El sindicato tratará este martes en Huelva la situación de las mujeres extranjeras durante la campaña de la fresa.
Martes, 15 de mayo de 2018. Los artículos publicados por correctiv.org y Buzzfeed News recogidos este lunes por La Mar de Onuba, han causado un gran revuelo y preocupación, tanto en las organizaciones empresariales del sector fresero onubense y las administraciones públicas, como en las organizaciones sindicales.
En el caso de las patronales agrícolas y la administración se ha instalado una razonable preocupación por el efecto que los reportajes elaborados en Huelva, Italia y Marruecos por Pascale Muller y Stefania Prandi puedan tener en la imagen de los frutos rojos en el exterior de España, ya que el mercado internacional es uno de los principales activos de la industria agrícola onubense.
A lo largo de toda la jornada del lunes la redacción de La Mar de Onuba ha mantenido contactos con diferentes portavoces que coinciden en enmarcar las publicaciones de Muller y Prandi en una suerte campaña de desprestigio contra los frutos rojos onubenses por parte de organizaciones interesadas en competir en el mercado internacional con la fresa de Huelva. Un portavoz de Interfresa, la asociación interprofesional de los frutos rojos, ha asegurado a este medio que están estudiando interponer una demanda contra corectiv.org y Buzzfeed por los artículos publicados.
Por su parte, desde diversos estamentos de la Junta de Andalucía también han mostrado una gran preocupación por lo publicado, que algunos de los consultados han descrito literalmente como “una burrada”, y han negado que en los campos onubenses se estén produciendo casos de abusos como los relatados por Muller y Prandi, y muchos menos situaciones de acoso moral y sexual -o violaciones-, hechos que cuestionan por la ausencia de denuncias en los juzgados de casos de esa índole.
NECESARIA “SENSIBILIDAD DE GÉNERO” PARA DETECTAR LOS ABUSOS
Quien no comparte esa visión es Pastora Cordero, secretaria de Igualdad, Mujer y Empleo de la Federación de Industria de Comisiones Obreras de Andalucía. “Hay gente que tiene el problema delante y no lo ve, no es capaz de verlo, porque para verlo hay que tener sensibilidad de género”.
Cordero escribió en marzo de 2017, un año antes de la investigación de correctiv.org, un artículo titulado Las trabajadoras del “oro rojo”, que ya entonces causó un considerable revuelo en el sector y dentro del propio sindicato. Codero aseguraba en su texto que “todo el mundo ha oído hablar de los abusos, pero nadie habla, la fresa es el fruto que mueve agrícolamente la provincia y popularmente se escuchan afirmaciones como ésta: ‘Aquí no hay problemas, no existe discriminación hacia las mujeres, el verdadero problema está en las ETTs de los cítricos’”.
Sin embargo, Cordero rechaza esta versión y afirma tener constancia de que los abusos “abundan”, y de que las víctimas son las temporeras de la campaña de la fresa, que no denuncian “por miedo a ser despedidas”.
AGENTES DE IGUALDAD EN LOS CAMPOS
Precisamente para abordar este tema, Cordero mantendrá este martes en Huelva una reunión con responsables de CCOO a nivel provincial. En conversación con La Mar de Onuba, esta sindicalista considera que el asunto “es opaco”, y aunque reconoce que ha habido mejoras sustanciales en la situación de las trabajadoras del campo desde hace unos años hasta hoy, asegura tener informaciones de que “sigue habiendo problemas”, y que “es un error querer mirar para otro lado”, o tratar de desviar la problemática de las trabajadoras contratadas en origen, mujeres marroquíes y de Europa del Este, porque existan otro tipo de prácticas empresariales cuestionables en el sector del fruto amarillo.
“Cuando escribí mi artículo hablé con mucha gente, y constaté que, a pesar de las mejoras, todavía hay mujeres acosadas por razón de su sexo”, afirma Cordero. “Hay mujeres que han puesto denuncias, y que por motivos de su corta estancia en España, al ser contratadas en origen y por periodos que finalizan con la campaña de la fresa, no pueden hacer seguimiento de sus demandas. También hay gente que es presionada para que retire las denuncias, bajo amenaza de no volver a ser contratadas en próximas temporadas”.
“Desde el campo sindical tenemos que hacer otra labor. Tenemos que lograr que las mujeres no tengan necesidad de poner una denuncia. Para una mujer que viene del extranjero, que no conoce a nadie, tener que denunciar un tema de estas características se produce en un contexto de desconfianza de todo que se mueve a su alrededor, y no confía siquiera en quienes les dicen que pueden ayudarles”, afirma la secretaria de Igualdad del sindicato de Industria de CCOO Andalucía. “Desde CCOO tenemos muchísimas ganas de luchar contra la violencia de género, que está ocurriendo dentro de los campos de las fresas, ya que nosotros no podemos legislar ni decirles a los parlamentarios que lo haga; pero sí podemos presionar para que esto se arregle”. Es algo que está en la agenda, según Cordero, de la secretaria General de CCOO Andalucía, Nuria López, y que el sindicato tiene previsto abordar con mayor intensidad en próximas fechas.
En cualquier caso, Pastora Cordero hace recaer la responsabilidad de evitar situaciones como las descritas en su artículo del año pasado, y las mucho más graves publicadas este mismo mes por correctiv.org y Buzzfeed News. “Son los empresarios los que deben actuar dentro del campo. Si hay un señor sobre el que recaen sospechas de que abusa, ese señor debe estar fuera de los campos. No alejado, fuera de los campos”, reclama rotunda. “Hablamos de mujeres con inseguridades por el miedo a no volver a ser contratadas, y es necesario crear cauces de confianza para que puedan denunciar situaciones de abuso sin miedo a ser represaliadas”, continúa.
Una fórmula para evitar esta situaciones podría ser la creación de la figura de Agentes de Igualdad, papel que deberían desempeñar “mujeres con perspectiva de género” y capacidad de operar en los campos sin cortapisas de los agricultores cualquier día y a cualquier hora, para crear “un clima de confianza” entre las trabajadoras y que denuncien situaciones de abuso y / o acoso. “Las mujeres confiarían y los malos se sabrán vigilados y objeto no de despido, sino de una denuncias por lo penal”. Por poner un símil, Cordero se refiere a los inspectores que operan en colegios en los que se han detectado problemas de acoso ente estudiantes (bullying).
“La existencia de la figura de agentes de igualdad ayudaría a romper el muro que impide que las mujeres víctimas de acoso en los campos hablen y denuncien, ya que son temas muy delicados”, dice Cordero, quien admite que cuando escribió Las trabajadoras del “oro rojo” lo hizo con la intención de “poner el tema sobre la mesa”, ya que tenía constancia de hechos como los relatados ahora por Muller y Prandi, que asegura se corresponden con la información que ella manejaba ya en marzo del pasado, “pero no lograba una puerta de entrada para investigar el tema in situ o mediante entrevistas personales con las trabajadoras extranjeras”.
Cordero llama la atención también sobre el perfil exigido por los agricultores a la hora de contratar mano de obra “en origen”, y considera que hay una discriminación clara cuando se piden que sean mujeres con cargas familiares, “para garantizar el retorno a sus países cuando finaliza la campaña”, o se afirma que las mujeres están “posturalmente” más capacitas para el trabajo de la recolección de la fresa. “Yo esto no me lo creo”, afirma la sindicalista de CCOO. Se trata de una discriminación, una excusa para contratar a más mujeres que hombres en origen, que saben que no se van quedar en el país cuando finalicen las temporadas”.
La situación de las mujeres extranjeras que trabajan en el campo onubense durante la campaña de la fresa será abordada por Cordero en Huelva este martes con miembros del sindicato a nivel provincial, a quienes quiere trasladar la preocupación de la dirección regional de CCOO y elabora runa estrategia conjunta para abordar la problemática.
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