/ por Mercedes Arancibia. PEE /
Parlamentarios europeos piden protección para la minoría birmana.
El 12 de marzo de 2018, Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que las Fuerzas Armadas birmanas están construyendo bases para el Ejército y la Guardia Fronteriza, así como helipuertos, en zonas donde antes se levantaban aldeas rohinyás que resultaron arrasadas por los incendios, también provocados por el ejército tras ensañarse con sus habitantes en el verano de 2017.
“Lo que estamos viendo en Rajine es una apropiación de tierras, por parte de las Fuerzas Armadas, de una magnitud dramática”, ha manifestado Tirana Hassan, directora de Respuesta a las crisis de AI.
Según la organización humanitaria, estas construcciones se han acelerado desde el pasado mes de enero, lo que compromete el regreso9 de los cientos de miles de rohinyás actualmente refugiados en Bangladesh. La reiterada violencia de los militares birmanos con la minoría musulmana del país, en respuesta a los ataques de rebeldes rohinyás de agosto de 2017, han obligado a más de 700 000 personas de esa etnia –que oficialmente no existen ya que carecen de estado civil y documentos que acrediten su nombre y nacionalidad- a huir al Bangladesh vecino, tras una campaña que Naciones Unidas ha calificado de “limpieza étnica”.
Al mismo tiempo, este 14 de marzo se está celebrando en Ginebra la segunda “Pledging conference for the Rohingya refugee crisis”, cuyo objetivo es recoger 940 millones de dólares para cubrir las necesidades humanitarias desde ahora hasta diciembre de 2018. La anterior Conferencia reunió 360 millones de los 434 previstos.
Con este motivo, 196 parlamentarios de 27 países de Europa han publicado, una tribuna de opinión en el digital francés L’OBS, una llamada a sus respectivos gobiernos “para que cese la limpieza étnica que sufren los rohinyás en Birmania”:
“Siete meses después del comienzo de operaciones del ejército birmano, y cuando la emoción internacional se está difuminando, sigue siendo muy preocupante la situación de los más de 680 000 refugiados en Bangladesh, y los más de 120 000 desplazados en el interior.
Según la ONU “prosigue la limpieza étnica de los rohinyás”. Esto exige actuaciones determinadas, tanto de carácter urgente como a largo plazos. Los principales retos son de orden humanitario y político.
En términos humanitarios, los rohinyás padecen hoy las consecuencias materiales, sociales, educativas, sanitarias, psicológicas…las atrocidades que han sufrido les hacen más vulnerables ahora que se acerca el tiempo de las cosechas. La comunidad internacional tiene que continuar e intensificar su compromiso, para que la ayuda que necesitan llegue a los campos de refugiados.
Pedimos a los Estados de los que somos parlamentarios, a la unión Europea y al resto de la comunidad internacional, que asuman sus responsabilidades y aportan su ayuda para alcanzar la cifra necesaria.
En términos políticos, el pasado 23 de noviembre se firmó un acuerdo entre Bangladesh y Birmania para repatriar a los refugiados rohinyás a lo largo de un plazo de dos años. El 16 de enero se elaboró un lista con los primeros 8.000 voluntarios, y se está a la espera de que Birmania la acepte.
¿Cómo garantizar a los miembros de organizaciones humanitarias el acceso los desplazados en el interior, que carecen de la asistencia que necesitan urgentemente? ¿Cómo garantizar la supervivencia y la seguridad a los rohinyás en Birmania, cundo llevan décadas siendo víctimas de discriminación y el ejército, que es el centro del poder, es el principal responsable de la violencia y las persecuciones?
Estas garantías son esenciales para permitir el regreso de los desplazados en el interior y de los refugiados a sus casas y para asegurar que eso no va a significar la continuación de las violaciones de sus derechos, o el riesgo de nuevas atrocidades masivas. A este efecto, son necesarias las presiones sobre el ejército y la Consejera especial del Estado y portavoz de la presidencia, Ang San Suu Kyi.
Pedimos a los Estados de los que somos parlamentarios, a la Unión Europea y al resto de la comunidad internacional que adopten sanciones si no se garantiza la protección de la vida de los rohinyás, y que se encarguen de que los responsables de la limpieza étnica respondan de sus actos ante la justicia. Es responsabilidad de todos actuar para garantizar la protección de los rohinyás, evitar que su terrible situación empeore aun más y permitirles tener perspectivas de futuro”.
Firman la tribuna Benjamin Abtan, coordinador de la red Elie-Wiesel de parlamentarios de Europa para la prevención de crímenes de masas y presidente del Movimiento Antiracista Europeo – EGAM, y 196 europarlamentarios de 27 países, entre los que se encuentran los españoles Jordi Xucla (Partido Demócrata Catalán), José Ignacio Echaniz Salgado (Partido Popular), Ricardo Antonio García Mira(PSOE), Izaskun Bilbao Barandica (Partido Nacionalista Vasco) y Maite Pagazaurtundua (UPyD).
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