‘La Rueda del Horror’, por Julián Blanco

por Julián Blanco

 

Jueves, 23 de enero de 2025. En un mundo cada vez más interconectado, figuras como Donald Trump, Vladimir Putin y Benjamin Netanyahu se levantan como símbolos de un nuevo nacionalismo global.

Estos personajes, así como las ultraderechas nacionales que promueven agendas radicales, empiezan a recordarnos periodos oscuros de nuestra historia.

Las redes sociales, por su parte, se convierten en potentes herramientas de difusión de desinformación. En esta contienda, se observa un creciente fenómeno de negacionismo climático que desafía el consenso científico y pone en peligro las vidas de futuras generaciones.

La viralización de bulos en plataformas digitales está facilitando la polarización social, alimentando la intransigencia global.

Nos enfrentamos a un discurso que genera divisiones en lugar de promover el entendimiento. Un discurso que, en algunos casos, se asemeja al de los regímenes totalitarios que alguna vez acreditaron el Holocausto.

La comparación puede parecer exagerada, pero la historia nos enseña que la deshumanización de grupos considerados «los otros» «a por ellos», y la promoción de odios han precedido a los momentos más oscuros de la civilización. Pero todo es económico.

La defensa de la sanidad privada revela un claro fin económico.

Este enfoque no solo pone en riesgo la salud de los más vulnerables, sino que también establece un precedente peligroso que puede extenderse a otros sectores vitales de nuestra sociedad. La salud, un derecho fundamental que debería ser accesible a todos, se transforma en un privilegio reservado para aquellos que pueden pagarlo. Este fenómeno ilustra un sistema en el que el bienestar social queda subordinado a los intereses económicos de unos pocos.

Este síntoma del enfoque neoliberal que impera en las políticas actuales no se limita a la sanidad. A medida que la desigualdad económica se afiance, la Educación, la Seguridad Pública y la Justicia se perfilan como dominios exclusivos de la elite adinerada. Es el modelo Trump.

La creciente privatización de la educación implica que quienes carecen de recursos económicos se ven impedidos a una enseñanza de calidad, perpetuando así el ciclo de pobreza y desigualdad.

La Seguridad Pública, en lugar de ser un concepto que garantice la protección y el bienestar de todos, se convierte en un servicio al que solo pueden acceder aquellos que tienen la capacidad de pagar por protección privada, dejando a un gran número de ciudadanos expuestos a la delincuencia y la inseguridad. Como es desocupa.

Asimismo, el sistema de Justicia se transformará en un laberinto donde el dinero es la brújula. Quienes pueden costear abogados y asesoramiento legal de alta calidad recibirán una defensa adecuada, mientras que aquellos que no cuentan con recursos se verán a la merced de un sistema que a menudo prioriza la eficiencia sobre la equidad.

Por lo tanto, la defensa de un modelo que se alimenta de la exclusión y la desigualdad no es solo una cuestión de sanidad; es un llamado a la acción para reconsiderar profundamente cómo entendemos y manejamos los pilares de nuestra sociedad.

Es imperativo que levantemos la voz en defensa de sistemas que prioricen el bienestar común por encima del beneficio privado, y que busquemos crear un entorno donde el acceso a la salud, la educación, la seguridad y la justicia no dependa de la capacidad económica de cada individuo.

Este enfoque nos recuerda que las crisis de salud pública, como las que hemos experimentado, deben ser abordadas de manera integral y humanitaria, no como oportunidades para el lucro.

Entonces ¿estamos viendo nacer una nueva ola de intolerancia e intransigencia a nivel global? ¿O podremos aprender de nuestra historia para forjar un futuro mejor?

El desafío radica en nuestra capacidad para resistir la retórica divisiva y construir un diálogo que promueva la empatía y la cooperación, en lugar del miedo y la desconfianza.

La rueda del horror puede dar otra vuelta, pero cada uno de nosotros tiene el poder de influir en su dirección. No dejemos que el eco del pasado determine nuestro futuro. Es hora de levantarnos y pedir un cambio.

Julián Blanco, colaborador de La Mar de Onuba, es jardinero y fotógrafo, activista social y ecologista
Acerca de La Mar de Onuba 5766 Artículos
Revista onubense de actualidad, cultura y debate, editada por AC LAMDO, entidad sin ánimo de lucro inscrita en el Registro de Asociaciones de Andalucía con el número 4318 de la Sección 1. - Director: Perico Echevarría - © Copyright LAMDO 2017 / ISSN 2603-817X

Sea el primero en desahogarse, comentando

Deje una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.