C.A.R. Astrea Redux es un poema de John Dryden compuesto con motivo de la restauración en el trono y el retorno de Carlos II de Inglaterra en 1660. Dryden había estado entre los partidarios de la expulsión del propio Carlos II. Oler el aire y saber por dónde le conviene a uno ir, es lo que le pasó al poeta.
C.A.R. no ha escrito poema alguno pues no se dedica a tal menester. Pero sí ha olfateado el retorno de Aznar y está recomponiendo sus fuerzas, recuperando sic stantibus ideología, enseñas, irracionalidades de figón y cuadros de los sueños de la razón de don Francisco de Goya y Lucientes, para transmitir su imagen de España a gentes deseosas de convertir la política en una guerra.
C.A.R. ha frecuentado universidades. Cosa distinta es que estudiara en las mismas o en cualquier otro templo del saber. Puede incluir titulaciones curriculares, pese a persecuciones judiciales desaforadas o a rectificaciones obligadas por constatables falsedades de apreciación.
C.A.R. lleva su España irreal, ignorante de historia contrastada copiada del franquismo residual más ramplón, en altisonantes verborreas hueras de ideas y de soluciones. No pacta. Quiere imponer. No escucha. Grita. No busca caminos que lleven a situaciones nuevas. El austria Carlos II, “el embrujado” es el símbolo patrio que les resuena el alma.
Casado, Abascal, Rivera. CAR. Con ligeras variantes de orquesta de salón ahora, pactaran cuando ganen. Los que dejen que ahí lleguemos, se arrepentirán de su ceguera y pasividad.
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