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Miércoles, 11 de diciembre de 2024. Un Trabajo de Fin de Grado (TFG) realizado por Carlos Gómez Miranda, graduado en Biología por la Universidad de Sevilla, revela preocupantes datos sobre la contaminación minera en el río Chanza y sus afluentes. El estudio, titulado Caracterización de la contaminación minera en el río Chanza y posibilidades de restauración ecológica, expone cómo las explotaciones mineras abandonadas del Arroyo Trimpancho y la mina de São Domingos siguen afectando a este ecosistema fluvial clave en la provincia de Huelva.
El trabajo, que ha sido tutorizado por el Dr. Jesús Manuel Castillo, del Departamento de Biología Vegetal y Ecología de la Universidad de Sevilla, destaca la influencia del Drenaje Ácido de Minas (DAM), un fenómeno caracterizado por la oxidación de minerales sulfurosos que genera aguas altamente ácidas y cargadas de metales tóxicos como cobre, hierro, zinc y plomo.
Entre los hallazgos más alarmantes el TFG de Gómez Miranda destaca la contaminación del Arroyo Trimpancho, donde, aunque las aguas contaminadas de este arroyo son parcialmente diluidas al confluir con el río Chanza, los niveles de metales pesados registrados superan los límites establecidos por la Directiva (UE) 2020/2184 para aguas de consumo humano. En el embalse del Chanza, la mina de São Domingos representa una amenaza más persistente, ya que el DAM generado no se diluye y los metales permanecen biodisponibles, acumulándose en el embalse, que abastece de agua a gran parte de la provincia de Huelva.
Por otra parte, el TFG advierte sobre riesgos para la salud ambiental. La bioacumulación de metales en plantas y animales, especialmente en zonas como São Domingos, podría llevar a la biomagnificación, afectando a toda la red trófica y, en última instancia, a la salud humana.
Restauración
El trabajo de Gómez Miranda plantea soluciones urgentes para mitigar los impactos de la contaminación minera que refleja su estudio.
Entre las propuestas destacan la Fitoextracción (uso de plantas hiperacumuladoras para extraer metales pesados del suelo y el agua), la Fitoestabilización (reforestación con especies tolerantes como Cistus ladanifer y Erica andevalensis para frenar la movilidad de los metales) y el uso de tecnosoles (suelos artificiales que neutralicen la acidez y retengan los contaminantes).
Técnicas que se inspiran en proyectos previos, como la restauración del Corredor Verde del Guadiamar tras el desastre de Aznalcóllar en 1998.
«Nuestra salud depende de ello»
Carlos Gómez Miranda concluye que es imprescindible implementar programas de restauración ecológica en ambas zonas de estudio. «Nuestra salud depende de ello», advierte el autor del TFG Caracterización de la contaminación minera en el río Chanza y posibilidades de restauración ecológica, quien también señala la necesidad de un compromiso institucional para abordar la contaminación minera en la Faja Pirítica Ibérica.
El autor expone un problema ambiental de gran magnitud y ofrece soluciones viables basadas en evidencias científicas. En este sentido, el estudio representa una contribución a tener en cuenta para la gestión sostenible de los recursos hídricos y la conservación de los ecosistemas en Huelva y más allá.
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