Alojamientos indignos para temporeros, trato vejatorio e incumplimientos graves del Convenio Colectivo, entre las irregularidades detectadas.
Miércoles, 3 de junio de 2020.Continúa en la provincia de Huelva la campaña de inspecciones extraordinarias y de carácter conjunto entre funcionarios de la Inspección de Trabajo y agentes de la Guardia Civil. Este martes, en Cartaya (Huelva).
Cuando poco antes del mediodía de este martes funcionaros de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS), acompañados de agentes de la Guardia Civil, avanzaban hacia los tajos donde decenas de jornaleras y jornaleros recolectaban los frutos rojos de la empresa Frutas Curi, al menos 21 personas de origen migrante echaron a correr despavoridos y “huyeron” de la finca. ”¿Y esos adónde van?”, preguntó uno de los inspectores. “Esos son de otro tajo, no del mío”, respondió el propietario de la empresa, según cuentan testigos presenciales a La Mar de Onuba.
A esa hora tenía lugar una nueva “inspección sorpresa” desarrollada bajo el polémico protocolo ordenado por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en el entorno agrícola español, donde las evidencias de desmedidos abusos y explotación, cuando no casos de condiciones laborales rayanas en la esclavitud, transcienden las fronteras de nuestro país y alarman a los defensores de los Derechos Humanos y, sobre todo, a los colectivos de personas migrantes que reclaman dignidad y respeto para decenas de miles de personas que trabajan nuestras cosechas por salarios miserables y alojamientos, cuando los hay, que empañan, ensucian, la idílica imagen que las organizaciones patronales consideran mancillada por la orden de la ministra de reforzar las acción inspectora en los tajos.
Como resultado de la inspección, tras realizar el cuestionario de la discordia, y según ha podido confirmar esta revista, la Inspección de Trabajo elevará una propuesta de sanción por hechos que los funcionarios consideran “graves”. Entre las faltas detectadas y/o relatadas por los propios jornaleros entrevistados, cobrar hasta 50 euros mensuales a los trabajadores que viven en alojamientos de la finca carentes de lavadora o agua caliente, con sanitarios consistentes “en un agujero en el suelo”, e incumplimientos flagrantes del convenio colectivo. Papel mojado, en este sentido en la provincia Huelva, en la que resulta poco menos que imposible encontrar a un solo jornalero o jornalera que, convenio en mano, admita disfrutar de todo lo en él contenido; como por ejemplo, horas extraordinarias pagadas al precio pactado con los sindicatos, días de descanso remunerados, o vacaciones con cargo a la empresa.
“INSPECCIÓN RUTINARIA”
La intervención, inesperada, de la Inspección de Trabajo y agentes de la Benemérita en la finca de la empresa Frutas Curi sita en Cartaya, se enmarca en la campaña extraordinaria de inspecciones ordenada por la Ministra de Trabajo, si bien fuentes del Instituto Armado, que han confirmado esta revista la actuación de este martes, la han descrito como “inspecciones de rutina como muchas otras junto con la ITSS”.
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