Lunes, 25 de noviembre de 2024. Pese a mejorar en gasto por habitante respecto al ejercicio anterior, el estudio del Consejo Económico y Social (publicado recientemente y referente al ejercicio 2023) dictamina que Andalucía volvió a ser la región con menor valor en este sentido con 1.650,82 euros per cápita, lejos de País Vasco y Asturias, ambas por encima de los 2.000 euros por habitante. En cuanto al gasto de la Junta para concertación con entidades privadas, pasó de 424 millones de euros en 2018 a 580 millones en 2022, último dato ofrecido por la Estadística de Gasto Sanitario Público del Ministerio de Sanidad. Es decir, se acrecentó un 36,8% en el último lustro
Según datos del SAS, el presupuesto definitivo para 2023 en materia de sanidad ascendió a 14.245,27 millones de euros. El grado de ejecución alcanzó el 98,9%. En los últimos cinco años, este presupuesto se incrementó de manera notable, con un aumento en este último año del 11% y del 43,9% respecto a cinco años atrás. Sin embargo, en Andalucía hay más de ocho millones de habitantes y lo que parece mucho, si se hace una sencilla división, al final es poco. Dado el padrón de población, este presupuesto se tradujo en 1.650,82 euros por habitante, una cifra muy por debajo de los primeros puestos de País Vasco y Asturias, que se gastaron más de 2.000 euros por cabeza en 2022 (el CES aduce que no hay datos comparativos por comunidad autónoma en 2023). Y precisamente, en 2022, Andalucía fue la comunidad autónoma que menos se gastó por habitante de toda España (1.533 euros).
Por programas destacó en el presupuesto el peso de atención sanitaria (un 78,3%) y de prestaciones complementarias y farmacéuticas (un 18,9%). «El gasto farmacéutico comienza a ser un problema en el sistema y parecería lógico que el SAS volviese a un sistema de precios tasados, recomendados o fijados, a través de un mecanismo similar al desarrollado en su día por medio de la subasta médica«, argumentan desde el Consejo Económico y Social de Andalucía.
Por capítulos, gastos de personal y gastos corrientes en bienes y servicios fueron los que tuvieron un mayor tamaño en el presupuesto anual (con un 47,9% y un 30,3%, respectivamente). En menor medida se situaron las transferencias corrientes (un 17,7%), los gastos de inversión (un 3,9%) y los gastos financieros (un 0,4%).
El gasto público sanitario consolidado en la Comunidad Autónoma de Andalucía alcanzó en 2022 (último año comparable por comunidad autónoma) los 13.093 millones de euros, lo que supuso un 3,6% más que el año anterior. Ya en 2021 había crecido esta partida un 6,6%.
De este modo, Andalucía volvió a ser la sexta comunidad autónoma con mejor ratio de gasto sobre el PIB, situándose en el 7,3%. Y alcanzó los 1.533 euros por habitante, siendo en este sentido la de menor gasto por habitante. A partir de estos datos se observó que:
- Andalucía fue la segunda comunidad autónoma en gasto sanitario público consolidado total, sólo por detrás de Cataluña, cuyo gasto fue de 14.509 millones de euros.
- Pese a que el gasto andaluz fue más elevado que el año anterior, el porcentaje sobre el PIB fue menor, pasando del 7,9% de 2021 al mencionado 7,3% de 2022.
- Esto fue debido a un incremento del PIB regional superior al aumento en gasto sanitario. Y fue una situación que también tuvo lugar en el resto de las comunidades autónomas, tal y como puede apreciarse en el siguiente gráfico.
- La comunidad autónoma andaluza, pese a mejorar en gasto por habitante respecto al ejercicio anterior, volvió a ser la región con menor valor en este sentido, lejos de País Vasco y Asturias, ambas por encima de los 2.000 euros por habitante.
Poniendo el foco en la tasa de variación interanual del gasto sanitario público desagregada correspondiente al bienio 2021-2022, la comunidad autónoma andaluza fue la cuarta región con peor tasa. Con un 3,1% se situó únicamente por delante de Aragón, Extremadura y Navarra. En cuanto al gasto de la Junta de Andalucía para concertación con entidades privadas, pasó de 424 millones de euros en 2018 a 580 millones en 2022, último dato ofrecido por la Estadística de Gasto Sanitario Público del Ministerio de Sanidad. Es decir, se acrecentó un 36,8% en el último lustro.
Andalucía destinó así el 4,4% del gasto sanitario público a conciertos con la sanidad privada, situándose por debajo de la media nacional (que quedó en el 6,4%) y lejos de Cataluña y Madrid, que fueron las comunidades con mayor tasa (en concreto un 22,6% y un 12,3%, respectivamente).
«Junto con la sanidad pública, la privada viene alcanzando una creciente presencia en la región, entre otros motivos debido al deterioro de la calidad de prestación de servicios por parte de la sanidad pública y por el aumento señalado de las cantidades transferidas para conciertos privados«, denuncia el CES. Así, actualmente, atendiendo a datos de la patronal del seguro Unespa, el 22% de la población andaluza cuenta con un seguro privado (un 16,3% más que cinco años antes), situándose en torno a la media del conjunto de España, que fue del 25,3%.
La Comunidad de Madrid, con un 40,1%, fue la región con mayor número de personas aseguradas, mientras que Navarra, con un 11,3%, registró el menor nivel.
En relación con el gasto farmacéutico andaluz, se constató en 2023 un gasto farmacéutico total de 2.312 millones de euros, lo que supuso un incremento del 2,7% respecto al ejercicio anterior y un aumento del 21,6% respecto a 5 años atrás.
De este modo, Andalucía fue la cuarta comunidad autónoma con mayor variación del gasto farmacéutico desde el año 2019, sólo por detrás de Murcia, Baleares y Canarias. Como se indicó en informes de años anteriores, el gasto farmacéutico andaluz cambió en 2021 el modelo de acceso a los medicamentos, sobre la base de una mayor liberalización, abandonando el sistema de subasta vigente entre 2012 y 2020.
En 2023, junto con el gasto farmacéutico total, se incrementó también el número total de envases facturados (212,3 millones, un 2,0% más que en 2022) y el gasto medio por receta (que ascendió a 10,9 euros de media).
Sobre esta materia, estudios recientes a partir de la Base de Datos Clínicos de Atención Primaria (BDCAP) del Sistema Nacional de Salud evidenciaron que, a nivel nacional, las personas con niveles de renta inferiores a los 18.000 euros, que son atendidas en los centros de salud, tienen prescritos más fármacos crónicos y consumen más pastillas para el dolor, la ansiedad o la depresión. Es decir, que hay una correlación entre pobreza y medicación.
«Sería de interés constatar si esta realidad se produce de igual forma en Andalucía, así como atender de manera integral este fenómeno», añade el CES.
Por último, en materia de gasto farmacéutico, cabe recordar que el precio de los medicamentos en España «no es conocido por parte de la opinión pública». Si bien, por parte del Ministerio de Sanidad se comunicó este año, ante distintas resoluciones judiciales derivadas de recursos a iniciativa de organizaciones de la sociedad civil, «la intención de ir avanzando en transparentar el precio de los fármacos».
@Francisconuba
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