Hablar de feminismo es hablar de la lucha por la Igualdad. Por ello, el feminismo es, ante todo, un movimiento que tiene en su centro la lucha por el reconocimiento de la Justicia y los Derechos Humanos para las mujeres. La Federación Española de la Orden Masónica Mixta Internacional El Derecho Humano (OMMIDH) que lleva en su impronta definitoria la Igualdad de todos los seres humanos, se une una vez más a la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, recordando que no será posible lograr un mundo mejor y más habitable hasta que la Igualdad sea una realidad global en toda la Tierra. Nuestra fundadora, Marie Deraismes, pionera de la lucha por la igualdad de la mujer, sostenía la sinrazón de un mundo en el que la mitad de la población carecía de los mismos derechos que la otra mitad.
En los últimos 300 años, las mujeres han ido dando grandes pasos en la conquista de la Igualdad - como el derecho a la educación o el sufragio universal -, pero aún queda un largo camino que recorrer, tanto mayor cuanto menor es la solidez democrática de los países. Violencia de género y sexual que llega al asesinato, cosificación de su cuerpo como objeto de tratamiento, lucro y consumo, derechos sociales y reproductivos no reconocidos, desigualdad social, laboral, salarial, negación del derecho a decidir sobre su propio cuerpo, techo de cristal… Así como las más recientes tentativas de erosión de su reconocimiento como sujetos políticos: una larga agenda en un horizonte aún lejano en cuya conquista muchos miembros de nuestra Federación está firmemente comprometidos.
Especial preocupación e inquietud nos produce el avance de políticas neoliberales tanto como la globalización económica que está dejando atrás la universalización de los derechos humanos que afecta de modo muy especial a la situación de las mujeres en todo el mundo.
El cambio climático está ya produciendo éxodos masivos de población que, sin duda, se irán incrementando exponencialmente en los próximos años y en los que la mujer es la peor parada. Paralelamente, la persistencia de guerras y conflictos armados en muchos lugares del planeta está provocando la migración de millones de mujeres, especialmente vulnerables por el hecho de serlo. Mujeres que son maltratadas, victimizadas, violentadas y olvidadas, tanto en el lugar de origen como en los de tránsito y destino. Mujeres solteras, menores de edad, madres de familia, con o sin hijos, muchas veces utilizadas como arma de guerra, para quienes derechos como el acceso a la atención médica y psicológica son prácticamente inexistentes. Mujeres sin derechos y extremadamente vulnerables dentro y fuera de sus países.
Por todo ello, nuestra Federación que, como la Orden a la que pertenece, tiene entre sus principios fundacionales el Internacionalismo, une su voz a las millones de voces que se levantarán contra el statu quo este 8 de marzo de 2020 en todo el mundo por la conquista de plenos e igualitarios derechos para la mujer: una larga cadena de unión que refuerce la legítima defensa de la universalización de los derechos humanos y especialmente la de los derechos que confieren la consideración de ciudadanas a todas las mujeres en pie de igualdad.
Aspiramos a conseguir un mundo en el que los derechos no sean patrimonio de grupo alguno, un mundo tejido por la justicia, igualitario, libre y fraternal.
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