

Jueves, 2 de octubre de 2025. Los datos facilitados por la Oficina Andaluza contra el Fraude y la Corrupción (OAAF) a la asociación Justicia por la Sanidad, a raíz de las cuatro denuncias que presentó en 2023, revelan una injustificable demora en su tramitación, hasta el punto de tener paralizada la primera denuncia presentada sobre conciertos sanitarios.
Dicha denuncia se encuentra inexplicablemente en “análisis preliminar” tras casi dos años desde su presentación, sin haber decidido nada sobre su admisión e inicio de la investigación, en la que casualmente se encuentra implicado, entre otros, Manuel Molina Muñoz, actual Delegado Territorial de la consejería de Salud en Sevilla, que fue presidente del PP en Fuenlabrada y viceconsejero de Sanidad en la Comunidad de Madrid.
El fusionado “Parlamento-Gobierno” en manos del PP andaluz es otro rodillo de poder, como hace años lo fue el PSOE. La OAAF es un claro ejemplo de ello: al proponer el PP y nombrar a su director, Francisco de Paula Sánchez Zamorano, con el apoyo de Vox (67 votos a favor y 36 en blanco), ha creado la interesada dependencia del partido gobernante de turno, cuyo primer efecto es la demora en admitir las denuncias o en resolverlas, acreditando su ineficacia e ineficiencia.
Si los que deben ser vigilados nombran a los vigilantes, la corrupción está servida. Este nuevo caso revela que la corrupción política está protegida por las entidades que forman parte de los poderes legislativo y ejecutivo, que en España no están separados, de forma que el poder del Estado, al ser unitario, es ejercido tiránicamente.
El 15 de noviembre de 2023, la asociación Justicia por la Sanidad presentó una denuncia ante la OAAF por graves ilegalidades en conciertos sanitarios suscritos por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) con entidades privadas. Estas graves ilegalidades, aunque fueron expuestas en un informe de la Intervención General, no tuvo consecuencias ni se exigieron responsabilidades a nadie.
Posteriormente, también a finales de 2023, dicha asociación presentó tres denuncias más por otras graves ilegalidades cometidas en materia de recursos humanos y sobre la inexistente potestad reglamentaria de los órganos del SAS, que este órgano ejerce sin límites, aun contando con una “asesoría jurídica”.
La citada asociación, tras preguntar el pasado 2 de julio a la OAAF por el estado de los cuatro expedientes de las denuncias, ha recibido el pasado 5 de septiembre cuatro escritos en los que se manifiesta el estado de cada expediente: mientras que la primera denuncia sobre los conciertos sanitarios se encuentra aún en fase de “análisis preliminar” para decidir si se admite o no la denuncia, tras casi dos años transcurridos desde que se presentó, las tres denuncias presentadas posteriormente se encuentran aún en fase de investigación una vez que fueron admitidas hace muchos meses.

¿Por qué la OAAF se ha saltado el orden de entrada de las denuncias para su tramitación? ¿El actual director de la OAAF está protegiendo al partido que lo propuso y nombró -con el apoyo de Vox- a sabiendas de las graves ilegalidades cometidas en dichos conciertos sanitarios que favorecían a entidades privadas como ASISA? Esta es la deducción más sencilla, dada la cercanía de las elecciones autonómicas y la crítica continua y pública que incomoda al PP sobre la privatización del Sistema Sanitario Público de Andalucía, una gestión indirecta que nunca se justifica debidamente en los expedientes de los contratos y conciertos sanitarios, es decir, que el SAS actúa de forma ilegal en la inmensa mayoría de los contratos administrativos.
En la denuncia primera citada, que la OAAF duerme en un cajón, se encuentra implicado Manuel Molina Muñoz, que fue presidente del PP en Fuenlabrada y viceconsejero de Sanidad en la Comunidad de Madrid, y que hoy es el Delegado Territorial de Salud en Sevilla, nombrado por Decreto 41/2025, de 11 de febrero, a propuesta de la actual consejera de Salud, Rocío Hernández Soto.

A la asociación Justicia por la Sanidad no le sorprende estas demoras de la OAAF, dado que, como ya advirtió hace tiempo públicamente, se trata de una entidad dependiente del Parlamento de Andalucía que no resulta eficaz ni eficiente para la lucha contra la corrupción, formando parte del engaño habitual de los partidos políticos a la ciudadanía. Mientras más tiempo tarden las investigaciones, antes prescriben las infracciones de los altos cargos y directivos involucrados en la corrupción política, ya sean penales, contables o administrativas. Por tanto, la OAAF es, en la práctica, un instrumento más del corrupto sistema partidocrático con la finalidad de ocultar la corrupción política.
La primera medida que ha adoptado la citada asociación es dejar de denunciar a la OAAF las graves ilegalidades cometidas por las Administraciones sanitarias, acudiendo directamente a la Justicia (que tampoco está para tirar cohetes) y a las instituciones de la UE, ya que los gobernantes en España protegen a sus políticos corruptos y allegados.
Como ha acreditado dicha asociación públicamente, a los partidos no les interesa la lucha contra la corrupción, sino protegerse cuando se descubren dichos casos. Y para ello, abusan del poder unitario que les confiere el sistema partidocrático o “Estado de partidos” en perjuicio de los gobernados. No sólo son corruptos, sino que la inmoralidad es su guía: no hay más que ver los paquetes de medidas absolutamente ineficaces e ineficientes que venden los partidos para la supuesta lucha contra la corrupción.
Como este articulista explica en sus conferencias y tertulias televisivas, la corrupción en España es sistémica, un factor de gobierno, incentivada por el propio sistema político instituido con la mal llamada “constitución” del 78, como tenían claro en 1789 en Francia (ver imagen anterior), aunque la mayoría de los españoles aún no lo saben. Tengan en cuenta que la Declaración de los Derechos del Hombre y los Ciudadanos de 1789 fue inspiradora de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que menciona la “constitución” del 78.
Obviamente, lo seguiré haciendo en las próximas conferencias mensuales que se celebrarán en Sevilla y en la única televisión que me invita a una de sus tertulias (7TV-Málaga), porque las televisiones y radios públicas tienen vedada la intervención de la asociación que presido, con más de 9.000 socios.
Por ejemplo, Canal Sur no emitió en televisión la entrevista grabada que me hizo su periodista en Granada antes del inicio de la manifestación del pasado 20 de octubre de 2024, organizada por la asociación que presido. Nunca verán a la Junta Directiva de dicha asociación en una tertulia televisiva de las televisiones públicas, dado que no dependemos de las subvenciones de los gobiernos (sólo admitimos las cuotas de socios y donaciones) y somos críticos con todos ellos, sin excepción. Así funciona el rodillo del poder oligárquico de los partidos políticos en España.
Los partidos tienen engañados al pueblo español, haciéndoles creer que la democracia consiste en tener el derecho de votar (sufragio activo), y esto ha calado en un irreflexivo e ignorante pueblo que desconoce los elementos básicos de una democracia como forma o sistema de gobierno y que no tiene interés en informarse y comprender por qué los votos ni ningún partido pueden solucionar los graves problemas del pueblo español mientras se mantenga este corrupto sistema partidocrático.
Si alguno de esos políticos o algún conciudadano discrepa de mis afirmaciones, lo tiene muy fácil: puede asistir a mis conferencias mensuales que se celebran en Sevilla y demostrar en el coloquio los errores de mi análisis. Les adelanto que ninguno lo hará, porque además de corruptos, son cobardes y no se atreven a enfrentarse a la verdad. De hecho, he invitado públicamente en redes sociales a representantes de todos los partidos del Parlamento de Andalucía, y ninguno ha acudido a las dos primeras conferencias.
Esta es la lamentable realidad que vivimos en este país y que oculta la mayoría de la prensa, vendida al poder de turno como buenas meretrices de la información. De hecho, casi ningún medio de comunicación se hizo eco de estos graves hechos publicados por este diario en 2024 sobre las denuncias presentadas a la OAAF. Los medios de comunicación no sólo no señalan la causa de la corrupción sistémica (sistema partidocrático), sino que colaboran con el poder de turno para ocultar su corrupción política y adoctrinar al pueblo español, polarizándolo con falsas ideologías.
Luis Escribano del Vando es Químico industrial, funcionario del Cuerpo Superior Facultativo en el Servicio Andaluz de Salud. Presidente de la asociación Justicia por la Sanidad @13mescribano // Facebook de Luis Escribano







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