Jueves, 21 de noviembre de 2024. Vecinos y sindicatos han expresado su preocupación por la gestión de la minera MATSA en relación con la nueva balsa de residuos proyectada cerca de la localidad de Valdelamusa (Cortegana, Huelva).
En un comunicado conjunto difundido este martes tras mantener un encuentro, la plataforma vecinal Valdelamusa Viva y las secciones sindicales de UGT y CCOO en la empresa han criticado la falta de comunicación y diálogo con las comunidades afectadas, así como la actitud de ciertos directivos que, según denuncian, han agravado el conflicto.
Los firmantes del comunicado señalan que no están en contra del proyecto minero, asumiendo la importancia del sector para la economía local y provincial, pero reclaman que las vecinas y vecinos del entorno sean parte esencial de las decisiones, y que se implementen medidas para paliar los trastornos derivados de la actividad industrial. En este sentido, consideran «fundamental» que la empresa revise su enfoque, nombre nuevos interlocutores y demuestre mayor empatía hacia las preocupaciones vecinales.
Asimismo, el comunicado rechaza la «incertidumbre sembrada» por algunos representantes de MATSA sobre el futuro del proyecto, acusándolos de «generar alarma innecesaria» y de «buscar enfrentamientos con las comunidades». En contraste, vecinos y sindicatos destacan la «comprensión mutua» y «apoyo recíproco» existente entre ellos, que se expresa en este llamamiento a la empresa para que recupere un «clima de respeto y colaboración».
El comunicado también solicita la intervención de las instituciones públicas de la provincia para que faciliten vías de entendimiento y aseguren que las comunidades locales tengan voz en las decisiones que afectan su entorno. Los vecinos y trabajadores subrayan que esta unidad de acción debería servir como ejemplo para gestionar conflictos de manera constructiva.
El comunicado llega en un momento de especial inquietud en Valdelamusa, donde la balsa de residuos tóxicos proyectada por MATSA ha generado una fuerte oposición por parte de vecinos y organizaciones locales. Las preocupaciones se centran en los riesgos ambientales, como posibles filtraciones hacia los acuíferos, y en el impacto social que tendría en la calidad de vida de la población. A ello se suma la crítica recurrente sobre la falta de información clara y accesible durante el proceso de planificación, un elemento clave para quienes exigen transparencia y respeto en proyectos de esta envergadura.
La situación no es nueva en la comarca, marcada históricamente por la tensión entre las promesas de desarrollo económico y las demandas de sostenibilidad por parte de las comunidades locales. En este contexto, la alianza entre sindicatos y vecinos pone de relieve la necesidad urgente de una gestión más inclusiva, que garantice no solo la viabilidad económica de los proyectos mineros, sino también la seguridad ambiental y el bienestar de quienes viven en el territorio afectado.
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