Zapatero sobre Bolivia: «No podemos callar contra un golpe de Estado»

«No podemos callar contra lo que es un golpe de Estado. Si hoy dejamos que esto pase en Bolivia, puede pasar en todos los sitios». Con esta declaración, el ex Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha roto el silencio sobre el golpe de Estado perpetrado en Bolivia contra el Presidente Evo Morales, que tuvo que refugiarse en México ante la ola violencia desatada por sus opositores. Durante una conferencia sobre Democracia celebrada en el marco del séptimo Congreso Nacional del opositor Partido de los Trabajadores (PT), en Sao Paulo, Zapatero ha pedido la unidad de la izquierda latinoamericana para denunciar la situación que atraviesa Bolivia tras el golpe.

Por su parte, el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, dio por válida el pasado día 11 la auditoría las conclusiones preliminares de la Organización de los Estados Americanos (OEA) sobre las elecciones del pasado 20 de octubre, en que aseguró haber observado las irregularidades y recomendaba la celebración de nuevos comicios supervisados por nuevas autoridades electorales. Aunque posteriormente no se han podido acreditar dicha irregularidades, el presidente Evo Morales anunció la convocatoria de nuevas elecciones y la designación de nuevos miembros del Tribunal Supremo Electoral. Es su comunicado, el Gobierno en Funciones «condena que el proceso abierto hacia una nueva convocatoria electoral se haya visto distorsionado por la intervención de las Fuerzas Armadas y de la Policía sugiriendo a Evo Morales que presentara su renuncia a la Presidencia, lo que éste hizo más tarde. Esta intervención retrotrae a momentos ya pasados de la historia latinoamericana».

El Gobierno de España hizo un llamamiento a «todos los actores políticos bolivianos para trabajar por vías institucionales y pacíficas y hacer posible la convocatoria de unas nuevas elecciones a la mayor brevedad. Esta nueva convocatoria, supervisada por nuevas autoridades electorales en línea con las recomendaciones preliminares de la auditoría de la OEA, debe permitir restaurar la confianza en el proceso electoral, como cauce de expresión democrática de la voluntad popular. Esta es la vía adecuada para que el país salga de la actual crisis».

Por su parte, el secretario de Relaciones Internacionales del PSOE, Héctor Gómez, instó el pasado miércoles a «todos los actores en la crisis que vive Bolivia» a «encauzar este conflicto en ausencia de violencia y respetando la Constitución Boliviana con la ayuda de la mediación de la Conferencia Episcopal, Naciones Unidas y la Unión Europea». Gómez transmitió la «honda preocupación» del PSOE por los acontecimientos que sacuden Bolivia desde las elecciones presidenciales del 20 de octubre, que dejan ya 29 muertos y más de 700 personas heridas, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Ni el Gobierno en Funciones ni el PSOE han hablado de golpe de Estado hasta el momento.

Ha sido el ex presidente Zapatero quien sí lo ha hecho, en Brasil, para descartarse como mediador en el conflicto boliviano, a pesar de la invitación de propio presidente Morales. «Quienes pueden mediar son las organizaciones internacionales y los gobiernos», ha afirmado a este respecto. Durante su discurso, celebró el triunfo de la izquierda en México y la reciente victoria del peronista Alberto Fernández en Argentina, a quien ha pedido que asuma el liderazgo de la izquierda en Latinoamérica para unir el continente y que «nadie se atreva a dar un golpe de Estado».

Zapatero también ha cargado contra el avance de la extrema derecha en el mundo, principalmente en Europa, y ha pedido que sea «combatida de cara» porque son los responsables de «introducir el veneno del odio» y la «peste de la ruptura de convivencia». «Quizá la razón de ese renacer de la extrema derecha son los avances progresistas, es una reacción frente a las conquistas, frente a reducción de la pobreza, frente a los avances imparables de la igualdad entre hombres y mujeres, de los derechos de los homosexuales…», ha añadido.

En el marco de su visita a Brasil, Zapatero se ha reunido con el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien hace dos semanas salió de prisión después de un año y siete meses entre rejas tras la decisión del Tribunal Supremo de Brasil (STF, por sus siglas en portugués). El socialista ha elogiado a Lula y ha asegurado que nunca conoció a un «líder político que haya hecho mas en favor de los humildes» y «por limitar la riqueza». «Si Lula está libre, todos somos más libres», ha recalcado.


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