Cuando se cumplen tres años de la muerte del legendario poeta y cantautor canadiense Leonard Cohen, ocurrida el 7 de noviembre de 2016, se ha puesto a la venta “Thans for te dance”, el álbum póstumo realizado por su hijo, Adam Cohen, con material que el artista dejó inédito.
Adam Cohen, de 47 años, hijo y productor de Leonard Cohen, uno de los grandes de la música de los siglos 20º y 21º, ha editado un último álbum con las canciones desechadas en la producción de “You want it Darker”, el disco aparecido tres semanas antes de su muerte con melodías como siempre mezcla de meditación, humanidad y humor y letras que reflexionan sobre la muerte, la espiritualidad y el lugar del hombre en el universo.
Al terminar y editar “Thanks for te Dance”, Adam Cohen, también músico y compositor, no ha hecho otra cosa que cumplir la voluntad de su padre, quien antes de morir le pidió que acabara lo que él había dejado a medias.
De algunas de las canciones que componen el disco solamente quedaba la voz grabada de Leonard Cohen por lo que lo primero que hizo Adam fue buscar a músicos que hubieran trabajado con su padre, como el español Javier Mas, para arreglar y dar forma a las nueva canciones que componen un álbum que se inicia con el corte “Happens to the Heart”.
De nuevo, Leonard Cohen rinde homenaje a Marianne Ihlen, su gran amor de juventud, en la canción “Moving On”, escrita según su hijo en los días de julio de 2016 cuando le llegó la noticia de su muerte.
En “Puppets” (marionetas), Leonard Cohen critica a los poderosos del mundo (“marionetas alemanas quemaron a los judíos… presidentes marionetas mandan/ militares marionetas queman la tierra…”); en ”The Night of Santiago” canta sobre el deseo: “…he olvidado la mitad de mi vida pero de esto me acuerdo…”.
El álbum, del que se ha hecho también edición en vinilo, termina con una composición grabada sobre un extracto de la rueda de prensa promocional de su anterior álbum, cuando ya enfermo leyó ante los periodistas en Los Angeles: “Escuchad al pájaro burlón/ cuyas alas no veis/ Escuchad al pájaro burlón/ no me escuchéis a mi”.
“Su último disco –ha dicho Adam Cohen en declaraciones a los periódicos estadounidenses- era un hasta la vista con un apretón de manos, miraba a la muerte de frente. Este de ahora es también un hasta la vista pero con una mano en el hombro”.
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