“Si la Inspección de Trabajo y la Guardia Civil vuelven a la finca, la multa será tan gorda que el Curi tendrá que despedir a todos los trabajadores», advirtió el pasado sábado la ‘mediadora intercultural’ de MZC.
Huelva, 8 de junio de 2020. Según ha podido acreditar La Mar de Onuba de fuentes de absoluta solvencia, una mediadora de la ONG Mujeres en Zona Conflicto (MZC), entidad contratada por la Junta de Andalucía para “reforzar” a los consultores del Prelsi, se personó la mañana del pasado sábado en las instalaciones de la empresa Frutas Curi para pedir a seis de sus trabajadoras marroquíes, «en nombre del Gobierno Andaluz», que no ratifiquen ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social una serie de hechos que los funcionarios del Estado pudieron conocer de primera mano en la inspección sorpresa que tuvo lugar el pasado 3 de junio, como informó, en su momento, y en exclusiva esta revista.
La mediadora de MZC, que desde el primer momento dejó claro que también hablaba “en nombre del Gobierno Andaluz” (para lo que llegó a exhibir un documento que acreditaría tal representación), expresó a la seis marroquinas, con total crudeza, las plausibles consecuencias que para la empresa podía tener la investigación abierta sólo unos días antes, por la ITSS y la Guardia Civil.
“Si vuelven a la finca la sanción va ser tan gorda que el Curi va a tener que despedir a todos los trabajadores de la empresa”, argumentó la mediadora de MZC para sugerir a las seis trabajadoras que reconsideraran sus testimonios ante una previsible e inminente declaración ante los funcionarios del Estado. MZC cargó sobre ellas el viejo dilema entre remedio y enfermedad, ante las cuantiosas “víctimas colaterales” que resultarían afectadas por unas presuntamente flagrantes violaciones de la legalidad ,cuya veracidad la mediadora no llegó a cuestionar en ningún momento de la reunión.
Incumplimientos de contrato, trato vejatorio y jornadas ociosas (y sin ingresos) mientras trabajadores sin papeles recolectan la fruta
La insólita y extravagante mediación realizada por Mujeres en Zona de Conflicto se produjo, según dejó claro desde el primer momento la propia mediadora de la organización contratada por el Gobierno Andaluz, a petición del propietario de la empresa, el exitoso empresario cartayero, conocido popularmente, como su mercantil, por el sobrenombre de «el Curi.»
Según han aseverado las fuentes consultadas a La mar de Onuba, las seis marroquinas escucharon «con asombro» la petición realizada por MZC en nombre la de Junta de Andalucía. Asimismo, anunciaron su intención de ratificar irregularidades constatadas por la ITSS y la Guardia Civil sólo unos días antes. Entre ellas, las pésimas condiciones de las viviendas facilitadas -obligatoriamente- por la empresa, el cobro de 50 euros mensuales por dicho alojamiento, o el haberse visto relegadas a continuas jornadas completas sin faena que realizar, y sin cobrar salario alguno, mientras trabajadores migrantes en situación irregular, sin papeles, recolectaban los frutos rojos de la explotación agraria por un salario indefinido, sin registro alguno y sin cotizaciones abonadas a la Seguridad Social o a la Hacienda Pública.
Sobre este asunto, del que aseguró haber «tomado nota», la mediadora contratada por el Gobierno Andaluz sostuvo sin ambages que “el Curi es libre de contratar a quien quiera siempre que a vosotras os pague los días que habéis trabajado. Ese asunto de si son ilegales o no sólo le compete a él, y es algo en lo que yo no me metería”, aconsejó MZC.
La mediadora también transmitió a las seis marroquinas que “el Curi” tenía sus propias “quejas” sobre ellas, pues les responsabiliza del evidente y visible mal estado de las viviendas destinados a ellas en las instalaciones de la empresa. La mediadora admite que los funcionarios de la ITSS y agentes la Benemérita «se quedaron asustados» tras ver los alojamientos, Sin embargo, el reproche, lejos de amilanar a las trabajadoras, generó el que las fuentes consultadas definen como un «momento de hilaridad y perplejidad” al que las mujeres respondieron negando, de forma radical, el relato de “el Curi“ trasladado por MZC.
Al contrario, las marroquinas sostiene que el mismo día que llegaron a Cartaya se pasaron hasta las tres de la tarde limpiando los alojamientos antes de sus pertenencias. Algunos de los frigoríficos carecían de toma de electricidad y sólo han podido ser utilizados como «armarios». Y algunas de las lavadoras (de cuyas recurrentes averías la empresa responsabiliza, según MZC, a las temporeras, “son chatarra». También refirieron falta de agua caliente para todas las viviendas,
Asimismo, las seis mujeres hicieron saber a la mediadoras de MZC que «el Curi» les hacía firmas nóminas y recibís de los que no se les ha entregado copia alguna. así como otras presuntas irregularidades administrativas., Y también, del trato vejatorio, gritos e insultos proferidos por el empresario, según las trabajadoras. La mediadora quitó importancia a estos hechos. “Las nóminas son documentos importantes sólo para la empresa, y no tiene importancia que no os entreguen copias. Y todos sabemos que el Curi es muy mal hablado», zanjó.
También hablaron de un vídeo que, según las fuentes informantes a La Mar de Onuba, de absoluta solvencia y credibilidad, preocupa –con razón- a la empresa, a las trabajadoras y a Mujeres en Zona de Conflicto. Pero esa es otra historia… más. Otro caso aislado.
Ana Martín Ponce, responsable en Huelva de Mujeres en Zona de Conflicto (MZC) explica en el vídeo los compromisos adquiridos por la ONG en el contrato suscrito con la Junta de Andalucía para desarrollar labores de "mediación intercultural" con trabajadoras marroquíes contratadas en origen, al amparo de la denominada Orden GECCO (actualizada anualmente y que regula la gestión colectiva de contrataciones en origen).
Esta intervención tuvo lugar en Sevilla el 24 de enero de este año en Sevilla, durante la mesa redonda Temporeras, ¿historia de un fracaso? organizada por la Fundación Sevilla Acoge. en el marco de la Jornada ‘Mujeres temporeras, una llamada a la reflexión’.
MZC
Mujeres en Zona de Conflicto se creó en el año 1994 (constituyéndose formalmente en Junio de 1995). a raíz de una visita que la Directora General de la entidad, junto con otras personas, realiza en calidad de fotógrafa y periodista a la extinta Yugoslavia. Es a raíz de la vista a los campos de refugiadas/os de Bosnia y entrevistándose con grupos de mujeres cuando a su regreso se moviliza para no solo recoger productos de primera necesidad para las mujeres y niños y niñas que en un 80% eran las personas que habitaban los campos sino para ser "altavoz de denuncia de su historia y dar a conocer las distintas formas de violencia a las que estas mujeres estaban sometidas". Mujeres en Zona de Conflicto” nace "decidida a luchar contra cualquier manifestación de violencia de género convencida que ninguna acción que persiga la justicia social se alcanzará nunca si no se erradica esta lacra social. Desde entonces MZC ha ampliado su misión y visión a otras zonas geográficas".
En 1996 realiza la primera identificación en Marruecos, "una zona que aún sigue siendo de alta prioridad geográfica en la misión de MZC", y dónde se inició a trabajar de forma transversal el acceso de las mujeres a recursos tan fundamentales de derecho como la educación. Igualmente en estos años se inicia una misión en Palestina y visitas a países en América latina, Honduras, Colombia, Paraguay, algunas de cuyas acciones se están consolidando en el momento actual. En el año 2002 se inicia a trabajar en Mali. En el estado español, es en el año 1996 cuando nace el área de educación para el desarrollo que acompaña con acciones de sensibilización y programas educativos formales y no formales las líneas de trabajo y de denuncia que trabaja MZC centrándose en la violencia de género y todas sus formas como obstáculo del desarrollo, la paz y a igualdad.En el año 2000 se comienza a trabajar en el área de acción social en el centro penitenciario de Córdoba. Hoy en día esta área impulsa junto al resto del áreas un trabajo en torno a la trata de personas con fines de explotación sexual trabajando con posibles víctimas y colectivos de mujeres en situación de prostitución e inmigrantes.
El pasado año, y tras aceptar una oferta pública de la Junta de Andalucía, MZC comienza a realizar labores de mediación entre las mujeres marroquíes contratadas en origen, empresarios de frutos rojos y el propio Gobierno Andaluz. El contrato fue renovado para la campaña de recolecta 2020, cuyo fin es inminente.
Precisamente, hoy lunes, esta previsto un encuentro en Huelva del Vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, y los responsables de los dispositivos de mediación intercultural financiados por la Junta de MZC e Interfresa. El encuentro tendrá lugar las 9,30 horas horas en la sede de lobby patronal fresero.
Be the first to comment