Ha sido todo por sorpresa, pero ha sido brutal, las medidas adoptadas para apoyar la economía de la Unión Europea cuando pase este “stand bye”, son de calado histórico: nunca en la historia se había diseñado en tan poco tiempo un plan tan ambicioso del BCE como este. La cantidad asusta y serán 750.000 millones que unidos a los 300.000 millones que siguen en marcha para la protección de la deuda soberana, hacen más de un billón…..algo difícil de explicar pero real, la situación lo exige y Europa tiene que salir airosa en lo económico que es competencia de la unión, tras todas estas semanas o quizá meses de crisis sanitaria.
Hay mucha gente que decía hasta ayer, que el BCE debe comprar deuda pública para contener la prima de riesgo y así dar margen a los gobiernos. Quiero recodar a tanto listo que solo buscan el politiqueo que el BCE lleva tres billones de euros de deuda pública comprada desde hace 8 años. Es más del doble del PIB español (1,24 billones). Creo que son cifras que ponen los pelos de punta y son un orgullo de pertenecer a un grupo de países unidos en lo económico que somos ejemplo para el mundo.
Será temporal pero durará al menos hasta final de año, ha garantizado la flamante nueva Presidenta Úrsula van der Layen. El Banco Central Europeo ha anunciado a última hora de este miércoles y por sorpresa un plan de compras de de bonos 750.000 millones de euros, en consonancia con otros bancos en un esfuerzo por contener el año económico causado por el coronavirus, está era la noticia de hace unas horas.
El llamado Programa de Emergencia de Compras por la Pandemia será temporal y durará hasta que el banco «juzgue que la fase crítica del coronavirus Covid-19 ha terminado, pero en ningún caso antes del final de año».
El Consejo de Gobierno del BCE se ha reunido de manera extraordinaria esta noche para adoptar estas medidas de manera sorpresiva. “Tiempos extraordinarios requieren de medidas extraordinarias”, comunicaba la propia presidenta del BCE, Christine Lagarde, al filo de la medianoche vía la red social Twitter. “No hay límites a nuestro compromiso con el euro.” La medida, el mayor programa de compras de la historia del BCE, cambiará también una cuestión importante: la limitación que tiene el banco para sobrepasar ciertos niveles. En la práctica supondrá poder ayudar de manera más efectiva a países que como Italia, sobre todo, pero también España, están viendo cómo sus primas de riesgo están subiendo estos días.
La entrada en acción del BCE corregirá estos movimientos que podrían dificultar las políticas de gasto que han emprendido los gobiernos de los países más afectados por el Covid-19. Como en los peores momentos de la Gran Recesión, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se ha reunido de urgencia por videoconferencia a última hora de este miércoles y ha aprobado ampliar en 750.000 millones de euros sus compras de deuda pública y privada hasta final de año. Para dar medida de la importancia de la decisión, basta subrayar que la cantidad se sumará a los 120.000 millones lanzados hace apenas una semana pero combatir el impacto económico del coronavirus y a los 290.000 millones que ya tenía previsto comprar durante el ejercicio antes de que estallase la pandemia. En total son 1,11 billones, lo que implica una media mensual de 92.500 millones, la cantidad más alta alcanzada nunca por la institución.
La autoridad monetaria ha bautizado esta nuevo línea como Programa de Compra de Emergencia por la Pandemia (‘Pandemic Emergency Purchase Programm’). La institución se ha visto obligada a volver a actuar con una premura propia de tiempos de crisis extrema porque las iniciativas que adoptó la semana pasada no han servido para contener las primas de riesgo soberanas de los países del euro (diferencial del interés del bono a 10 años de un país respecto al alemán de referencia, indicador del riesgo de impago a ojos de los inversores). Todo lo contrario: la española ha llegado este miércoles a sobrepasar los 160 puntos básicos por primera vez desde junio del 2016, mientras que la italiana ha rebasado la barrera de los 300 puntos básicos, ante los crecientes temores al impacto en las cuentas públicas de las medidas anunciadas por los Gobiernos.
Enmendando el error tremendo de Lagarde del pasado jueves, en el peor momento posible, que como máxima responsable del BCE que provocó un destrozo en los mercados de renta variable y la alta funcionaria francesa aseguró que el BCE «no está aquí para cerrar» dichas primas, lo que le valió críticas furibundas en Italia y Francia. La propia Lagarde trató de enmendarlo el mismo jueves en una entrevista posterior en la cadena de televisión ‘CNBC’, en las que aseguró estar «plenamente comprometida con evitar cualquier fragmentación» de las primas de riesgo.
Al día siguiente hicieron lo propio el economista jefe del organismo y los gobernadores de los bancos centrales de España, Francia e Italia. Sin embargo, su homólogo de Austria, Robert Holzmann, ha vuelto a sembrar dudas sobre el margen de actuación del BCE en una entrevista, lo que ha llevado a la institución en un gesto inédito a emitir un comunicado oficial este miércoles negándolo, una rectificación a la que se ha sumado el propio Holzmann. Por si quedaba alguna duda, Lagarde ha insistido en un ‘tuit’ en el mensaje tras el anuncio de las nuevas compras: «Los tiempos extraordinarios requieren de una acción extraordinaria. No hay límites a nuestro compromiso con el euro. Estamos determinados a usar todo el potencial de nuestros instrumentos, dentro de nuestro mandato».
El BCE ha explicado que el nuevo programa de compras no terminará hasta que considere que la crisis del coronavirus ha pasado y «en cualquier caso no antes de final de año». Las adquisiciones de deuda pública se realizarán teniendo en cuenta la proporción que posee cada Estado del euro en el capital del organismo, pero al mismo tiempo se harán de manera «flexible», es decir, que se podrá primar la de los más afectados en los momentos que sea necesario, lo que es crucial para países como Italia o España. El consejo de gobierno también ha ampliado el tipo de activos privados que podrá comprar y ha suavizado las garantías que deberán presentar los deudores, otras dos medidas destinadas a incrementar el impacto del plan.
«El consejo de gobierno hará todo lo que sea necesario dentro de su mandato. El consejo de gobierno está totalmente preparado para incrementar el tamaño de sus programas de compra de deuda y ajustar sus composiciones tanto como sea necesario y por tanto tiempo como se necesite. Explorará todas las opciones y todas las contingencias para apoyar la economía durante este shock. En la medida en que ciertos límites autoimpuestos puedan entorpecer la acción que el BCE requiera adoptar para cumplir su mandato, el consejo de gobierno considerará revisarlos tanto como sea necesario para hacer sus acciones proporcionadas a los riesgos que afrontamos», ha apuntado el organismo.
En definitiva y después de toda esta información podemos decir que la Europa económica y financiera funciona, es verdad que la social no, pero una cosa puede ayudar a la otra y con política se pueden ampliar derechos europeos. Este proyecto merece mucho la pena y en cuanto pase el virus, veremos cómo la UE crece y sale de este gigantesco stop.
Francisco Villanueva Navas, analista financiero de La Mar de Onuba, es economista y periodista.
@FranciscoVill87
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