Ha vuelto el famoso “raca raca” de que el bajar los impuestos provoca una recaudación más alta de la mano del nuevo líder de uno de los partidos de la derecha en España. Pablo Casado insistió alegremente en el reciente congreso del PP, que bajando impuestos se recaudaba más; no es que sea erróneo es que es mentira.
El sistema fiscal español ha demostrado que no es ni equitativo, ni progresivo, ni lo más preocupante, eficiente para llenar las arcas públicas, que se quedaron escuálidas tras la crisis. De este modo, España y su caótica política impositiva han demostrado que célebre curva de Laffer no existe, tal y como la estudiamos, quienes estudiamos, señor Casado, en la universidad pública….que marca que donde la bajada de los impuestos que ha llevado a cabo el PP en los cuatros primeros años de gobierno de Rajoy solo ha logrado vaciar más la hucha del Estado, que tan solo se estabilizó tras la intervención del Banco Central Europeo comprando deuda pública española y mediante el rescate país a la banca.
¿Qué es lo que dice la teoría de Laffer? En síntesis, esta curva expone que si el tipo impositivo es cero, los ingresos fiscales también lo serán; pero es que si el tipo impositivo es 100, los ingresos seguirán siendo nulos, ya que unos impuestos muy elevados nadie ofrecería ni demandaría el bien en cuestión ante tan alto gravamen. Es decir, a mayor presión impositiva, menores ingresos fiscales. Por lo tanto, la teoría apunta a que son los bajos impuestos los que pueden llenar las arcas públicas.
Esta teoría económica ha sido muy discutida desde que se formulara en los años 80, pues muchos economistas no consideraban que una baja carga fiscal asegurase suficientes ingresos. Pues bien, España ha demostrado que la curva de Laffer no es acertada, que bajar los impuestos no garantiza mayores ingresos fiscales porque ni ha incentivado la contratación ni la subida de salarios ni el consumo en estos años atrás.
Por fortuna este populismo fiscal ya no es posible en España porque en 2011 se aprobó en Bruselas un mecanismo preventivo que obliga a los países a reducir su déficit estructural en los años de expansión económica, cuando crece el empleo y los ingresos fiscales por encima de su potencial de crecimiento a largo plazo. Por fortuna, en Bruselas no creen en la curva Laffer, en la que creen los seguidores de Ronald Reagan y de Margaret Thatcher.
Por lo tanto, Pablo Casado está prometiendo cosas que si llega al gobierno, sabe que no podrá cumplir. Es lo que le pasó a Rajoy en 2011 y al negarse a incumplir sus promesas de campaña llevó a España al rescate, a una intensa fuga de depósitos y de capitales que provocó la destrucción de un millón de empleos y una caída del crédito a empresas y familias del 30% del PIB.
En España hasta 2008 aumentaba la recaudación porque había una burbuja que inflaba los salarios y la inflación. También aumentaba artificialmente los beneficios empresariales y la recaudación de esos impuestos y los vinculados al boom de la vivienda, principalmente el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de ventas de viviendas y el de Actos Jurídicos Documentados de registro de hipotecas. Así como los ingresos de los ayuntamientos por ventas de suelo, licencias de obra e impuesto de plusvalías…..solo eso y ni más ni menos, que no nos engañen con Laffer, Reagan y su abuela…
La diferencia entre 1980, el año 2000 y hoy es que tenemos evidencia empírica para afirmar que siempre que se han bajado impuestos ha bajado la recaudación y cuando se han subido, ha subido la recaudación. Keynes recomendaba bajar los impuestos en las recesiones para compensar la caída de consumo e inversión privada.
El problema es que Reagan bajó los ingresos públicos sobre PIB y aumentó el déficit y la deuda pública en medio de una estanflación y forzó a la Reserva Federal a mantener más altos los tipos de interés, lo cual apreció el dólar. La política fiscal expansiva y el dólar fuerte provocaron un problema de déficit exterior que es estructural desde entonces en EEUU.
Ahora Trump quiere resolver con proteccionismo sin subir el ahorro y reducir el déficit público, que es el mal congénito de la economía americana desde hace 40 años.
Altos tipos de interés y dólar fuerte frenaban la inversión privada y Reagan optó por poner aranceles a las importaciones, lo mismo que está haciendo Trump, que es subir impuestos. Y los aranceles no constan en esas curvas Laffer.
En España, cuando la burbuja pinchó en medio de la peor criáis financiera global en ochenta años los ingresos estructurales cayeron 7 puntos de PIB. Aznar y Casado siguen culpando a Zapatero de la crisis sin reconocer que la burbuja se formó durante sus ocho años de gobierno. Ésta fue la principal causa de la crisis, de la masiva destrucción de empleo y del brutal aumento del déficit y la deuda pública.
Y ante las promesas de congreso de partido de reducir impuestos solo me hacía recordar que en su larga vida de diputado ha sido uno de los que han apoyado las subidas de impuestos más brutales que jamás he conocido. Nunca en mi vida he pagado tantos impuestos como bajo los gobiernos de Rajoy, Cifuentes y Botella.
Pablo Casado es un político y nunca haría eso ya que sabe que si lo promete, no habría sido elegido presidente del PP ni tendría ninguna opción de ser presidente del gobierno. En Wall Street ya se teme que el proteccionismo de Trump genera una recesión en EEUU y se habla abiertamente de burbuja en las bolsas, especialmente en las empresas tecnológicas. Estamos viendo mucha inestabilidad en países emergentes y es muy probable que 2019 sea un año de inestabilidad financiera. España tendrá que emitir el próximo año 220.000 de deuda pública en los mercados sin la protección de las compras del BCE. Y nuestros líderes políticos viven en el país de las maravillas…..un poco de cordura y menos populismo, por favor.
Francisco Villanueva Navas, analista financiero de La Mar de Onuba es economista y periodista. En Twitter: @FranciscoVill87