
Lo que la alcadesa llama “una década de bloqueo” fue el trabajo previo que permite hoy iniciar las obras
El actual equipo de gobierno municipal del PP se atribuye en exclusiva el inicio de la urbanización del Ensanche Sur, silenciando que fue la anterior corporación la que resolvió el bloqueo jurídico heredado del TSJA en 2019 y aprobó el nuevo proyecto de reparcelación en 2022.
Jueves, 3 de julio de 2025. «Hoy es un día histórico para Huelva. Arranca la urbanización del Ensanche Sur tras más de una década de bloqueo. La ciudad cumplirá el sueño de abrazar a la Ría». Con este mensaje, la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda, ha anunciado en sus redes sociales el inicio de las obras de urbanización del denominado Ensanche Sur. Según la regidora, se trata de un hito que culmina dos años de “intenso trabajo” de su equipo de gobierno.
🔴 ENSANCHE SUR: 24 HORAS DESPUÉS DE LA FOTO
Hace 24 horas que Pilar Miranda estaba anunciando el inicio de nuevas obras de urbanización en el Ensanche Sur. Ella dice que lo desbloquea, pero es mentira. Ya estaba desbloqueado antes de su llegada a la Alcaldía.
📷 Un día después de que la alcaldesa se hiciera la foto, allí no hay nada. Solo una máquina aparcada en los terrenos donde ayer parecía que se estaba trabajando a marchas forzadas.
Las mentiras de Pilar Miranda no duran ni 24 horas 👎🏽
Publicada por PSOE Huelva capital en Viernes, 4 de julio de 2025
La frase “tras más de una década de bloqueo” ha sido repetida este miércoles por numerosos medios locales y autonómicos, sumándose al relato triunfalista del Ayuntamiento. Pero la afirmación merece ser puesta en contexto, sobre todo si se interpreta como un intento de atribuir exclusivamente al actual equipo de gobierno el desbloqueo de un proyecto que acumula dos décadas de tramitaciones, obstáculos jurídicos, modificaciones técnicas y decisiones políticas. Porque no todo bloqueo implica inacción. Y no toda inacción es atribuible a quien no aparece en la foto final.
El Plan Parcial del Ensanche Sur fue aprobado definitivamente por la Gerencia Municipal de Urbanismo el 16 de julio de 2009. Lo hacía tras más de cinco años de tramitación previa, y con la previsión de que las primeras obras pudieran iniciarse después del verano de aquel año. No fue así. Desde entonces, y durante más de una década, se sucedieron distintos intentos de reactivar el proyecto, que incluía la previsión de nuevos equipamientos judiciales, administrativos, residenciales y deportivos, así como zonas verdes de uso público. Sin embargo, el avance fue lento, y la gestión urbanística del ámbito quedó definitivamente bloqueada cuando, en enero de 2019, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía anuló el proyecto de reparcelación en vigor por incumplir un trámite esencial: la desafectación previa de los terrenos de titularidad estatal, entonces propiedad de Adif. Esa sentencia dejó el Ensanche Sur en una situación de limbo jurídico que impidió cualquier tipo de tramitación posterior, licitación o inicio de obras. A partir de ese momento, sin un nuevo proyecto legalmente válido, cualquier actuación sobre el terreno resultaba inviable.
Fue el equipo de gobierno liderado por Gabriel Cruz quien asumió la redacción de un nuevo documento técnico de reparcelación, ajustado a las exigencias legales establecidas por el TSJA. Tras su tramitación, el nuevo proyecto fue aprobado definitivamente por el Pleno del Ayuntamiento el 3 de enero de 2022. Aquel paso desbloqueó la situación administrativa, permitió reactivar la relación con los propietarios de los suelos y sentó las bases para la ejecución material de la urbanización.
En los meses siguientes, se resolvieron también los recursos pendientes, y el proceso jurídico quedó completamente despejado a mediados de 2024. Solo entonces fue posible iniciar la contratación de las primeras fases de obra. Es decir: la maquinaria que este jueves ha comenzado a trabajar sobre el terreno lo hace porque previamente se resolvió todo el entramado técnico y legal que impedía su entrada. Esa labor, fundamental, no comenzó en 2023.
Decir que el Ensanche Sur llevaba “más de una década sin obras” es una descripción factualmente precisa si se refiere exclusivamente a la ejecución material. Pero sostener que ha estado “bloqueado” durante todo ese tiempo sin matizar quién, cómo y cuándo ha contribuido a resolver ese bloqueo es caer en una simplificación interesada.
La política tiene derecho a celebrar avances. El periodismo, la obligación de ponerlos en su sitio.
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