Jesús Cabaleiro Larrán
La editorial Trotta ha tenido el acierto de volver a editar el ‘Diccionario de islam e islamismo’ de la profesora y arabista Luz Gómez García que se editó inicialmente hace una década.
Se trata pues de una intensa actualización y ampliación del que ya editara la autora en 2009, dentro de la colección ‘Diccionarios temáticos’ en la editorial Espasa y que se encontraba totalmente agotado.
La autora, de hecho, considera que islam debe ir en minúscula como otras religiones y rechaza por obsoleto usar islamismo para designar el islam, no los asimila. (páginas 190 a 203)
Sus más de 500 entradas, bilingües en árabe y español, abarcan el islam árabe así como las otras tradiciones islámicas: la iraní, la africana o india. En el apartado de uso de la obra se explica el porqué del uso de palabras no recogidas en el diccionario de la RAE.
No obstante, el posterior apartado ‘Índice terminológico’ es muy útil y clarificador al derivar unas palabras a cómo figuran en el texto de la obra.
Unos ejemplos: cheik o cheij no aparece como tal, remitiendo a jeque (página 211). Sí lo hacen otras muchas palabras enteramente árabes como kitab (página 222) que no aparece en la RAE.
“Al prestar atención tanto a los significados clásicos de los conceptos, gracias al conocimiento de las fuentes coránicas y de otros textos originales, como a las voces en su contexto contemporáneo, por lo que ayuda al conocimiento del islam y el análisis de las agendas islamistas, la yihadista y la integrada en el sistema” se señala por parte de la editorial.
Con permiso de la autora sí reflexionar y citar algunas cuestiones, echo de menos algún término como muecín, palabra recogida por la RAE y que no se enlaza en el citado índice terminológico, si bien es cierto que menciona almuecín como sinónimo de almuédano (página 40), que es el mismo concepto.
También al hablar del Máulid (página 248), el nacimiento del Profeta Mahoma (página 235), se podía haber citado, como hace alusión en el término tafsir (página 362), al erudito egipcio Al Suyuti (1445-1505) quien le dio impulso al definirla como bida hásana(innovación acertada). Como curiosidad, el término Mouloudia da pie a varios clubes deportivos árabes, en especial de fútbol.
Cuando aborda el término Zagüía (página 429), cita el dargah en el ámbito indio, cuando el dargah o dergha, excede ese ámbito y llega a otros lugares de religión musulmana. En el mismo ámbito recordar que los que se dedican a la vida espiritual, muchos sufíes (página 351), son defenestrados por salafistas (página 335) o takfiries (página 369) como místicos, mistik, término que no aparece específicamente. El misticismo no es patrimonio de la religión cristiana.
Otros detalles, explica los dos significados del término alauí (página 31) –no solo el más conocido y referido a la dinastía real marroquí, por cierto que no podía faltar Majzén(página 237) – escribe sobre el término Melhfa (página 251), también escrito como Melfa, que lo portan las mujeres saharauis y mauritanas, dejando clara la diferencia, pues, con las marroquíes. De hecho, en el término Magrebí (página 233) separa el Sahara de Marruecos de acuerdo con el derecho internacional.
En los aspectos políticos que se mencionan en varias acepciones, si resaltar que abundan las alusiones al Oriente Medio y Palestina y, por ejemplo, al hablar de los yazidíes (página 416) se cita la persecución pero soslaya el genocidio yazidí, reconocido internacionalmente.
En todo caso, son meros apuntes que no desmerecen el amplio y riguroso trabajo de la autora, que es digno de todo elogio dada la escasez de este tipo de estudios detallados sobre el islam y dirigido tanto a especialistas, estudiantes de árabe y del islam, como a todo tipo de público. Imprescindible para todos los interesados en el mundo musulmán.
Este diccionario monográfico responde a las distorsiones y vacíos más comunes que existen entre el público español. No hace falta recordar el desconocimiento general que hay en la sociedad sobre el islam y la aparición de brotes de islamofobia (página 204), a pesar que ya son casi dos millones los que practican esta religión en nuestro país, de ellos algo menos de la mitad con nacionalidad española.
La obra ha recibido una ayuda del Ministerio de Cultura y Deporte y se abre con un acertado proverbio árabe: “La piedra que un necio arroja a un pozo no la sacan cien sabios”.
Por último, y como reflexión personal, de todas las palabras de este diccionario si tuviera que elegir una me quedaría con Salam y una cita del Corán: “Quién mata a una persona sin que ésta haya cometido un crimen o sembrado la corrupción en la Tierra es como si matase a toda la humanidad. Y quien salva una vida es como si salvase a toda la humanidad”.
Biografía
Luz Gómez García (Madrid, 1967) es doctora en Filología Árabe y profesora titular de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Autónoma de Madrid. Ha sido también profesora titular de Traducción de la Universidad de Alicante y amplió estudios en la Universidad Americana de El Cairo. Ha hecho traducciones del poeta nacional palestino Mahmud Darwish (1941-2008), por su libro ‘En presencia de la ausencia’ obtuvo el Premio Nacional de Traducción 2012. Es una activa defensora de la causa palestina. Colabora en distintos medios de comunicación.
La autora publicó anteriormente, entre otras obras, en 1996, ‘Marxismo, islam e islamismo: el proyecto de Adil Husayn’ y en septiembre de 2018 editó la obra ‘Entre la sharía y la yihad. Una historia intelectual del islamismo’ en la editorial Catarata.
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