
Poeta, docente, gestor cultural y militante, el autor onubense regresa a la escena literaria con EX. Exorcismos de memoria.
La obra, recién publicada por Niebla Editorial, enlaza cuatro décadas de vida pública y escritura y convierte la experiencia en materia literaria.

Jueves, 16 de octubre de 2025. José Juan Díaz Trillo pertenece a esa rara estirpe de autores que han vivido la palabra desde todos sus ángulos posibles: como lector, como profesor, como poeta y como servidor público. Hijo de Huelva y de su tiempo, su trayectoria combina la creación literaria, la docencia y la gestión cultural con una coherencia infrecuente. Su más reciente libro, EX. Exorcismos de memoria, publicado por la onubense Niebla Editorial, es el resultado de ese recorrido. Nada de memorias al uso, ejercicio literario en el que la experiencia libera reflexión que se plasma sobre el papel.
Pepe Juan nació en Huelva en 1958 y estudió Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla. Amplió su formación en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Princeton y se especializó en autores libertarios como José Martí o José Lezama Lima, mostrando ya un denodado interés por la palabra como territorio moral y estético. Desde 1984 fue profesor de Literatura en la enseñanza pública andaluza, donde ingresó como funcionario de carrera. En paralelo, impulsó iniciativas de renovación pedagógica y de divulgación literaria. Como coordinador del Servicio de Publicaciones Educativas de la Junta de Andalucía, promovió materiales didácticos y encuentros culturales que contribuyeron a acercar la literatura al alumnado.
En 1986 fue cofundador de la asociación de profesores ESPACIO, un proyecto colectivo que reflejaba la inquietud de un grupo de docentes por compartir experiencias y debates en torno a la enseñanza de la literatura. Aquellos años consolidaron una vocación que Díaz Trillo no abandonaría nunca: la convicción de que educar, gestionar cultura y escribir forman parte de una misma responsabilidad cívica.
A comienzos de los años noventa, su nombre empezó a vincularse al desarrollo cultural de Huelva. Dirigió y colaboró en revistas y experiencias literarias (algunas míticas, como Con dados de Niebla o El Fantasma de la Glorieta), escribió artículos y reseñas en medios como Odiel, La Noticia o Huelva Información, y participó activamente en la vida institucional de la ciudad de Huelva. En 1991 asumió la dirección general del Patronato Provincial del Quinto Centenario, creado para organizar la conmemoración de los 500 años del denominado Encuentro entre Dos Mundos. Tres años más tarde, en 1994, fue designado director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, tras haber ejercido como responsable institucional del certamen en sus tres ediciones anteriores. La combinación de experiencia docente, literaria y de gestión cultural lo situó como una figura de referencia en el entramado cultural onubense.

En el ámbito institucional continuó ocupando distintos cargos vinculados a la cultura y el medio ambiente. Fue delegado provincial de la Consejería de Cultura entre 1996 y 1999, y presidió durante casi una década el Patronato del Paraje Natural Marismas del Odiel. También representó a la Junta de Andalucía en los patronatos de los parques nacionales de Doñana y Sierra Nevada. Su nombramiento como consejero de Medio Ambiente en 2010, en la Junta de Andalucía presidida por José Antonio Griñán, coronó una trayectoria pública en la que la defensa del patrimonio natural y la promoción de la cultura aparecían unidas por un mismo hilo ético: el compromiso con lo común. También fue candidato a la Alcaldía de Huelva y portavoz municipal del PSOE en el ayuntamiento de la capital onubense.
Paralelamente, Díaz Trillo desarrolla una obra literaria extensa y reconocida. Publicó su primer poemario, Milcíades, en 1979. A partir de entonces su escritura se consolidó en títulos como Mal te perdonarán a ti las horas (1985), Héroe de su herida (1988, Premio Residencia de Poesía en Extremadura), Delicioso el hereje (1990), Ciudad sin cielo (1990), Para evitar la nieve (1993, Premio Internacional Odón Betanzos y beca de creación del Ministerio de Cultura), El café de los tristes (1999), De varia lección (2008) y Mundo y aparte (2010, Premio Aljabibe). Su obra poética, reunida en 2020 bajo el título Donde da la vuelta el tiempo. Poesía 1979-2019, constituye una panorámica de cuatro décadas de escritura sostenida por una misma voluntad de estilo: la búsqueda de una voz clara, sobria y moralmente exigente.
Su incursión en la narrativa llegó más tarde, con la novela Cándido en la Asamblea (Point de Lunettes, 2016), sátira política que evoca el personaje de Voltaire con distancia y lucidez, y Concordia (2017), donde «Pepe Juan» explora la fragilidad de las convicciones colectivas. En 2022 dio a conocer Llanos de la Belleza, un volumen que abre la colección Versorido de la Fundación Olontia, con ilustraciones del artista Pablo Sycet. El libro, que dialoga entre poesía y arte plástico, confirma una constante de su trabajo: la fusión entre la palabra y las demás formas de creación.
Su pertenencia al Partido Socialista Obrero Español desde la juventud y su paso por distintas responsabilidades institucionales —concejal del Ayuntamiento de Huelva, portavoz del Grupo Socialista, parlamentario andaluz, consejero de Medio Ambiente y diputado en el Congreso— son parte de una misma biografía, pero nunca desplazaron su condición de escritor. Desde sus primeros artículos en prensa hasta sus discursos parlamentarios, la palabra ha sido su instrumento. “Hay mucho de poético en la política”, ha afirmado en más de una ocasión, y su recorrido vital confirma esa idea: la política como extensión del lenguaje y la literatura como forma de compromiso.
En 2019, tras concluir su etapa en el Congreso de los Diputados, se retiró de la primera línea política. Desde entonces ha concentrado su actividad en la creación literaria y en la participación en actos culturales, presentaciones y encuentros con lectores. Durante la pandemia de 2020 concedió una entrevista al diario Huelva Información en la que reflexionó sobre “la tremenda polarización” política del momento y reivindicó la necesidad de preservar la cultura como espacio de pensamiento.
EX
EX. Exorcismos de memoria corrobora el punto de madurez de esa evolución. Recién publicado por Niebla Editorial y presentado dentro del encuentro literario Transparencias 2.0, el texto que acompaña a la edición define con claridad el espíritu de la obra: «no es un libro de memorias cualquiera. En estas, el autor nos invita a recorrer los pliegues más íntimos de una vida contada con una prosa de rara belleza. Sus palabras no solo narran, sino que elevan la experiencia vivida al terreno de lo universal«·. Ese planteamiento sitúa al lector ante un libro que trasciende la anécdota personal para buscar una verdad compartida. Más que la narración de una vida, es un diálogo entre el tiempo y la conciencia.
En una de sus páginas, Díaz Trillo escribe: “Mirarme en el portal que daba a la calle, al mundo, es como juzgarse uno mismo, verse allí donde empezaba todo y sentir que sólo ahora eres capaz de averiguar qué era aquello que te hacía mirar hacia aquí con tanta incertidumbre. Con un afán que aún hoy sostienes al tomar la mano de tu hija, y observarte allí de la mano de tu madre saliendo una mañana hacia la escuela. Espejo tan raro y velado el tiempo que sólo la memoria lo limpia y pule hasta la transparencia.” La cita revela el tono del libro: introspectivo, reflexivo, profundamente humano.
La elección del título —EX. Exorcismos de memoria— remite a una doble lectura. Por un lado, la del prefijo que acompaña a quien ha dejado atrás responsabilidades públicas: exconsejero, exdiputado, exalcaldable. Por otro, la del verbo “exorcizar”, entendido como un acto de liberación simbólica frente a los fantasmas del pasado. En entrevistas y presentaciones, el autor ha reconocido que ambos sentidos conviven en la obra: el de quien mira atrás con serenidad y el de quien no se resigna a quedar fuera del tiempo.
A lo largo de sus más de doscientas páginas, el libro reconstruye una memoria personal que se funde con la historia reciente de Andalucía y de España. Hay en sus capítulos referencias a la infancia, a la educación, al compromiso político y a la pérdida. Pero también una reflexión sobre el sentido del paso del tiempo y la persistencia de la palabra como instrumento de conocimiento. El resultado es un texto híbrido, entre la autobiografía y el ensayo, escrito con la misma precisión verbal que caracteriza su poesía.
La publicación de EX. Exorcismos de memoria se inscribe además en una trayectoria de continuidad literaria. Desde su antología poética de 2020, Díaz Trillo ha mantenido una presencia activa en el panorama cultural andaluz. En los últimos años ha participado en encuentros como Letras de Iberoamérica, organizado por la Diputación de Huelva, y ha sido invitado a impartir conferencias en instituciones y ateneos. Esa persistencia confirma su propósito declarado: “no ser un ex de la cultura, aunque haya sido ex de muchas cosas”.
Su figura encarna así una forma de intelectualidad que hoy parece en vías de extinción: la del creador que ha pasado por la gestión pública sin abandonar la escritura, y que regresa a ella sin rencor ni nostalgia. En EX. Exorcismos de memoria, el ejercicio de recordar se convierte en una forma de entender el presente. No hay ajuste de cuentas ni vindicación personal, sino una escritura que asume la fragilidad del tiempo y la transforma en conocimiento.
Díaz Trillo se inscribe en la tradición de escritores para quienes la poesía es también ética. En su caso, la literatura no se concibe como evasión, sino como deber. Desde Milcíades hasta Mundo y aparte, su obra ha insistido en la precisión del lenguaje y en la responsabilidad del autor ante la verdad. Esa misma exigencia atraviesa sus páginas más recientes, donde la memoria deja de ser un archivo para convertirse en espejo.
En EX. Exorcismos de memoria se reconocen los ecos de una vida entera dedicada al pensamiento y a la palabra: el profesor que enseñó a saber leer, el gestor que defendió la cultura pública, el político que entendió el medio ambiente como patrimonio común y el poeta que ha buscado en la escritura una forma de permanencia. El libro no es final ni regreso, es continuidad natural de una biografía en la que confluyen todas las facetas. Díaz Trillo sigue escribiendo con la misma convicción que hace más de cuatro décadas. Voz sostenida en experiencia y lucidez, memoria cultural andaluza. Exorcismos de memoria, lejos de cerrar una etapa, confirma: la literatura del compromiso no envejece.






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