La presidenta subraya que Andalucía está «en condiciones de dar el salto de convergencia».
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, ha apostado por poner la Administración andaluza, desde las cuentas públicas a los empleados y todos sus «resortes», al servicio de una recuperación económica «justa, inclusiva y solidaria».
Susana Díaz ha señalado, en la toma de posesión de Antonio Ramírez de Arellano como consejero de Economía, Hacienda y Administración Pública y de Lina Gálvez como consejera de Conocimiento, Innovación y Universidad, que, aunque estamos ya en un «ciclo económico distinto», no se podrá «hablar de recuperación hasta que la sientan las personas».
«Andalucía está en condiciones de dar el salto de convergencia que por razones políticas, históricas y culturales» no pudo dar con anterioridad, ha asegurado la presidenta de la Junta, que ha afirmado que el Ejecutivo autonómico «va a aprovechar hasta el último esfuerzo para que los andaluces vivan mejor y tengan más igualdad de oportunidades».
Díaz ha agradecido a Arellano que asuma las competencias de Hacienda y Administración Pública, que vuelven a unirse con las de Economía, y a Lina Gálvez, una «gran feminista y luchadora», que se incorpore al Gobierno andaluz para que ese «salto de competitividad» esté «basado en la investigación y el conocimiento», de tal forma que el tejido productivo andaluz esté más preparado y fortalecido ante posibles crisis futuras.
Además, la presidenta ha tenido palabras de reconocimiento para la exconsejera y actual ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de la que ha asegurado que «Andalucía pierde una gran consejera y gana una magnífica ministra» en un momento de extraordinaria importancia para la comunidad, con el debate de la financiación autonómica sobre la mesa.
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