
La madrugada del domingo 20 de abril dejó al menos dos altercados distintos en Punta Umbría, ambos vinculados al entorno de la discoteca Live. Uno de ellos, una brutal agresión grabada en vídeo dentro del local. A día de hoy, esa agresión no consta en ningún atestado policial, no hay víctimas identificadas y otro joven que fue hospitalizado esa misma madrugada tras sufrir otra agresión no guarda relación con los hechos ocurridos en el establecimiento. Una confusión de origen institucional ha inducido a error a cuerpos policiales, servicios de emergencia y medios de comunicación.
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Brutal agresión con un herido grave en la discoteca Live de Punta Umbría sin intervención policial

Martes, 22 de abril de 2025. Poco antes de las seis de la mañana del domingo 20 de abril, el servicio de emergencias 112 recibió una llamada alertando de una violenta agresión en el interior de la discoteca Live, en Punta Umbría (Huelva). Según confirmaron a esta revista, en respuesta a ese aviso se alertó a la Guardia Civil, a la Policía Local y se movilizó una ambulancia.
En las horas siguientes, la información disponible se construyó a partir de lo que parecían confirmaciones institucionales. Se asumió, y así lo reflejó La Mar de Onuba, que la víctima de la agresión grabada en vídeo era el joven trasladado al hospital Juan Ramón Jiménez.
Sin embargo, lo que ha podido confirmar esta redacción en las últimas horas cambia por completo el relato. Fuentes de la Guardia Civil han precisado que el joven ingresado en el hospital esa madrugada no es la persona que aparece en el vídeo. Y más aún: su ingreso no guarda relación con lo ocurrido en Punta Umbría. “Ha habido una confusión. El ingresado no es la persona del vídeo. No tiene nada que ver con Punta [Umbría]”, ha respondido literalmente el Instituto Armado a esta revista.
¿Qué ha ocurrido entonces? Todo apunta a una confusión involuntaria originada por el propio 112, que mezcló dos situaciones distintas ocurridas en una misma noche con múltiples incidencias. Por un lado, la agresión en el interior del local, documentada por las imágenes. Por otro, un segundo altercado en las inmediaciones de la discoteca, en la zona conocida como “la H”, donde sí se desplazaron agentes de la Guardia Civil. El ingreso hospitalario del que se tenía constancia, en realidad, correspondería a un tercer altercado sin relación con los ocurridos en Punta Umbría.
La Policía Local, por su parte, fue alertada por el 112, pero no consta que interviniera en el lugar de la agresión ni elaboró atestado alguno. Según ha informado el Ayuntamiento a esta revista, no se han presentado denuncias y no se tiene constancia oficial del incidente.
Los hechos, por tanto, quedan desdibujados por una cadena de errores, omisiones y confusiones sobre lo sucedido. Mientras tanto, la grabación de la agresión sigue circulando en redes, pero sin que se haya podido identificar ni a la víctima ni a los agresores. Y el joven que fue hospitalizado esa madrugada, poco tiene que ver con lo que ocurrió en la discoteca Live.
Lo sucedido este fin de semana en Punta Umbría llega apenas unos días después de que La Mar de Onuba informara sobre una intervención de la Guardia Civil en una zona del municipio, donde se detectó el uso y venta de “gas de la risa” (óxido nitroso, de muy fácil acceso legal) entre jóvenes. Aunque los hechos no guardan relación, ambas situaciones reflejan una misma preocupación: la falta de control efectivo en determinados espacios del ocio nocturno local.
A la espera de una denuncia formal, la agresión grabada en vídeo permanece fuera del radar judicial. La víctima sigue sin nombre. Y los agresores, sin rostro.
El ejercicio del periodismo implica contrastar, verificar y revisar. Pero también, cuando toca, implica rectificar. Esta redacción publicó una primera pieza en la que, sobre la base de datos facilitados por fuentes oficiales, vinculamos la agresión grabada en vídeo en la discoteca Live con el ingreso hospitalario confirmado esa madrugada. Lo hicimos porque era la información disponible, contrastada en ese momento con varias fuentes.
Pocas horas después, y gracias a nuevas consultas mantenidas con la Guardia Civil, supimos que ambos sucesos no guardaban relación. El joven ingresado esa noche no fue agredido en Punta Umbría ni aparece en las imágenes. La redacción, tras verificar y documentar esta contradicción, reconstruye los hechos y corrige la información.
Esta decisión no obedece a una concesión. Responde a una convicción: la credibilidad de un medio no se mide por su infalibilidad, sino por su capacidad para corregir sin alardes ni excusas, y hacerlo de forma transparente. Lo que el lector encuentra ahora en esta pieza es el resultado de esa corrección.
La Mar de Onuba no es infalible. Pero sí es responsable. Y seguirá ejerciendo su función con el compromiso de siempre: ofrecer información veraz, con el máximo rigor posible y el respeto debido a quienes nos leen.
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