Caixabank rechaza investigar el fraude de seguros a temporeras marroquíes porque las víctimas «no han denunciado»

Trabajadoras marroquíes contratadas en origen regresando a su país tras una campaña de frutos rojos (Imagen de archivo)

🗞️ La entidad admite que no puede refutar el fraude en el cobro masivo de «primas de seguros» a temporeras GECCO que no lo habían solicitado.

🗞️ La oficina de La Caixa en Almonte (Huelva) cobró durante años por seguros no solicitados, sin entregar facturas, pólizas ni información de las prestaciones supuestamente contratadas.

🗞️ La apropiación indebida del dinero de las trabajadoras alcanzó, en algunos casos, hasta el 10 % de los jornales realizados durante los meses de campaña de frutos rojos.

🗞️ La entidad argumenta que las trabajadoras tuvieron treinta días para reclamar las cantidades sustraídas irregularmente.

🗞️ Caixabank asevera que todos sus clientes reciben «por correo» la documentación acreditativa de las pólizas suscritas, pero no puede acreditar haber actuado así en el caso de las temporeras marroquíes.

por Perico Echevarría

Martes, 16 de agosto de 2022. Caixabank no abrirá, al menos de forma oficial, una investigación ni ofrecerá explicaciones sobre el fraude con pólizas de seguro perpetrado entre los años 2013 y 2019, de forma acreditada por La Mar de Onuba, en la oficina de La Caixa de El Rocío (Almonte, Huelva)  contra mujeres trabajadoras de origen marroquí contratadas en origen para las campañas de frutos rojos de la provincia de Huelva al amparo de la denominada Orden GECCO.

La entidad bancaria considera que los testimonios y documentos revelados por La Mar de Onuba no constituyen un relato de hechos que resulte necesario investigar, al no constar denuncias ni reclamaciones de las víctimas de la apropiación indebida. Un dinero que, en algunos casos, llegó a suponer más de un 10 % del salario ganado por las temporeras marroquíes en sus pocos meses de estancia anual en España.

Mientras este escándalo no pase de un «titular incómodo» en un medio pequeño y modesto como La Mar de Onuba, y a pesar de la gravedad y miserabilidad de los hechos desvelados por esta revista, Caixabank ni se plantea investigar si en una de sus oficinas se pergeñó toda una operación fraudulenta para incautar a trabajadoras marroquíes de ‘contrato en origen’ parte de sus salarios domiciliados en la entidad

Dicho de otra forma, mientras este escándalo no pase de un «titular incómodo» en un medio pequeño y modesto como La Mar de Onuba, y a pesar de la gravedad y miserabilidad de los hechos desvelados por esta revista, Caixabank ni se plantea investigar si en una de sus oficinas se pergeñó toda una operación fraudulenta para incautar a trabajadoras marroquíes contratadas en origen cantidades que oscilan entre 70 y 200 euros anuales. O en argot popular, a Caixabank «se la suda» aclarar ante la opinión pública si, como revelan la documentación y los testimonios recabados por La Mar de Onuba, se ha estado detrayendo de forma ilegítima dinero de sus nóminas domiciliadas a las trabajadoras marroquíes, en concepto de «primas» de seguros que ninguna de las mujeres había pedido. Y sin hacer entrega de facturas, contratos o pólizas en las que se detallaran qué prestaciones estaban contratando.

Caixabank admite que no puede demostrar que no hubo fraude

No obstante, y de forma implícita, Caixabank sí reconoce haber hecho averiguaciones al objeto de poder responder a las preguntas de La Mar de Onuba. En este sentido, la entidad se puso en contacto con esta redacción y sostiene que «aún» no ha «encontrado» la documentación que permita acreditar que se han cumplido todas las normas legales y deontológicas exigibles a las compañías aseguradoras, durante los siete años que las trabajadoras GECCO vieron cómo una oficina de La Caixa se quedaba, de forma sistemática, parte de su nóminas domiciliadas en la entidad. La única «documentación» al respecto de la que disponen las víctimas son los apuntes bancarios en sus libretas de ahorro; cargos en los que pueden leerse «prima de salud«, «scc seguros» o «sc repatriación».

Recordemos los hechos revelados en exclusiva por La Mar de Onuba. Esta revista ha podido constatar fehacientemente que la oficina de La Caixa de la localidad onubense de El Rocío (Amonte, Huelva) estuvo cobrando de forma fraudulenta cantidades de hasta 200 euros anuales a trabajadoras marroquíes de contrato en origen (Orden Gecco) asignadas a las empresas Atlantic Blue/Atlantic Green de Almonte (propiedad del gigante chileno de los frutos rojos Hortifrut, que pagó por ellas 241 millones de euros en 2021).

El fraude pasaba por hacer suscribir a las trabajadoras Gecco seguros de «salud», «repatriación» y otros sin concretar, sin solicitud ni consentimiento previos, y sin recibir las víctimas facturas, justificantes o pólizas en las que se describieran, de forma entendible para ellas, las coberturas contratadas y prestaciones obtenidas. Se estuvo perpetrando de forma continuada, al menos, entre 2013 y 2019. A partir de 2020, año en el que se desató la pandemia de COVID-19, ya no constan cobros similares.

Caixabank se puso en contacto con La Mar de Onuba y sostiene que «aún» no ha «encontrado» la documentación que permita acreditar que se han cumplido todas las normas legales y deontológicas exigibles

La metodología de esta abusiva, miserable, expropiación de parte de su salario a las temporeras, destaca tanto por su simpleza como por su osadía, según se desprende de la investigación realizada por esta revista. Al incorporarse a las empresas a las que son asignadas al llegar, las trabajadoras marroquíes de contrato en origen son obligadas a firmar, muchas veces de forma irregular y sin obtener copia de lo firmado, documentación cuyo contenido desconocen, relacionada generalmente con la «toma de conocimiento» de normas sobre Prevención de Riesgos Laborales (PRL), planes de Igualdad u otras propias de las empresas.

En Atlantic Blue/Atlantic Green, alguien «calzaba» entre la documentación a firmar los contratos por los que subscribían, sin ser conscientes, pólizas de seguro valoradas entre 70 y 200 euros que la entidad bancaria cobraba a través de «cargo en cuenta». Las trabajadoras afectadas a cuyo testimonio ha tenido acceso esta revista, aseveran que los únicos documentos que rubricaron en España durante aquellos años fueron los que la empresa les exigió, incluidos los relacionados con la apertura de cuentas de ahorro en La Caixa para el cobro domiciliado de su nóminas.

La metodología de esta abusiva, miserable, expropiación de parte de su salario a las temporeras, destaca tanto por su simpleza como por su osadía, según se desprende de la investigación realizada por La Mar de Onuba

Por su parte, las compañías aseguradoras, en este caso Caixabank o alguna de sus empresas asociadas, están obligadas a facilitar una copia de las pólizas suscritas en el momento de la firma. La entidad sostiene que la documentación se habría hecho llegar al domicilio de las aseguradas…. en Marruecos. La copia del contrato firmada por la entidad, la factura por el cargo realizado y, sobre todo, la póliza suscrita en cada caso con las coberturas y prestaciones detalladas en el idioma de las trabajadoras. Cabe recordar, a este respecto, que las mayoría de las mujeres marroquíes contratadas en origen desconocen el idioma español, y que gran parte de ellas no sabe leer ni escribir en su propia lengua.

En los casos acreditados por esta revista, las mujeres nunca recibieron dicha documentación. De hecho, los acuses de recibo que ayudarían a demostrar que no se ha incumplido la ética esperable del gigante bancario español, forman parte de la documentación que Caixabank admite no haber «encontrado».  «Todavía», añaden sus portavoces.

«No constan denuncias ni reclamaciones»

Aún así, la entidad ha rechazado abrir algún tipo de averiguación interna que descarte la mala praxis en su oficina de El Rocío. «Si no hay denuncias por parte de las personas afectadas, no vamos abrir ninguna investigación», aseguraron recientemente a esta redacción fuentes autorizadas de Caixabank, que aseveraron que las informaciones y documentos publicados por La Mar de Onuba no tienen suficiente «relevancia» para que la entidad contemple investigar lo sucedido.

El directivo sostiene que todas las personas que suscriben seguros con la entidad disponen de un plazo de treinta días para darlo de baja y reclamar lo abonado si no están satisfechas con lo contratado, y que no consta que ninguna lo haya hecho

Dichas fuentes sostienen que todas las personas que suscriben seguros con la entidad disponen de un plazo de treinta días para darlo de baja y reclamar lo abonado si no están satisfechas con lo contratado, y que no consta que ninguna lo haya hecho. Esta presunta garantía ofrecida por la entidad no se sostendría en este caso. Además de los impedimentos propios de personas que desconocen el idioma español, hay que destacar que a las trabajadoras GECCO de Atlantic Blue/Atlantic Green (que permanecen en la provincia de Huelva una media de tres o más meses cada campaña de frutos rojos) se les cargaba el cobro de los seguros en sus cuentas bancarias con posterioridad a su llegada nuestro país, por lo que si la documentación a impugnar era remitida por Caixabank a sus domicilios, cuando estas tuvieran acceso a ella se habrían cumplido los propios plazos descritos por la entidad para reclamar.

Por otra parte, no es cierto que las mujeres no se hubieran quejado por el cobro indebido por productos que no habían solicitado y que no necesitan, ya que como cotizantes a la Seguridad Social, las trabajadoras con contrato en origen ya cuentan con la cobertura sanitaria que ofrece el Sistema Nacional de Salud (SNS).

Najat Bassit, integrante de Jornaleras de Huelva en Lucha -SOA, y ex trabajadora de Atlantic Blue, explicaba el pasado 13 de julio en el programa Construyendo memoria de Radio Nacional de España (VER VÍDEO), que ella misma habló en nombre de sus compañeras con la entidad bancaria para solicitar las bajas de las pólizas y la devolución de las primas cobradas de forma ilegal. Pero la persona que le atendió rechazó tal posibilidad, alegando que las pólizas eran resultado de un «contrato que tiene la empresa con La Caixa». Sin más detalles ni explicaciones.

Asimismo, un grupo de trabajadoras de Atlantic Blue/Atlantic Green llegó a concentrarse ante las oficinas de la empresa para pedir explicaciones al respecto y exigir la devolución del dinero incautado de forma ilegal de sus cuentas bancarias. Pero tampoco lograron su objetivo, ya que la empresa rechazó tener responsabilidad alguna. Algunas de las mujeres afectadas sostienen que se les dijo que se trataría de «algo obligatorio para las mujeres contratadas en origen».

A no ser que todas las trabajadoras consultadas se hayan puesto de acuerdo para mentir, la documentación exculpatoria que Caixabank «todavía» no ha encontrado» no existe

Lo cierto es que no consta que la empresa ni la entidad bancaria hayan entregado nunca a las trabajadoras facturas, contratos ni pólizas en las que se detallen las coberturas contratadas y las prestaciones  a las que tendrían derecho. Tampoco pueden acreditar en qué momento y circunstancias las trabajadoras habrían solicitado contratar los seguros. Y encima, los responsables de Caixabank «no encuentran» la documentación que verifique la «buena praxis» de su oficina almonteña en este turbio asunto.

Y es que, a no ser que todas las trabajadoras consultadas se hayan puesto de acuerdo para mentir, toda esa documentación no existe.


Buzón de Burofax de La Mar de Onuba: burofax@lamardeonuba.es

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