Un informe encargado por el Gobierno asegura que Gas Natural ha rebajado el nivel de riesgo y cuestiona las asignaciones de peligrosidades y el riesgo que se derivan de su utilización e interpretación.
Los técnicos del Ministerio de Economía aseguran que lo lógico sería incluir la zona de las actuaciones como de “peligrosidad alta».
Un informe del Instituto Geológico y Minero ha desvelado un importante riesgo de inundaciones del almacén subterráneo de gas conocido como Marismas Occidental, uno de los que la Gas Natural desarrolla al borde del Parque Nacional de Doñana, que sería mayor del inicialmente admitido por la empresa, y que supondría un considerable aumento de las dudas sobre su viabilidad, según un documento que obra en poder de Ministerio de Energía y que ha desvelado en su edición este miércoles eldiario.es.
El informe solicitado por el ministerio que dirige el popular Álvaro Nadal, evalúa la documentación exigida a la empresa sobre el hundimiento del suelo, inundaciones y terremotos antes de tramitar la autorización de puesta en servicio, y concluye que Gas Natural ha rebajado el nivel de riesgo en cuanto a las inundaciones en la zona afectada. Por ello, cuestiona las asignaciones de peligrosidades y el riesgo que se derivan de su utilización e interpretación. Los técnicos del IGM aseguran que Gas Natural atribuye en su informe peligrosidades por inundación baja o media en las zonas del proyecto gasístico conocida como Marismas-3 y el gasoducto planeado, lo que, a juicio de la revisión oficial, contradice los datos del propio análisis, ya que hay zonas de calado que llegan al límite establecido para zonas de inundación peligrosa para las personas. También esas zonas ocupan áreas en las que los flujos fluviales arrojan velocidades «que toda la literatura especializada califica como de alta peligrosidad».
Según la información adelantada por eldiario.es, la explicación que encuentran los técnicos es que la evaluación de la promotora sólo ha tenido en cuenta la frecuencia o probabilidad de inundación, pero no otros parámetros como “el calado, la velocidad, la carga sólida transportada y sedimentada y los fenómenos de erosión y sedimentación activos”.
A la vista del estudio realizado por el instituto, los técnicos dependientes del Ministerio de Economía aseguran que lo lógico sería incluir la zona de las actuaciones como de “peligrosidad alta». Sin embargo, en sus propios informes, Gas Natural había establecido que el «daño potencial de las avenidas sobre las instalaciones» sería bajo. El informe en poder del Ministerio de Energía niega esa conclusión: «No cabe evaluarlo como bajo», asegura el documento.
El nuevo Reglamento del Dominio Público Hidráulico introduce restricciones que pueden afectar al proyecto de Gas Natural en Doñana en el apartado de inundaciones, y establece prohibiciones por motivos de seguridad de las personas y los bienes para la creación de una serie de nuevas instalaciones en zonas de flujo preferente “que almacenen transformen, generen o viertan productos que pudieran resultar perjudiciales para la salud humana o el entorno».
El reglamente también limita «las nuevas edificaciones» y añade que se deben evitar «equipamientos sensibles o infraestructuras esenciales» en las áreas consideradas como zonas inundables. El IGME entiende que «el nuevo informe [de Gas Natural] demuestra» que varias zonas del proyecto y tramos del gasoducto son zonas inundables «lo que conviene ser tenido en cuenta» ya que este nuevo marco normativo «pudiera afectar a la viabilidad del proyecto». El nuevo reglamento fue publicado el 29 de diciembre de 2016, el mismo mes en que se culminó el estudio que la promotora presentó a Energía.
El IGME recuerda que solicitó que se mejoraran estos análisis en octubre de 2015 y que la empresa solo ha cumplido parcialmente. «Otras no han sido incorporadas ni resueltas». Gas Natural ha contestado a eldiario.es que han recibido este informe «hace unos días y nuestros equipos técnicos están trabajando sobre él».
Los planes para almacenar hidrocarburos en el entorno de Doñana son un proyecto que arrastra la polémica. El plan consta de cuatro proyectos de los que solo este de Marismas Occidentales ya tiene autorización por lo que han comenzado los trabajos. La UNESCO señaló estas infraestructuras como una actividad poco compatible con la declaración de las marismas como patrimonio de la Humanidad y pedía que se analizara su efecto acumulativo.
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