José Carlos Castro Hidalgo, Joseka, se fue de su casa el pasado 10 de enero dejando una nota en la mesita de noche.
Los medios de comunicación se hicieron eco de la «noticia» y su caso se viralizó en la televisión, los periódicos y las redes sociales.
«Romper con todas las cadenas que te atan y dejar de formar parte de esta sociedad moderna para vivir finalmente al margen de ella, es muy liberador», asegura el joven autor en una entrevista con La Mar de Onuba.
Domingo, 31 de julio de 2022. El pasado 10 de enero, José Carlos Castro Hidalgo, Joseka, un joven malagueño de 31 años, decidió emprender su propio Camino de Santiago y se fue de su casa dejando una nota en la mesita de noche. Los medios de comunicación se hicieron eco de la «noticia» y su caso se viralizó en la televisión, los periódicos y las redes sociales. «Mientras yo me sumergía en un viaje personal en busca de respuestas, el resto del mundo me buscaba por todas partes tejiendo docenas de rocambolescas y erróneas teorías», cuenta en la sinopsis de Bokerón del Camino, el libro que él mismo acaba de editar, en el que cuenta los 18 días que duró un periplo de aprendizaje, fortalecimiento y superación de sus propios miedos, en el que llegó «al extremo de dormir refugiado del frío en el nicho de un cementerio».
«Mientras yo me sumergía en un viaje personal en busca de respuestas, el resto del mundo me buscaba por todas partes tejiendo docenas de rocambolescas y erróneas teorías»
Cinco años antes, José Ángel sufrió un brote psicótico, una patología puntual que sufren millones de personas, superada, que formaba parte hasta ese momento de su vida privada. Pero cuando en enero decidió marcharse sin dar más explicaciones que unas breves palabras en una libreta dejada sobre una mesita, algunos grandes diarios y cadenas de televisión de comunicación lograron hacerse con esa información y no dudaron en relacionar aquel episodio íntimo con su viaje. Como cuenta en Bokerón del Camino, durante los 16 días que José Carlos viajaba en su particular peregrinación ajeno a las noticias y las redes sociales, su cara y su «fuga» se hicieron con su propia cuota de pantalla, hurgando y fabulando sobre su biografía, relaciones familiares, laborales y amistosas.
«Estar ‘loco’ te permite hacer todo aquello de lo que eres incapaz cuando estas cuerdo, comprender el universo desde un punto de vista más amplio y profundizar en él hasta límites deconocidos»
«Finalmente achacaron mi fuga a un brote psicótico, a no encontrarme en mis cabales, y aunque no descarto haber perdido la cabeza, con este libro no pretendo excusarme, sino todo lo contrario, romper una lanza a favor de la locura. Estar ‘loco’ te permite hacer todo aquello de lo que eres incapaz cuando estas cuerdo, comprender el universo desde un punto de vista más amplio y profundizar en él hasta límites que aún desconozco, es por eso que en estas páginas muestro tan solo un ápice de los pensamientos y las ideas que corretean por mi cabeza, siempre a través de mi propias experiencias».
«Fueron dieciocho los días que duró mi periplo y en cada uno aprendí algo nuevo», cuenta a lo largo de 145 páginas escritas en verso geométrico, pues miradas como imagen, la mayoría de sus páginas parecen formar figuras geométricas, como fichas que conforman el relato. «Este libro relata la verdadera historia de mi viaje, además de lo difícil que resultó mi regreso, en el que me enfrenté al rechazo de una sociedad que repentinamente me marginó y me tachó de loco. Y aunque no niego estarlo tal vez la locura no sea tan mala como creemos. Tal vez, y sólo digo tal vez, no deberíamos tenerle tanto miedo».
Asegura que «a la hora de la batalla, cada uno debemos portar nuestras armas. En mi caso, la libreta y el bolígrafo son mi escudo y mi espada, pero como no podemos escribir sobre lo que no sepamos. Necesitaba conocer el mundo desde abajo, contemplar con mis ojos sus verdades y sufrirlas en mis propias carnes. Ese fue el verdadero motivo de mi viaje, vivir una aventura en la que buscar inspirarme para así expresarme a través de mi escritura y ayudar a que otros se quiten la venda. Aportar mi granito de arena para intentar mejorar nuestra sociedad moderna».
«Necesitaba conocer el mundo desde abajo, contemplar con mis ojos sus verdades y sufrirlas en mis propias carnes. Ese fue el verdadero motivo de mi viaje, vivir una aventura en la que buscar inspirarme para así expresarme a través de mi escritura y ayudar a que otros se quiten la venda.
Caballero errante, prosaico, esquemático, ocurrente y simpático. Aventurero entre comillas. Locura lógica muy interesante. José Carlos construye en Bokerón del Camino una historia que no te deja indiferente. En el Parque del Oeste, enclave malagueño que inspiró uno de los capítulos más relevantes de , José Carlos revela para La Mar de Onuba algunos detalles y percepciones personales de aquella aventura.
¿En qué momento despertó tu alma aventurera?
Creo que desde la primera vez que puse un pie en el Camino de Santiago, donde descubrí una parte de mi que siempre estuvo ahí enterrada, pero que hasta entonces desconocía. Y es que, al parecer, por mis venas corre sangre de peregrino- O al menos así es como lo siento yo, y como tal no he dejado de caminar incesantemente en busca de las respuestas a las preguntas más existenciales sobre nuestra propia naturaleza como seres humanos.
«Los primeros días de regreso a mi cuarto me sentía más cómodo durmiendo en el suelo que en mi cama, y es que una parte de mi nunca regresó de aquel viaje»
¿Qué te empujó a escribir el libro?
Cuando te tomas el tiempo suficiente para observar nuestro mundo descubres que nosotros, como sociedad, vamos de cabeza a nuestra propia autodestrucción, y cuando eres consciente de algo así, automáticamente eso te convierte en responsable. Por tanto me siento en la obligación de buscar la manera de aportar mi pequeño granito de arena para concienciar a otros y evitar que eso ocurra.
«En mi viaje únicamente me preocupaba de conseguir comida y un refugio para dormir, observando al resto del mundo desde las gradas y sintiéndome totalmente ajeno a él, saboreando por primera vez la que considero la auténtica libertad»
Después de varios días de trotamundos, extenuado, pero no derrotado, volviste a la mal llamada civilización.
¿Qué es lo mejor y lo peor? ¿Qué te ha enseñado?
He aprendido mucho de mi viaje, y siento que he conseguido aquello que salí a buscar. Esta experiencia me ha fortalecido, y tanto para bien o para mal me ha cambiado en muchos aspectos, hasta el punto de que en un principio, a mí regreso, me costaba reconocerme en el espejo, fue como volver a conocerme de nuevo. Y no es un aprendizaje pasajero, de esos que se olvidan, es algo que siento que me acompañará toda una vida. Lo peor supongo que fue el trato recibido por la sociedad, o más bien el rechazo, pero al final eso también me ha enseñado mucho, y todo lo que sea aprendizaje bienvenido sea.
¿De qué te sientes más orgulloso?
Creo que nunca he sido capaz de acabar lo que empiezo, y el haber conseguido terminar de escribir mi libro y haber podido plasmar en él todo lo que pretendía para mí ha sido un logro impresionante. No se me olvidará el día en que terminé de escribir la última página, rompí a llorar como una magdalena, no solo por la ilusión de acabarlo, si no por todo lo que me supuso y lo difícil que fue llegar hasta ese momento. Ha sido muy complicado, y aunque cueste creerlo, fue peor todo lo que tuve que soportar a mí regreso que el propio viaje.
Sin querer ser ejemplo para nadie, Joseka nos deja una experiencia de vida, de caminos tortuosos muy interesantes. Se puede vivir con todo y sin nada, con el cielo como techo y la tierra como cama. Las estrellas te acuestan, el alba te levanta. Los cánones impuestos no sirven de nada, solo para vanagloria del humano sin criterio. Bokerón del Camino te traslada a esa cuerda locura.
Bokerón del Cámino. Capítulo 7
He tenido el gran placer de entrevistar a un ser humano con mayúsculas , al igual y con la misma categoría el director de esta revista PERICO PAN, espero que algo despierte al conocer la historia de Joseka en aquellos que se sienten perdidos y les enseñe el camino de vuelta
Es una maravilla ser testigo de la belleza, dureza y también crudeza de la realidad que transitamos y a veces sobrevivimos al enojo del mundo y a veces no aceptamos nuestro propio enfado con el planeta porque somos putas pelusas cósmicas que vamos donde nos lleve el viento y a ritmo personal pero que resuena a escala global de una forma brutal. Somos nada y en nada nos convertiremos pero aunque todo carezca de sentido y parezca cómica. La vida es como un chiste de chiquito de la Calzada, una confusión, una contusión. ¿Por qué hay que ser productivo? ¿Porqué seguir una norma dentro de una normativa de un reglamento que ha excedido generaciones y que se ha ido modulando para que las cosas no se saliesen de madre? ¿Amar es la respuesta a todo? ¿Qué significan mis sueños? La vida es bella, pero nunca podrás memorizar la luz de las estrellas.
La cosa es buscar un nuevo orden, algo a lo que entregas las cosas bellas que albergamos en nuestros corazones. No obstante nacemos para morir y esa es la única certeza que tenemos.
Un abrazo gigante a todxs y a disfrutar!
Aramí.
Gracias con mayúsculas querida amiga al igual que Joseka tu también eres un ser especial