

Lunes, 19 de mayo de 2025. El 9 de mayo de 2024, el BBVA anunció a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una oferta de compra (oferta pública de adquisición u opa) a los accionistas del Banco Sabadell.
Se hace una opa cuando una empresa que cotiza en Bolsa tiene infinidad de accionistas minoritarios. Y es hostil cuando el consejo de administración no está de acuerdo con lo que ofrece el comprador, como es el caso de la oferta de BBVA a los accionistas del Banco Sabadell.
Mayo de 2025
Un año después, luego de que el BCE y la autoridad británica de la competencia diesen luz verde al proceso y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobase la compra (aunque con compromisos), la opa ha pasado por un proceso de consulta popular convocado por el Gobierno de España. El día 27 de mayo, el Gobierno de España deberá anunciar si da su aprobación o lleva la fusión al Consejo de Ministros.
En caso de que la operación continúe sin trabas, al tratarse de una opa hostil, su resolución recae sobre los accionistas del Sabadell, que tendrán que decidir si les interesa la oferta hecha por el BBVA.
Dados los actuales precios de mercado, es probable que, si la operación sigue adelante, BBVA tenga que mejorar su oferta para que sea atractiva para los accionistas del Sabadell.
Los factores clave
Esta operación muestra el eterno debate entre una mayor eficiencia económica o la protección de la competencia y el empleo.
En el análisis económico de la opa hay que tener en cuenta diversos factores:
- La creación de valor y de sinergias: la entidad resultante de la fusión va a ser mejor (más eficiente) que la mera suma de los bancos a nivel individual. En este sentido, el BBVA estima unas sinergias de 850 millones de euros debido, fundamentalmente, a la reducción de gastos. Al contar con más clientes, un mayor tamaño permite reducir costes. En la banca, en general, hay cada vez más gastos fijos en tecnología y, con una mayor escala, estos costes se reducen.
- El impacto en la competencia: la CNMC determinó que, entre otros efectos, la operación podría suponer peores condiciones comerciales para particulares, pymes y autónomos, mayor riesgo de exclusión financiera para algunos clientes y, en determinadas casos, la reducción del crédito a las pymes. Ante el compromiso del BBVA de subsanar estos problemas, la CNMC dio luz verde a la operación.
- La concentración del sector bancario: España ha pasado de tener una gran cantidad de bancos y cajas antes de la crisis de 2008 (55) a apenas una decena de grandes entidades en 2025. De hecho, es uno de los países con mayor concentración bancaria de la zona euro. Si esto aporta fortaleza y resiliencia al sector, también aumenta el riesgo sistémico: las economías nacionales no pueden permitir la caída de grandes entidades financieras porque arrastrarían al resto de los actores económicos.
- La destrucción de empleo: tras las fusiones bancarias se produce la eliminación de duplicidades (puestos de trabajo duplicados). El BBVA estima que se perderían unos 2 500 empleos mientras que los sindicatos estiman que serían entre 7 500 y 10 000 los puestos de trabajo perdidos.
- Los riesgos para el crédito a pymes y autónomos: la fusión posicionaría mejor a BBVA en el segmento pymes, donde el Banco Sabadell es muy potente. Tanto la patronal catalana como UGT, que son contrarios a la fusión, estiman que podrían perderse hasta 75 000 millones de euros de financiación para pymes y autónomos, pero el BBVA sostiene que, de aprobarse, estos créditos aumentarían en 5 000 millones de euros.
- El factor político y territorial: el Banco Sabadell es muy importante en Cataluña y tiene mucha influencia en el resto de España, Además, se teme que la fusión provoque una pérdida de influencia económica de la región. Por eso, la patronal catalana, los sindicatos, los partidos y el Gobierno catalán están en contra de la fusión. Para el BBVA, la compra no es sólo una operación en Cataluña: es una estrategia para ganar cuota de mercado en zonas donde el Banco Sabadell es muy fuerte (Comunidad Valenciana, Murcia, Islas Baleares y parte de Andalucía).
Gigantes europeos
Si la opa sale adelante, la nueva entidad sería el segundo mayor banco de España y el décimo de Europa, y tendría mejores herramientas para competir a nivel internacional.
De ahí que el BCE le haya dado luz verde, en su intento de crear gigantes europeos capaces de competir en los mercados con los grandes grupos bancarios asiáticos y estadounidenses.
Jorge Hernando Cuñado es Profesor de Economía y Empresa, Universidad Nebrija
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