Hace unas semanas tuvimos conocimiento a través de la prensa del hallazgo de una Huellas Fósiles en la provincia de Huelva que parece que están datadas en torno a los 120000 años, dentro del entorno del Parque Nacional de Doñana.
El afloramiento tiene unas condiciones muy particulares ya que sólo se puede acceder a él en marea baja.
En un principio las autoridades del PN de Doñana dieron parte del descubrimiento a la Universidad de Huelva, área de Paleontología, que según lo escrito inició el estudio de las huellas con toma de fotografías y de muestras in situ (incluso con drones), para estudiarlas posteriormente.
Y cuál es mi sorpresa, que hace unos días alejado de ese ensordecedor rumor del COVID19 me entero a través de la prensa escrita que se ha producido una pugna científica entre aquellos que estudiaron el yacimiento por primera vez y otro grupo de investigadores (¡algunos de la misma Universidad!) que han accedido al yacimiento posteriormente, también paleontólogos e investigadores de “reconocido prestigio” que han hecho fotos, tomado muestras (parece que de una forma no ortodoxa), y que avalados por otros representantes de la Junta de Andalucía han analizado el afloramiento.
Soy aficionado a la Paleontología y “dudo” de que por muy importante que sea el descubrimiento se haya publicado en dos revistas científicas a las pocas semanas de su hallazgo. Pienso que un artículo científico precisa de una “revisión por pares”, y su publicación lleva tiempo.
La revisión por pares incluye el envío del manuscrito a dos revisores que emiten un dictamen y sus observaciones han de ser tenidas en cuenta en la publicación definitiva.
He observado que recientemente en relación al coronavirus se aceptan artículos de investigación sin “revisión por pares”; es como si aceptáramos como buena por ejemplo la vacuna rusa sin que se hubiesen publicado los resultados de sus ensayos.
Visto desde fuera (como aficionado a los fósiles) he echado de menos las declaraciones del responsable del segundo grupo científico; me resulta muy precipitada la publicación científica sobre el yacimiento a no ser que alguno de los segundos investigadores “tenga mano” en la edición de la revista. Por otra parte la COLABORACIÓN entre ambos grupos ha sido NULA , aparte de ¿qué sucede cuando se actúa de forma no ortodoxa sobre un yacimiento?. ¡¡ESTE PATRIMONIO PALEONTOLÓGICO ES PROPIEDAD DEL PUEBLO ONUBENSE!!
No sería mala idea revisar lo que afirma la ley 14/2007 del Patrimonio Histórico de Andalucía en la que se habla de ZONAS ARQUEOLÓGICAS, aquellos espacios en los que se ha comprobado la existencia de restos arqueológicos y PALEONTOLÓGICOS de interés relevante relacionado con la Historia de la Humanidad.
Sería muy interesante que se DIVULGASEN los resultados de esta INVESTIGACIÓN PARA LA POBLACIÓN DE HUELVA ya que parece que es de gran importancia CIENTÍFICA y PALEONTOLÓGICA, pero salvaguardando la ETICA CIENTÍFICA, pensando en dar a conocer una parte de nuestro PATRIMONIO, que como onubenses nos pertenece.
Sea el primero en desahogarse, comentando