderamente decisivo es que la confianza de los consumidores aumentó 12% en junio, con una proyección para los próximos seis meses que es la más alta en la historia norteamericana desde que se llevan registros en 1854.
Más de 70% del PIB de EE.UU. es obra del consumo individual; y el alza de 12% en junio refleja el hecho de que más de 80% de las pequeñas y medianas empresas han vuelto a operar el mes pasado, en un movimiento generalizado de apertura de la economía norteamericana (21,9 billones de dólares en 2019 que es el 25% del PIB global), que ya abarca a los 50 estados de la Unión.
El consenso de los economistas era que la creación de empleos ascendería en junio a 3 millones de puestos de trabajo, lo que implica que sus expectativas han sido superadas por la realidad de los hechos en 1,8 millones de empleos.
Las compañías de ventas minoristas (retail) sumaron en junio 740.000 puestos de trabajo, con grandes ganancias en los sectores de vestimenta, muebles y ventas de automotores, en tanto la creación de empleos en restaurantes y bares aumentó en 1,5 millones de personas el mes pasado.
La distribución del empleo en los distintos grupos sociales y étnicos fue la siguiente: la comunidad afroamericana experimentó un alza de 740.000 empleos, con una reducción del nivel de desocupación de 15,4%; y algo semejante sucedió con la población hispana, que tuvo 1,5 millones de empleos el mes pasado, y mostró una reducción de 14,5%, mientras que los blancos tuvieron una caída de 10,2%. Altamente revelador es que los desempleados ajenos a la fuerza de trabajo que consiguieron empleo en junio alcanzaron a 711.000, lo que hace un total de 2,4 millones a contar de febrero de este año, y representa un alza de 43% en ese periodo. Por eso la fuerza de trabajo aumentó 0,7% en junio, y alcanzó a 61,5% de la población norteamericana, a pesar de que es todavía 1,9 puntos porcentuales inferior al nivel de febrero de este año, cuando alcanzó a 160 millones de trabajadores, el más elevado de la historia de EE.UU.
Lo que ha sucedido con la manufactura es verdaderamente extraordinario. En el momento en que está sumergida en una nueva revolución industrial, con un incremento de la productividad de más de 15% en relación al año pasado; y cuando esta alza es sinónimo de disminución de puestos de trabajo, fueron 350.000 los empleos que se agregaron en junio, lo que hace un total de 750.000 en los últimos 2 meses. La industria automotriz incorporó 196.000 empleos en junio (la mitad del total industrial), en tanto la construcción sumó 158.000 ocupaciones, lo que hace un agregado de 771.000 en los 2 meses previos.
Wall Street respondió a este crecimiento excepcional del empleo con un nuevo récord histórico en sus principales indicadores. Así, Dow Jones trepó 18% en el segundo trimestre, y obtuvo sus mejores ganancias en 33 años, en tanto S&P500 se incrementó 20%, el mejor nivel desde 1998; y Nasdaq, el índice high tech, se elevó por encima del 30%, el mayor auge desde 1999. De ahí que en los últimos 3 años y medio, gobierno de Donald Trump, el Dow Jones trepó 45%; S&P500, 47%; y Nasdaq, casi 100%. En este periodo EE.UU. recibió en forma directa y a través de Wall Street más de 12 billones de dólares de inversiones, la mitad del exterior; y sus números de los últimos 6 meses indican que se apresta a recibir una cifra equivalente o superior en los próximos 2/3 años.
En estas condiciones, en el tercer trimestre del año, la economía norteamericana experimentaría un boom económico de envergadura, orientándose hacia un 2021 de excepción, de características históricas, al coincidir su expansión con el pleno despliegue de una nueva revolución industrial, que es la Cuarta en la historia del capitalismo, y la más disruptiva e innovadora de todas.
En síntesis, entre febrero y abril se perdieron en EE.UU. 22.2 millones de puestos de trabajo; y en los últimos 2 meses (mayo/junio) se han creado 7.8 millones (33.8% del total de los perdidos).
La Asociación Nacional de Manufactura (NAM) informó en 2019 que la industria norteamericana tiene ofrecidos más de 7 millones de puestos de trabajo high tech, que no son cubiertos al carecer el mercado de trabajadores suficientemente calificados para hacerlo.
Hay un retraso del sistema educativo frente a la pujanza extraordinaria de la revolución tecnológica en EE.UU. Es imposible comprender a EE.UU. si se pierde la capacidad de sorpresa…pero no se pierdan la evolución de China que es más espectacular.
Francisco Villanueva Navas, analista de La Mar de Onuba, es economista y periodista financiero @FranciscoVill87
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