El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha tenido a bien confirmar a Ayuso la relación entre contaminación y mortalidad.
«Nadie ha muerto tampoco de contaminación atmosférica. No quiero que se genere una alarma de salud pública, porque no la hay. Madrid es una de las ciudades con mayor longevidad del mundo y con uno de los mejores sistemas de transporte y cada vez se están renovando más calderas y vehículos». Así de tajante se mostró en una entrevista de Año Nuevo en la cadena SER la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en un nuevo ejercicio de desinformación.
Un estudio internacional confirma la relación entre la contaminación y el riesgo de mortalidad.
Un análisis en 652 ciudades muestra un mayor riesgo de mortalidad tras la exposición incluso a pequeñas concentraciones de contaminación del aire urbano
➡️https://t.co/ak0XYLg3uF pic.twitter.com/lKBx4Pdmyy— CSIC (@CSIC) January 1, 2020
En el mismo mensaje, el CSIC enlaza la nota de prensa que emitieron en agosto de 2019 acerca del estudio al que hace referencia y en el que participó el profesor asociado del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del CSIC Aurelio Tobias.
Desde el CSIC han realizado además un hilo en su cuenta de Twitter en el que enlazan varios artículos periodísticos sobre cómo afecta la contaminación a las personas, e insisten en que las partículas finas presentes en el aire contaminado entran en el cuerpo a través de los pulmones y afectan a la salud de formas diversas: «En el cerebro, el corazón, el hígado, la placenta y prácticamente todos los órganos».
3000 o 4000 personas mueren cada año en Madrid
Ecologistas en Acción ha contestado a Ayuso con las cifras de Madrid, donde «unas 3.000 o 4.000 personas mueren al año» por esta causa. «Solo por dióxido de nitrógeno son 8.900 en toda España y la zona del país más contaminada por este gas es Madrid», le recuerda Francisco Segura, portavoz de la organización.
Segura considera que la presidenta está incurriendo en una «banalización inmoral» de los riesgos de polución y subraya que negar que esté detrás de miles de muertes prematuras es de «una estupidez supina que va en contra de todas las evidencias científicas». «Si la presidenta piensa que consiste en que sales a la calle y mueres fulminado pues claro que no es así, pero la contaminación está reduciendo en dos años nuestra esperanza de vida», explica Ecologistas en Acción, que pide tomar este problema «en serio».
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