Miércoles, 6 de mayo de 2023. El enviado especial del presidente de Kenia para el cambio climático, Ali Mohamed, ha pedido a los negociadores kenianos y, por extensión, a los africanos en la Conferencia sobre Cambio Climático, inaugurada el lunes 5 de junio 2023 en la ciudad alemana de Bonn, que no pongan mucho énfasis en la financiación del Fondo de Pérdidas y Daños, sino que pidan justicia y equidad, informa Isaiah Esipisu (IPS) desde Bonn (Alemania).
Ali Mohamed, quien asesora al presidente William Ruto en cuestiones de cambio climático, dijo a la delegación de Kenia en Bonn que dejen caer ese fondo, poco después de que el mandatario exigiera que la 28 Conferencia de las Partes (COP28) sobre cambio climático sea la última de estas negociaciones globales anuales.
La financiación por pérdidas y daños es un acuerdo alcanzado durante la COP27, celebrada en Egipto a fines de 2022, con el fin de apoyar a los países vulnerables afectados por desastres climáticos como ciclones, inundaciones, sequías graves, corrimientos de tierras y olas de calor, entre otros.
Durante la ceremonia de apertura de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Hábitat, que tiene lugar en Nairobi desde el lunes 5 y hasta el viernes 9 de junio, Ruto se pronunció a favor del fin a las negociaciones entre el Norte y el Sur sobre la crisis climática.
Ello porque, según el gobernante, «el cambio climático no es un problema entre el Norte y el Sur, no se trata de un problema de combustibles fósiles frente a energía verde, es un problema que podríamos resolver entre todos si nos uniéramos».
Ruto es el actual presidente del Comité de Jefes de Estado y de Gobierno Africanos sobre el Cambio Climático (CAHOSCC).
Según el mandatario keniano, es posible (para los negociadores africanos) acordar un marco para que el Continente acuda con una idea clara de lo que debe hacerse ante la COP28, que acogerá los Emiratos Árabes Unidos del 30 de noviembre al 12 de diciembre 2023.
Allí, planteó Ruto, África y el Sur global pueden trabajar con el Norte global, no como adversarios, sino como socios para resolver la crisis climática y presentar una oportunidad de obtener un resultado beneficioso para todos sin señalar con el dedo.
En Bonn, Mohamed, quien también es secretario permanente del Ministerio de Medio Ambiente y Bosques, dijo a los negociadores de Kenia que, como africanos, es necesario alzar la voz y pedir una nueva arquitectura mundial y una nueva forma de hacer las cosas.
Puso el ejemplo de los derechos especiales de giro (DEG) durante la pandemia de la COVID-19, cuando Europa, con una población de quinientos millones de personas, recibió más de 40 por ciento de esos activos, mientras que a todo el continente africano, con una población de 1200 millones de personas, se asignó un mísero cinco por ciento del total de ellos.
Este tipo de injusticia es lo que «el presidente Ruto quiere poner de manifiesto y decir que ya no es sostenible en el nuevo orden mundial», dijo Mohamed, que aspira a convertirse en el próximo presidente del Grupo Africano de Negociadores (AGN, en inglés) para los próximos tres años.
El DEG es un activo de reserva internacional que devenga intereses y complementa otros activos de reserva de los países miembros. Más que una moneda, es un derecho sobre las divisas de libre uso de los miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI).
También puso como ejemplo el Muro de Berlín, que cayó en 1989, y de repente, en solo seis meses, se formó una nueva arquitectura financiera para Europa.
Señaló que desde la ratificación del Acuerdo de París sobre cambio climático, en la COP21 de 2015, el mundo se ha reunido cada año para hablar de los cien mil millones de dólares anuales que los países industriales se comprometieron a movilizar colectivamente desde 2020 para la acción climática en los países del Sur.
El objetivo era impulsar acciones de mitigación significativas por los impactos de una crisis climática a la que ha contribuido mayormente el Norte. Pero los fondos comprometidos siguen siendo un espejismo, destacó Mohamed.
«Lo que África reclama es inversión a través de financiación disponible, accesible y adecuada a costes asequibles. Pedimos prestado a un interés de qionce por ciento en una moneda que no es la nuestra, mientras que otros países del Norte piden prestado a dos por ciento», afirmó el secretario permanente keniano.
El actual presidente del AGN, el zambiano Ephraim Mwepya Shitima, declinó hacer comentarios sobre la nueva postura de Kenia, alegando que estaba fuera de sus competencias. «No estoy en condiciones de comentar lo que ha dicho un miembro de la CAHOSCC», dijo a IPS en Bonn, en una pausa de las deliberaciones de la Conferencia, que se clausurará el día 15.
Sin embargo, durante la sesión plenaria de apertura, Shitima instó a los países desarrollados a cumplir para restaurar la confianza en el proceso de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), organizadora de las COP y de las que la Conferencia de Bonn tiene entre otros papeles el de establecer la agenda.
«La reposición del Fondo Verde para el Clima es en octubre, y esta es una oportunidad para que los países desarrollados muestren al mundo que están dispuestos a hacer su parte para hacer frente al cambio climático y apoyar la acción climática en los países en desarrollo», dijo a los delegados mundiales en Bonn el jefe de los negociadores africanos.
También acogió con satisfacción el programa de trabajo sobre vías de transición justa.
«Somos de la opinión de que hará avanzar la implementación de la acción climática y reforzará la respuesta global a la amenaza del cambio climático en el contexto del desarrollo sostenible», dijo Shitima, quien es director del Departamento de Economía Verde de Zambia.
«La Conferencia Subsidiaria (de la COP28) debería acordar los elementos, el alcance y las modalidades del programa de trabajo que se adoptará en la COP28», afirmó.
La Conferencia del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT), se celebra cada año en Bonn, donde tiene su sede la Secretaría de la CMNUCC, y es el vínculo entre la información científica proporcionada por fuentes expertas, como el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), y las necesidades políticas de las COP.
Sus conclusiones se utilizan, por tanto, para establecer el orden del día de la siguiente COP basándose en pruebas científicas, como harán ahora los delegados de los 195 Estados parte, el 15 de junio, para la COP28, que tendrá lugar en Dubái.
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