

Jueves, 6 de marzo de 2025. Desde finales del año pasado, los agricultores españoles han vuelto a tomar las calles de varias ciudades para protestar por el reciente tratado de Mercosur. Este permite la entrada de alimentos que no han sido sometidos a los mismos requisitos medioambientales ni de producción que los de España, lo que representa una competencia desleal para ellos.
Durante los últimos años, las crecientes regulaciones ambientales y burocráticas, junto con la amenaza de una transición energética injusta, están llevando al límite a un sector esencial para la economía, la sociedad y la ecología.
Para proteger a los campesinos de estos desmanes, el consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó la Declaración sobre los Derechos de los Campesinos y de Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales (UNDROP, por sus siglas en inglés).
Bajo la definición de la UNDROP, campesinos son aquellas personas que se dedican a la agricultura artesanal o a pequeña escala, a la ganadería (incluyendo la trashumante), a la selvicultura o a la pesca.
Los campesinos producen la inmensa mayoría de la comida que consumimos y representan al 30-35 % de la producción global, incluyendo a un porcentaje importante de personas con recursos muy escasos.
La UNDROP es una declaración sorprendentemente desconocida, si la comparamos con otras declaraciones parecidas. Está totalmente ausente de las cumbres internacionales de alto nivel de las Naciones Unidas. No se menciona en ninguna de las Conferencias de las partes (COP) que existen sobre cambio climático, biodiversidad y desertificación.
La reunión COP16.2 sobre biodiversidad celebrada la semana pasada en Roma, por ejemplo, logró un acuerdo para financiar el Convenio Marco de la Biodiversidad con 200 000 millones de dólares anualmente. Sorprendentemente, los campesinos no se mencionan en el texto de la resolución, a pesar de su papel vital en la preservación de la biodiversidad, como tampoco se menciona a la UNDROP.
¿Qué es la UNDROP y por qué es importante?
La UNDROP es una declaración no vinculante que consiste en 28 artículos. Fue adoptada en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2018. La resolución fue aprobada gracias a los votos de, principalmente, distintos países del sur global, mientras que la mayoría de los países del norte global votaron en contra o se abstuvieron (este último fue el caso de España).
Sus artículos giran en torno a uno de los seis ejes principales:
- la preservación de los derechos culturales y del conocimiento tradicional;
- la equidad, libertad y seguridad;
- los derechos de tenencia y uso de tierras;
- la soberanía alimentaria y la promoción de la agricultura sostenible;
- los derechos económicos y laborales de los campesinos;
- y el derecho a participar en todas las decisiones que impacten sobre sus derechos.
Esta declaración es importante porque su implementación podría salvar el modus vivendi de muchos agricultores que, en los últimos años, se han visto obligados a abandonar sus explotaciones por el aumento en los costes de producción y las condiciones de las distribuidoras, junto con las imposiciones en pro de una supuesta protección de la naturaleza y para la mitigación del cambio climático.
Según esta resolución, por ejemplo, Mercosur no se podría haber acordado sin haber tenido antes en cuenta la opinión de los campesinos, ni sin garantizar que este acuerdo comercial no va a representar un perjuicio para sus intereses.
La UNDROP reconoce el importante papel que desempeñan los campesinos en la conservación de la naturaleza y pide medidas que garanticen que pueden continuar con esta función. En España esto se puede traducir, por ejemplo, en la toma de medidas para garantizar la supervivencia de aquellas razas de ganado que se encuentren en vías de extinción. Esto choca con ciertas iniciativas recientes calificadas como “rewilding” (resilvestrización) donde se han introducido especies de ungulados exóticos, como los bisontes europeos, o razas exóticas como el caballo salvaje mongol en el Alto Tajo.
La UNDROP fomenta la preservación de prácticas culturales como la trashumancia, lo que de nuevo implica la protección y facilitación de este tipo de prácticas.
Otro aspecto importante recogido en la declaración es el derecho al resarcimiento cuando los campesinos pierden derechos. Este es uno de los aspectos más criticados, por ejemplo, por muchos propietarios forestales tras la implantación de un área protegida: no se resarce a los propietarios por la merma de ingresos.
¿Cómo se ha usado hasta ahora?
Un reciente artículo publicado en la revista One Earth compila distintos ejemplos sobre el uso de esta declaración en los tribunales a nivel internacional.
Una consecuencia de la transición energética es la implantación de industrias solares y eólicas en tierras que, en muchas ocasiones, son de los campesinos. Aparte del uso tierras para producción de energía, también se requieren de amplias explotaciones mineras para abastecer de estos productos.
En Argentina, la Corte Interamericana de Derechos Humanos falló a favor de distintas comunidades indígenas en proyectos de minería que pretendían construir infraestructuras energéticas a gran escala sin consultación previa.
En Canadá, los trabajadores rurales emigrantes ganaron su denuncia sobre las condiciones de hacinamiento e inseguras que vivieron durante la pandemia de covid-19. Y en Honduras, la Corte Suprema de Justicia declaró en 2019 inconstitucional la Ley para la Protección de Variedades Vegetales porque prohibía el intercambio de semillas entre campesinos, lo que contravenía los artículos 19 y 20 de la UNDROP.
La UNDROP, junto con la Agenda 2030 y muchos otros acuerdos internacionales, muestra la vía para solucionar la policrisis climática, energética, rural y de biodiversidad que estamos viviendo. Por ello resulta imperativo aplicar todas las resoluciones en la materia, y no sólo aquellas que interesan a los gobernantes según la situación.
Víctor Resco es científico y trabaja en la mitigación de algunos de los principales problemas que amenazan a la sostenibilidad de nuestra sociedad, tales como el cambio climático, los incendios forestales o la contaminación. Doctor por la Universidad de Wyoming, es profesor de Ingeniería Forestal en la Universidad de Lleida y uno de los científicos más citados del mundo.
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