Ecologistas en Acción ha presentado votos particulares contrarios a los proyectos de planes hidrológicos de las Cuencas Internas Andaluzas en los órganos de participación convocados para informar de los mismos
Miércoles, 8 de febrero de 2023. Entre la semana pasada y esta se han convocado todos los órganos de participación en materia de agua para informar de la propuesta de proyecto de plan hidrológico del tercer ciclo de planificación hidrológica y del plan de gestión del riesgo de inundación de las tres demarcaciones hidrográficas andaluzas: Tinto, Odiel y Piedras; Guadalete-Barbate y Cuencas Mediterráneas Andaluzas.
En todos ellos, Ecologistas ha participado activamente, justificando su voto particular contrario a los documentos propuestos por la Administración andaluza. De forma común, en los tres planes se mantienen gran parte de las propuestas claramente contrarias al cumplimiento de los objetivos ambientales establecidos por la Directiva Marco de Agua del año 2000, priorizando actuaciones dentro del programa de medidas encaminadas al mantenimiento, cuando no incremento de las demandas, principalmente para el regadío.
Además, hay un retraso injustificado en la publicación de dichos planes, ya que deberían haberse aprobado a finales del año 2021. Hay otras circunstancias negativas como las consecuencias derivadas del compromiso contraído por España con la Unión Europea en el marco del Plan de recuperación y resiliencia de 2021, que puede motivar que Andalucía se enfrente a posibles sanciones europeas si no queda suficientemente justificado ante la Comisión dicho retraso.
Ecologistas en Acción, sus grupos, territorios y personas expertas, han hecho un enorme esfuerzo en presentar sus sugerencias y propuestas a los tres planes hidrológicos y a los planes de gestión del riesgo de inundación, con el compromiso ineludible de conseguir el buen estado ecológico de las masas de agua, dar solución a los conflictos territorial, así como evitar la sobreexplotación de los recursos hídricos en las cuencas andaluzas. Sin embargo, la Junta no ha admitido la mayoría de ellas o simplemente las han considerado como que no corresponden al plan hidrológico.
Entendemos que los documentos informados favorablemente muestran una falta de ambición en las medidas propuestas y no acometen con valentía las incertidumbres sobre el agua dentro de un contexto de cambio climático (menor precipitación, mayor evapotranspiración, aumento de temperaturas, menores retornos, aumento de fenómenos extremos…), priorizando la satisfacción de las demandas sobre la recuperación de los ríos y restos de ecosistemas del agua. El argumento es que nuestra región para ser competitiva tiene que dedicar un esfuerzo económico importante a la satisfacción de las demandas. Según la Junta, las pérdidas económicas por la sequía anterior se calculan en unos 5.000 millones de euros, por lo que es necesario no quedarse atrás con otras regiones. Esto implica que las medidas para incrementar recursos se sitúen en segundo lugar en importancia, con un presupuesto previsto de 1.600 millones hasta el año 2027.
Para la Junta, hay que obtener los recursos que faltan como sea y de donde sea, bien con aguas regeneradas, trasvases, presas, desaladoras…, incluso se plantean actuaciones para el año 2039. Se pretende seguir gestionando el agua como un recurso ilimitado al que hay que explotar más allá de los límites actuales de cada Demarcación, derivando toda el agua posible a un modelo agroindustrial y turístico depredador que nos conduce al colapso hídrico en Andalucía.
Hay que promover la agricultura familiar profesional basada en formas de cultivo tradicionales y verdaderamente sostenibles, que son las que mantienen aún hoy el medio rural con vida. El regadío debe servir para vertebrar el territorio a través de la generación de riqueza y empleo en el medio rural y no para permitir la expansión de nuevas hectáreas de cultivos con mayores dotaciones de riego que las actuales.
Ecologistas en Acción muestra su rechazo a que el Programa de Medidas siga incluyendo actuaciones de alto impacto social, económico y ambiental para incrementar los recursos para regadío, como, por ejemplo, en la Demarcación Hidrográfica del Tinto, Odiel y Piedras la terminación de la presa de Alcolea en Gibraleón (Huelva), lo que es inviable y despilfarrador, ya que las aguas ácidas cargadas de metales pesados no se podrán recuperar para ningún uso. Otra obra de regulación es la Presa Coronada y la de Pedro Arco, ambas para aumentar los recursos para abastecimiento y ampliación de los depósitos reguladores con un presupuesto de casi 126 millones de euros y 64 respectivamente, a ejecutar por la Administración General del Estado (AGE).
También es preocupante la situación del saneamiento y depuración, con medidas que se tenían que haber puesto en marcha desde hace mucho tiempo. Hay que reconocer el avance implementado en los últimos años en cuanto a licitación de actuaciones pendiente, sin embargo, aún queda resolver el problema de la depuración en los pequeños municipios y la adecuación, ampliación o mejora de aquellas que no funcionan correctamente. Somos la Comunidad con más aglomeraciones señaladas por Europa, lo que nos ha costado ya millones de euros en multas. Exigir la implantación de tratamientos terciarios es fundamental para incorporar los principios de la economía circular, convirtiendo las depuradoras en biofactorías, reutilizando el agua para los distintos usos previstos en la normativa.
También consideramos insuficiente la propuesta de Reservas Naturales Fluviales, manteniéndose las ya aprobadas en el ciclo anterior. En cuanto a los objetivos ambientales, rechazamos el aplazamiento generalizado e injustificado de muchas masas de agua, lo que hará posponer alcanzar el buen estado ecológico más allá del año 2027. No se es ambicioso teniendo en cuenta el bajo porcentaje actual de buen estado global de las masas superficiales y subterráneas. Esas excepciones adolecen de un tratamiento opaco, ya que ni se identifican todos los casos que deberían ser tratados como excepciones, ni los que se identifican se justifican de manera transparente y adecuada, ya que no se acreditan de manera suficiente las afirmaciones en las que dicen apoyarse.
Para Ecologistas, los nuevos planes hidrológicos del tercer ciclo en las Cuencas Internas Andaluzas deben constituir una oportunidad para iniciar las primeras medidas para la necesaria transición hídrica justa que se adapte a la menor disponibilidad de agua y mayores exigencias de conservación de los ecosistemas sometidos a un estrés que irá a más en los próximos años como consecuencia del cambio climático. Si no queremos llegar al colapso hídrico, será obligatorio reorientar la política del agua hacia un nuevo modelo de uso y aprovechamiento del recurso, sostenible en términos ambientales y sociales.
Los planes deberían situar como eje principal de su gestión la prevención del deterioro y la recuperación y el mantenimiento del buen estado ecológico de los ríos, humedales, estuarios y las aguas costeras, así como la consecución del buen estado de las aguas subterráneas y la necesaria reducción de la superficie actual dedicada al regadío.
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