Un nuevo sondeo confirma que el PSOE liderado por Susana Díaz ganaría con holgura si hoy se celebraran elecciones.
Ciudadanos supera con creces a Podemos en intención de voto.
La apuesta de Mariano Rajoy por el ex Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, Juan Manuel Moreno Bonilla, para liderar a la derecha andaluza sigue sin aportar réditos electorales al Partido Popular. Hay que remontarse a los tiempos de Antonio Hernández Mancha o Gabino Puche para encontrar tan bajo nivel de apoyo al partido de los charranes. La irrupción de Ciudadanos en el mapa político andaluz ha roto por la mitad la hegemonía de la derecha en Andalucía, que en las elecciones autonómicas de 2012 llegó a ser primera fuerza política y superar en votos y escaños al PSOE de Andalucía, aunque el candidato de entonces, Javier Arenas vio como un pacto de izquierdas entre José Antonio Griñán y el entonces líder regional de Izquierda Unida, Diego Valderas, acabó para siempre con su sueño de presidir la Junta de Andalucía.
Así lo confirma un nuevo sondeo difundido este domingo por El Correo de Andalucía, que viene a coincidir, con mínimos matices, con los que se han venido publicando en las últimas semanas. Si hoy se celebrarán elecciones andaluzas, el PSOE volvería a ganarlas. Los socialistas liderados por Susana Díaz volverían a ser la fuerza más votada, con una ventaja tan considerable sobre el resto de partidos, que sitúa, a día de hoy, al PSOE-A como el único partido con capacidad de formar gobierno, aunque obligado a pactar con cualquiera de los otros grupos que obtengan representación en las Cinco Llagas.
No obstante, el PSOE-A también acusa cierto desgaste, casi inapreciable a efectos de gobernabilidad, pero que se traduciría en la pérdida de hasta tres escaños frente a los 47 con los que en 2015 recuperó la plaza de primera fuerza política andaluza.
El PP, no solo no sería capaz de limar la diferencia con los socialistas, sino que además vería reducida la que lo separa de Ciudadanos, que es la única formación que experimenta crecimiento en la encuesta de Deimos Estadística para El Correo de Andalucía.
Desde que la lista popular encabezada por Javier Arenas fuera en 2012 la más votada, el PP andaluz sigue en caída libre. Si aquel momento lograron 50 escaños y un 40,7 por ciento de los sufragios, con el liderazgo de Moreno Bonilla los populares bajaron hasta los 33 escaños y el 26,6 por ciento de votos en las de 2015. Los últimos sondeos, incluido el conocido este domingo, indican que el malagueño no ha logrado mejorar la percepción que los andaluces tienen del Partido Popular, y lejos de sumar apoyos, se dejarían otros tres escaños en las autonómicas (ya perdió 17 en las anteriores) y obtendría un pírrico 25 %, lo que le sitúa en las peores marcas obtenidas en los tiempos de hegemonía absoluta del PSOE-A.
El gran beneficiado del declive popular es el Ciudadanos liderado hoy por Juan Marín, que ganaría 12 escaños y más de 10 puntos en la estimación del voto, pasando de nueve a 21 parlamentarios en el Parlamento Andaluz, y del 9,2 por ciento de las papeletas válidas en urna al 19,7 por ciento. El Partido Popular, como señala El Correo de Andalucía, ha encontrado en Ciudadanos a un rival correoso que le disputa el centro derecha del arco ideológico, tanto a niveles nacionales como en la autonomía. Esta batalla del espectro conservador-liberal no tiene su reflejo en ámbitos de la izquierda, donde el partido que en 2012 era emergente –Podemos–, sigue perdiendo fuelle. En este caso también se dejan tres escaños, de 15 a 12, aunque prácticamente iguala la estimación de voto, que en las elecciones fue del 14,8 por ciento y ahora es del 14,4. La fuerza liderada por Teresa Rodríguez, se quedaría en marcas similares a las obtenidas por IU en las autonómicas de 2012. La coalición de izquierdas de Antonio Maíllo también perdería hoy otros tres parlamentarios, pasando de cinco a dos, el 3,9 %, tres puntos menos que en las últimas andaluzas.
El sondeo de Deimos confirma una tónica generalizada por toda la demoscopia reciente: el PSOE-A sería el único partido con posibilidad de llegar a un acuerdo de investidura o de gobierno con otra única fuerza, siéndole válidas ententes con populares, Ciudadanos o Podemos, ya que se queda a 11 escaños de la mayoría absoluta, y estas tres fuerzas conseguirían más de esos guarismos. El PP, por ejemplo, ya estaría necesitado de construir un tripartito para sumar los 55 parlamentarios necesarios, algo del todo improbable dado el abismo ideológico que separa a populares y podemitas.
Así, el futuro de la Junta pasaría por un nuevo entendimiento entre Susana Díaz y Juan Marín, suponiendo que el de Sanlúcar repita como candidato de la formación naranja, como el que hoy permite que el Ejecutivo socialista gobierne sin sobresaltos en Andalucía. Los datos que este domingo confirma Deimos descartan, al menos a día de hoy, que el partido naranja pueda conformar un bloque con el PP, ya que entre ambos no suman los escaños suficientes para crear una nueva mayoría en la Comunidad. De hecho, aunque flota en el aire la posibilidad de que Ciudadanos llegara a superar en intención de voto a los populares la encuesta de El Correo no contempla que la unión de las derechas naranja y azul pudieran hacerse con el control de la Junta de Andalucía.
Subida de Ciudadanos
El escenario por provincias, señala El Correo, tiene un denominador común: el crecimiento de Ciudadanos. El partido naranja vive un momento de expansión en todo el territorio nacional, que a nivel autonómico sumaría nuevos escaños en las ocho provincias andaluzas, en cuatro de ellas, Almería, Cádiz, Córdoba y Sevilla, por partida doble. El partido liderado por Albert Rivera en España es el único que suma apoyos con respecto a las últimas elecciones andaluzas.
El PSOE, por ejemplo, perdería tres escaños en las provincias de Huelva, Málaga y Sevilla. En la circunscripción malagueña ya no tendría la condición de lista más votada, privilegio que caería en manos del PP. Es la única provincia donde Moreno Bonilla ganaría un escaño. Pierde dos en Almería –también la condición de más votados en favor del PSOE– y otro en Córdoba y Jaén. Podemos, por su parte, los pierde en Cádiz, Málaga y Sevilla mientras que IU hace lo propio en Cádiz, Córdoba y Granada.
El recuerdo de voto, relativo a las autonómicas, también exhibe un claro análisis de cómo funcionarían los vasos comunicantes del sufragio. El ejemplo más palmario es el de Ciudadanos, que se nutriría en un 30,6 por ciento de electores que en 2015 votaron al PP y de un 13,4 por ciento de sus apoyos totales procederían de votantes que lo hicieron con el PSOE. El carácter multicomprensivo del partido naranja sirve como destinatario de ambas fuerzas. Tanto PP como PSOE engrosarían el resultado prácticamente con los mismos votantes que en las últimas andaluzas, sin que exista para ellos un trasvase positivo de sufragios.
Podemos y Cs triunfan entre los electores jóvenes
La distribución de voto por grupos de edad vuelve a situar a Podemos como el partido preferido para los jóvenes de 18 a 24 años, pese a que la formación naranja no experimenta un resultado global muy positivo. Lo anterior se debe a que en estratos de edad superior, las huestes de Pablo Iglesias no terminan de arrancar simpatías entre electores. Ciudadanos, por su parte, sorprende al ser el partido preferido en un rango de edad de 25 a 34, con casi el 37 por ciento de los electores convencidos de la papeleta naranja. El PSOE cimenta su victoria clara electoral en la supremacía que demuestra en el resto de tramos de edad, seguido en todos ellos por el PP, que prácticamente lo iguala en votantes mayores de 65 años. Los populares tienen como losa llegar al público juvenil, ya que apenas el 2 por ciento de los votantes afirma que los votaría de celebrarse elecciones.
Otro baremo a tener en cuenta lo establece la distribución del voto por ciudades y rango poblacional. Tanto en los municipios pequeños (0-20.000 habitantes) como medianos (20.001-100.000) sale beneficiado el PSOE, con resultados del 40 y 45 por ciento del total de votos en esas demarcaciones, respectivamente. El PP le iría a la zaga en ambas. En las grandes ciudades, el resultado se revierte, siendo el PP el partido más votado, con un 29 por ciento. Curiosamente, Cs se situaría segundo en este segmento, por delante del PSOE. El partido naranja tiene su lunar en las áreas rurales, hecho que le penaliza en su batalla particular frente al PP.
Las mujeres apuestan por el PSOE-A
El PSOE, con una estimación de voto del 34,6 basa gran parte de su fuerza electoral en el electorado femenino. A tenor de los datos de esta encuesta, el 39 por ciento de las andaluzas apostaría por la lista liderada por Susana Díaz en unas hipotéticas elecciones en la autonomía, siendo el partido en el que la diferencia de apoyos entre géneros es mayor. De esta forma, de todos los electores masculinos, el 30,1 por ciento de ellos votarían al PSOE, mientras que el 25,1 lo harían al PP, que iguala en cuanto al porcentaje de mujeres que llenaría sus votos, también 25,1. En este caso, no hay variación entre géneros. Ocurre prácticamente igual en Ciudadanos, que presenta porcentajes similares en la comparativa entre géneros: 20,1 por ciento de los votos totales entre el electorado masculino y 19,1 en el femenino. Podemos, sin embargo, tendría más éxito en urna en el género masculino, con un 16,9 por ciento de los sufragios globales en este segmento por el 12 por ciento que presenta en cuanto a las mujeres. A diferencia del PSOE, los apoyos del partido morado son superiores en hombres que en mujeres. También ocurre esto en IU, pero con una proyección menor, de un punto.
Gracias. Feliz fin de semana!!