Martes, 12 de noviembre de 2024. La urbanización Nueva Santa Lucía, situada en el distrito 3 de Huelva, se encuentra en un estado de abandono que sus propios vecinos califican como «insoportable». Ante la inacción del Ayuntamiento, la comunidad ha decidido alzar la voz y hacer públicas sus demandas mediante un manifiesto colectivo, que detalla la problemática que enfrentan a diario y plantea propuestas específicas para mejorar su entorno.
Desde hace tiempo, los habitantes de esta zona han presentado quejas formales al consistorio, denunciando la acumulación de basura y escombros, la proliferación de ratas y la inseguridad derivada de la presencia de personas toxicómanas y actividades delictivas. Aseguran que estos problemas no solo dañan la imagen del barrio, sino que comprometen la seguridad de quienes viven allí, especialmente de los niños que juegan en sus calles.
A pesar de los esfuerzos de la concejala Mónica Rosi, de la coalición “Por Andalucía”, que ha llevado varias mociones y preguntas al pleno municipal, los vecinos afirman que el gobierno local, liderado por Pilar Miranda, ha ignorado sistemáticamente sus peticiones. Esto les ha llevado a dirigirse también a los partidos de la oposición, en un intento por hacer que sus voces sean escuchadas en un Ayuntamiento que, según los residentes, les trata como si no fueran parte de la ciudad.
Un barrio con necesidades desatendidas y promesas incumplidas
Los vecinos de Nueva Santa Lucía recuerdan cómo, en 2013, el entonces alcalde Pedro Rodríguez se comprometió a asfaltar la calle Garza Pescadora, promesa que nunca se cumplió. Más recientemente, durante la administración de Gabriel Cruz, el Ayuntamiento había reservado más de 800.000 euros para la mejora y limpieza del barrio. Sin embargo, esa partida presupuestaria fue eliminada con la llegada del actual equipo de gobierno del PP, dejando al barrio sin los recursos necesarios para acometer las obras prometidas.
Propuestas concretas para la recuperación
Cansados de esperar, los vecinos han planteado en su manifiesto una serie de soluciones que consideran esenciales para dignificar su entorno:
1. Derribo del campo de fútbol Marismas del Odiel: Este espacio, en lugar de ser un área segura de esparcimiento, ha derivado en un foco de actividades ilegales, como el consumo y venta de drogas y la prostitución. Solicitan su demolición y la posterior limpieza y acondicionamiento de la zona, con la esperanza de que, en el futuro, pueda convertirse en una entrada atractiva a Huelva que beneficie tanto a residentes como a visitantes.
2. Adecuación de terrenos entre calles Martín Pescador y Águila Pescadora: Proponen que estos terrenos se nivelen y acondicionen para habilitar un aparcamiento, similar al que se utiliza en el recinto Colombino. Creen que este proyecto no solo aliviaría la escasez de aparcamiento en la zona, sino que podría suponer ingresos adicionales para las arcas municipales.
3. Asfaltado de la calle Garza Pescadora: Los vecinos insisten en que se cumpla la promesa de pavimentación de esta calle, una mejora solicitada desde hace más de una década y que continúa sin realizarse.
4. Erradicación de infraviviendas y fomento de una política de vivienda social: Exigen al Ayuntamiento que complete el derribo de las viviendas abandonadas que quedaron en pie tras la entrega de nuevas viviendas en el barrio. También reclaman una política de vivienda social que combata el chabolismo y ofrezca alternativas de vivienda asequible en Huelva.
«Igualdad y dignidad para todos los barrios»
Los vecinos de Nueva Santa Lucía subrayan que, al igual que los residentes de otras zonas de la ciudad, tienen derecho a vivir en un entorno limpio y seguro. Consideran inaceptable que el Ayuntamiento destine recursos únicamente a las áreas céntricas, dejando de lado a barrios como el suyo. “No somos ciudadanos de segunda”, afirman en su manifiesto, reclamando un trato equitativo y la dignificación de su espacio urbano.
La comunidad pide así al gobierno municipal una respuesta contundente, que pase de las palabras a los hechos y permita a Nueva Santa Lucía dejar de ser el «rincón olvidado» de Huelva.
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