Viernes, 12 de julio de 2024. En un escenario marcado por el genocidio de Gaza, las guerras de Ucrania o Congo, la firma del más vergonzoso y criminal acuerdo europeo contra los seres humanos (el Pacto Europeo de Migración y Asilo, firmado el 10 de abril de este año) parte por noveno año consecutivo la CARAVANA ABRIENDO FRONTERAS, una iniciativa de la sociedad civil organizada clamando por el cumplimiento y el respeto de los Derechos Humanos recogidos en la Declaración Universal y desarrollado en múltiples convenciones, acuerdos… posteriores y hoy convertidos en papel mojado.
Corría el año 2016. La guerra de Irak había desatado nuevamente los jinetes del apocalipsis y miles de personas precedentes de países-escenarios en los que la vida había dejado de tener valor emprendieron un camino tortuoso en busca de un lugar mejor donde vivir, en un intento desesperado por salvar la vida. Afganistán, Siria, Eritrea, Congo, Somalia, Sudán… una interminable lista de países donde el hambre, la muerte, la persecución son el pan nuestro de cada día dado por los ”países seguros”, otros escenarios en los que es difícil imaginar que en sus calles estallen las bombas o sus casas se convierten en escombros.
Ante tal estado de cosas, un grupo de personas activistas movidas por un sentimiento profundo de fraternidad decidieron llevar a cabo una iniciativa hermosa con un doble objetivo: denunciar las causas, denunciar las constantes vulneraciones de los derechos humanos de los migrantes y despertar o, mejor, azuzar conciencias. Exigir el cumplimiento de los derechos humanos y derribar fronteras, en el convencimiento de que su existencia causa tanta muerte como las propias guerras. Había nacido la Caravana Abriendo Fronteras. Lo que en un principio parecía una loca aventura movida por el hartazgo de tanta injusticia y tanta muerte innecesaria, se fue consolidando hasta el día de hoy
El pistoletazo de salida este año es el 12 de julio. Desde este día hasta el 22, la Caravana que lleva como enseña la única bandera legítima, la bandera de la solidaridad y de la fraternidad, comienza un recorrido que la llevará hasta Bosnia, pasando por Padua, Trieste y Bilhac.
De todos los rincones de España partirán activistas rumbo, este año, a los Balcanes, puerta de entrada a Europa y una de las fronteras más duras a la vez que ignoradas, para todas aquellas personas que tratan de alcanzar un mundo mejor donde sobrevivir. Vienen cargadas de esperanza, de ilusión de futuro, un futuro que el lugar donde nacieron les niega. Mientras cada día los medios nos sacuden con las imágenes de cientos de personas queriendo llegar a la vieja y, antaño, solidaria Europa, se niega siquiera sea un breve espacio a esta Caravana que reclama Justicia, Compasión, Compromiso, Cumplimiento de los Derechos humanos y Fraternidad.
Desde España, tres serán los puntos de partida: Madrid, Valencia y Bilbao. La salida, rozando la media noche, se llena de abrazos, reencuentros, anécdotas de pasadas caravanas, retazos de historias personales del intervalo que va de la pasada caravana a esta. Saben que el viaje es duro, largas horas de autobús que dejarán maltrecha la espalda y profundas ojeras en los rostros. Encuentros y reuniones con otros colectivos semejantes, manifestaciones bajo un sol inclemente, gritos de rabia contenida clamando justicia y denuncias de violaciones de los derechos humanos, voces que se alzan como una sola voz. A ella se unirá, pasados los Pirineos, la caravana italiana, un proyecto hermano con el que se comparten objetivos, acciones, metas. En total, más de doscientas personas recorriendo durante diez días diferentes ciudades europeas hasta llegar a destino: Serbia. Y un nuevo escenario se abre ante la Caravana: ¿Qué pasó en Yugoslavia? ¿Qué intereses movieron aquella guerra que ha pasado a la historia como La Guerra de los Balcanes? ¿Qué hay detrás de unas fronteras que se han convertido en los más peligrosos y más silenciados puntos de acceso a los paraísos soñados?
El domingo, medio mundo estará pendiente de un acontecimiento deportivo, una hazaña protagonizada por un hijo de migrantes que tuvieron que fingir ser refugiados para poder entrar y quedarse en España. Un niño de dieciséis años que, más allá de la destreza dando patadas a un balón, ha tenido la dicha de colocar en el debate una perspectiva diferente de la migración. Porque mientras el ser migrante negro (y si además es mujer la aberración xenofóbica llega al paroxismo) sea motivo de rechazo y discriminación estaremos ante un mundo profundamente injusto. Y mientras sigan elaborándose y formándose leyes como el Pacto de Emigración y Asilo que solo profundizan en el sufrimiento y la muerte inocente de miles de personas, CARAVANA ABRIENDO FRONTERAS seguirá recorriendo los caminos, gritando “Abajo las Fronteras”, “Arriba los Derechos Humanos” y empujando por cambiar ese escenario de injusticia y dolor por el único posible, el tejido por la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
Luz Modroño, colaboradora de La Mar de Onuba, es doctora en Psicóloga y profesora de Historia en Secundaria. Pero es, sobre todo, feminista y activista social. Desde la presidencia del Centro Unesco Madrid, y antes miembro de diversas organizaciones feministas, de Derechos Humanos y ecologistas (Amigos de la Tierras, Greenpeace), se ha posicionado siempre al lado de los y las que sufren, son perseguidos o víctimas de un mundo tremendamente injusto que no logra universalizar los derechos humanos. Y considera que mientras esto no sea así, no dejarán de ser privilegios. Es ésta una máxima que, tanto desde su actividad profesional como vital, ha marcado su manera de estar en el mundo.
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