Viernes, 19 de marzo de 2021. No es ningún secreto que los 8.000 millones de humanos que habitamos el planeta tierra consumiendo el nivel actual de productos alimenticios, vamos a acabar con los recursos naturales lógicos de una producción masiva pero con límites. China asume el liderazgo en la producción de alimentos, y en especial de los productos agrícolas. Ni cortos ni perezosos desde el propio Partido Comunista Chino en su reciente Congreso o Asamblea, ha decidido doblar los esfuerzos de la república popular en la producción de plantas súper productivas y brutalmente eficientes.
La población china será de 1.500 millones de habitantes en apenas unos años y la tierra agrícola disminuye a una tasa asombrosa de 340 kilómetros cuadrados por año. Esto significa que la superficie labrada sería sólo de 0,08 hectáreas por persona en los próximos 10 años, lo que se encuentra 40% por debajo del promedio mundial.
Al mismo tiempo, la demanda china de agroalimentos crecería más de 50% en ese periodo, arrastrada por una clase media con ingresos per cápita comparables a los norteamericanos, que alcanzaría a más de 1.000 millones de personas en esa etapa. Y esta población, que asciende actualmente a 440 millones de integrantes, dispone de una dieta cada vez más variada y sofisticada, y apuesta a la trazabilidad y a la salubridad de los alimentos que consume, prefiriendo las marcas de reputación global.
Esta población de más de 1.500 millones de personas tendrá un carácter urbano de más de 80% en 2050 (cuando era urbana sólo 20% en 1950: un giro de más de 100% en un siglo).
El cálculo del gobierno chino es que una planta de producción vertical de agroalimentos completamente automatizada puede incrementar su productividad en frutas y hortalizas entre 10 y 15 veces frente a una planta similar de producción convencional, y esa productividad puede llegar hasta 1.000 veces cuando se utiliza “Inteligencia artificial” y tecnología 5G.
Las nuevas súper plantas son unidades productivas capaces de funcionar en toda China, lo que implica en temperaturas hasta de -55° grados en el norte y el oeste del país. Esto se traduce en que cuando la temperatura promedio afuera es de -12° grados centígrados, adentro en las unidades productivas asciende a +17° grados centígrados. Ya hay más de 100 plantas de carácter comercial en la República Popular, centradas sobre todo en las provincias del noreste, con epicentro en un arco de 500 kilómetros alrededor de Pekín.
Los costes de las superplantas son muy elevados, pero están todavía en la etapa de investigación y experimentación, aunque hay que advertir que los costes de producción de agroalimentos en China son de apenas un 10% en comparación con los de Estados Unidos o la Unión Europea (UE).
Toda innovación en China cuenta a su favor con el hecho de que inmediatamente de ser lanzada al mercado dispone de economía de escala, lo que significa que sus costes caen a la mitad en un plazo de dos años, mientras que su competitividad y productividad se multiplica por dos, o incluso por tres, lo que la torna inmediatamente competitiva a escala global.
Por eso, el fenómeno de la producción vertical de bienes agrícolas hay que apostar que tendrá un signo chino en los próximos 10 o 15 años en la economía global. El presidente Xi Jinping lanzó en 2012 la creación de Xion Gan, una megalópolis “inteligente” que se extiende desde Pekín hacia el este a lo largo de más de 300 kilómetros.
Se estima que todo el sistema productivo y de servicio de Xion Gan tendrá una productividad que será el doble o el triple del promedio nacional. Xion Gang implica la fusión de Pekín con la ciudad vecina de Tianjin y la provincia adyacente de Hebei en una megalópolis integrada de 85 millones de habitantes que cubriría más de 200.000 kilómetros cuadrados.
Esta región estará unida por cinco líneas de trenes ultrarápidos que conectaran los cuatro extremos de la zona con la capital en un plazo de 0,45’/ 1 hora. Las redes ultrarápidas ya fueron construidas y puestas en funcionamiento en 2020. Hay que agregar que más de 70% de los 200.000 kilómetros cuadrados estarán cubiertos por lagos y bosques.
Toda la infraestructura de Xion Gan será “inteligente”, construida con “Inteligencia artificial”; y Alibaba, asociada con empresas alemanas, será responsable de este inmenso desarrollo high tech. Esto equivale a afirmar que se utilizara excluyentemente la “nube” o “cloud computing” como plataforma de aprovisionamiento de energía e información en tanto habrá cobertura plena con la Internet de las Cosas (y su contrapartida, la Big Data).
Por eso la totalidad de los servicios financieros y logísticos utilizarán estas tecnologías de la Cuarta Revolución industrial. Está previsto que Xion Gan se autoabastezca en la provisión de frutas y hortalizas a través de la producción vertical de agroalimentos, que integrarían amplias plataformas de biotecnología. El proyecto de Xion Gan estaría concluido en 2035 con un presupuesto de 395.000 millones de dólares.
La producción vertical de agroalimentos en China, se adelanta al futuro y asume el liderazgo de la tendencia mundial, una especialidad de la República Popular. Comunismo en estado puro….comunismo o escasez… nuevos tiempos.
Francisco Villanueva Navas, analista de La Mar de Onuba, es economista y periodista financiero
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