La volantista onubense recibe este viernes el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024, que reconoce su histórica carrera y su impacto global en un deporte tradicionalmente dominado por atletas asiáticas.
Jueves, 24 de octubre de Carolina Marín, la campeona que ha llevado el bádminton español al más alto nivel, será distinguida este viernes en Oviedo con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024. Para Huelva, su ciudad natal, este reconocimiento tiene un valor especial: celebra sus indiscutibles logros deportivos, y destaca el innegable ejemplo de superación y resiliencia que ha mostrado durante su toda su carrera.
.@CarolinaMarin, Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024, durante el recibimiento oficial en el Hotel de la Reconquista de Oviedo.#PremiosPrincesadeAsturias pic.twitter.com/sIEtfVArDd
— Premios Princesa de Asturias (@fpa) October 22, 2024
Carolina Marín comenzó su andadura en el Club IES La Orden de Huelva, un espacio modesto que hoy se enorgullece de haber visto los primeros pasos de quien es ahora un referente mundial. Desde que inició su carrera profesional, Marín se convirtió en pionera de un deporte que, hasta su irrupción, parecía reservado para deportistas asiáticos. Ha hecho historia, llevando al bádminton español a lo más alto, y fue la primera volantista no asiática en conquistar una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos en Río 2016, sumando además tres títulos mundiales y siete campeonatos europeos.
Resiliencia ante la adversidad
Lo que define a Carolina no son únicamente sus victorias. En los momentos más difíciles, como cuando sufrió graves lesiones de rodilla en 2019 y 2021, Marín mostró una capacidad de resiliencia que pocos deportistas poseen. Estas lesiones la apartaron de las pistas durante meses, pero regresaron con fuerza, ganando títulos y demostrando su incansable espíritu de superación. Sin embargo, en los Juegos Olímpicos de París 2024, cuando se perfilaba nuevamente como una fuerte contendiente, un golpe inesperado volvió a frenar su trayectoria: una nueva lesión de rodilla le impidió alcanzar el podio. Este revés fue un duro golpe para la onubense, pero en lugar de desmoronarse, Marín sigue enfrentando cada obstáculo con la misma determinación, resumida en su ya famoso lema, «puedo porque pienso que puedo».
Así, el Princesa de Asturias de los Deportes es mucho más que un reconocimiento a sus medallas: destaca todo el esfuerzo, sacrificio y dedicación que ha invertido en su carrera. Como Marín ha expresado en más de una ocasión, llegar hasta la cima más alta ha requerido grandes renuncias, pero también le ha permitido romper barreras que antes parecían infranqueables.
Impacto más allá de las pistas
El legado de Carolina Marín no se mide solo en su innumerables títulos. Ha transformado la percepción del bádminton en España, inspirando a jóvenes, especialmente mujeres, que ahora ven en este deporte una opción viable para el éxito. Gracias a su figura, el bádminton ha dejado de ser un deporte desconocido para muchos, ganando visibilidad y prestigio en todo el país.
Marín siempre ha llevado el nombre de Huelva con orgullo, y este viernes, cuando reciba el premio en el Teatro Campoamor de Oviedo, será un momento de especial significado para ella y para su ciudad. Su éxito no es solo suyo, sino de todos los que la han acompañado desde aquellos primeros pasos en Huelva hasta los podios más prestigiosos del mundo.
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