Lunes, 30 de octubre de 2023. Adivinar el futuro no está al alcance de la inteligencia humana ni de la artificial. Pero los humanos sí tenemos capacidad para vislumbrar tendencias y previsiones que marcan el rumbo de un plausible mejor futuro profesional, al tiempo que creemos poder descartar opciones profesionales que parecen no tener futuro, o que tendrán que reinventarse a sí mismas para pervivir, dando lugar a los empleos del futuro.
El 30 de noviembre de 2023 se cumple un año del lanzamiento mundial de Chat GPT (Generative Pre-trained Transformer). Un fenómeno popular y viral que llegó al público tras unos años previos de desarrollo (desde 2018) y que está revolucionando el modo en que las máquinas trabajan para o con humanos.
Esta disrupción tecnológica muy singular y trascendente que está cuestionando el modo de trabajar y el rol de muchos puestos de trabajo y que ahonda en la evidente inquietud que, desde hace ya unos años, está provocando la exponencial revolución tecnológica que vivimos.
Los empleos del futuro
El vértigo tecnológico es una sensación social cada vez más común. Un fenómeno no exento de controversia sobre las ventajas e inconvenientes de la nueva era digital, pues, si en el pasado la mecanización era de carácter fabril y en muchas tareas mecánicas con poco valor añadido humano, ahora añade un excepcional impacto sobre las tareas cognitivas y, particularmente, sobre las profesiones de cuello blanco.
En esta encrucijada ante los empleos del futuro, quizá los empleados deben preocuparse menos por ser reemplazados por las máquinas y más por ser reemplazados por otros humanos que saben aprovecharlas.
Ya se aprecia el desacople entre la demanda y la oferta de empleo, con una situación de puestos sin cubrir –muchos ya con perfiles correspondientes a nuevas tendencias que caracterizan los empleos del futuro– que convive con significativas tasas de desempleo.
Proyección profesional de las nuevas generaciones
¿Y cuál es la proyección para el futuro? Veremos que en los próximos años unos empleos se destruirán, otros se crearán y muchos se transformarán. Por ello, no contar con nuevas generaciones preparadas para cubrir la demanda de los empleos del futuro puede resultar nefasto para el porvenir de las naciones.
El Foro Económico Mundial ya planteaba una serie de empleos con mayor o menor porvenir, como puede verse en la tabla adjunta. Véase que en ese momento aún no se había popularizado nuestro cercano colaborador cotidiano Chat GPT.
Empleos del futuro: campos con proyección
Ya hemos interiorizado que una gran parte de los empleos del futuro suelen estar ligados a los avances tecnológicos, a las necesidades emergentes en la sociedad y a los cambios en el mercado laboral. A continuación, se mencionan diez campos profesionales que protagonizarán los empleos con futuro y adecuadamente remunerados en diversos lugares del mundo, aunque no puede generalizarse y se debe atender también a las condiciones específicas y de cada región o país:
- Desarrolladores de software; si bien la llegada de la IA generativa tendrá impacto, dada su capacidad de generar código de programación.
- Especialistas en ciberseguridad.
- Profesionales de la salud (médicos, enfermeros, especialistas en terapias).
- Ingenieros de datos y científicos de datos.
- Especialistas en Inteligencia Artificial y aprendizaje automático y “preguntadores” de IA (o prompters).
- Especialistas en energías renovables.
- Psicólogos y profesionales de salud mental.
- Profesionales en biotecnología.
- Expertos en logística y cadena de suministros.
- Especialistas en comercio electrónico.
Adaptabilidad imprescindible
Ahora bien, todos los empleos del futuro que mencionamos van a requerir una adaptabilidad continua, mantener una mentalidad de aprendizaje constante y tener disposición a adaptarse a las nuevas tecnologías y metodologías.
Además, son cada vez más relevantes, particularmente para poder ascender en la escalera laboral y alcanzar puestos directivos, contar con las llamadas habilidades blandas o “humanas”, como son la buena capacidad de comunicación, el liderazgo y la resolución de problemas.
También debe añadirse a la ecuación del éxito profesional la presencia activa en redes profesionales (participar en eventos, conferencias y plataformas profesionales para mantenerse al tanto de las oportunidades y tendencias del sector).
Sumar a ello experiencia práctica, obtener certificaciones profesionales o técnicas relevantes y cultivar la multidisciplinariedad, combinando habilidades de diferentes disciplinas (por ejemplo, combinar conocimientos en biología y computación, o en psicología y tecnología).
Los trabajos mejor remunerados
Desde el punto de vista de cómo se retribuyen los empleos del futuro en función de los estudios de procedencia, podemos usar España como ejemplo, y cabe citar el estudio de la Fundación CYD La empleabilidad de los jóvenes en España: ¿Cómo es la inserción de los graduados universitarios?, que analiza la retribución a los cuatro años de finalizar sus estudios.
Según este estudio, la base media de cotización anual es de 28 081,65 euros, pudiendo variar hasta en 15 434,23 euros en función del ámbito específico de los estudios. Concretamente, las bases medias de cotización para los egresados tras cuatro años en el mercado laboral serían de 32 654 euros para los ingenieros informáticos; 31 428 para el área de salud y servicios sociales; 30 293 para otras ingenierías, industria y construcción.
En el área de educación, la base media es de 26 948; 26 806 en negocios, administración y derecho; 25 817 en sector primario y veterinaria; 25 402 en sector servicios; 25 105 en ciencias sociales, periodismo y documentación; 24 981 en artes y humanidades; y 24 376 en ciencias.
Ahora bien, por ejemplo, en el área de ciencias se incluye a las matemáticas y estadística (con 30 964 euros) y también se aprecia la dispersión en salud entre los médicos (38 273 euros) y los trabajadores sociales (24 534 euros).
Qué dice Infojobs sobre la remuneración de los empleos del futuro
El portal de empleo Infojobs, también de ámbito español, cuenta con un informe basado en las ofertas recibidas en su sitio web que afirma:
“Los sectores de la informática y las telecomunicaciones son los que acumulan los puestos con mayor remuneración (salario bruto promedio de 31 898 euros); seguido por la Administración pública (29 834); ingenierías y técnicas (29 391) e inmobiliario y construcción (28 965 euros)”.
Según este informe, los 15 empleos con un salario mayor serían, en salario bruto anual:
- Diseño de sistemas empotrados, 53 074 euros.
- Secretaría general, 49 715.
- Analista de negocios TIC, 13 47 156.
- Agente inmobiliario, 45 665.
- Arquitectura de sistemas TIC, 45 560.
- Diseño de bases de datos, 44 558.
- Dirección financiera 44 207.
- Arquitectura de software, 43 490.
- Dirección de departamento de desarrollo de productos, 43 259.
- Responsable técnico TIC, 42 661.
- Dirección de sucursal, 42 622.
- Dirección de operaciones, 42 595.
- Gestión de activos, 42 387.
- Odontología, 42 174.
- Asesoría de seguridad, 41 613.
Progresión retributiva
Con visión de futuro, conviene mirar la progresión retributiva; así el área de ingeniería informática permite pasar de unos 22 000 euros iniciales a 50 000 anuales en poco tiempo. Las ingenierías de software permiten alcanzar los 100 000 euros anuales en pocos años y en la medicina hasta los 150 000 euros brutos anuales en función de especialidad, área, y sector público o privado.
El futuro del trabajo se encamina a una necesaria relación de complementariedad híbrida que va a descubrir una infinidad de nuevos empleos, además de potenciar y poner en valor las cualidades esenciales del ser humano basadas en su verdadera inteligencia creativa, emocional, relacional e interpretativa.
Este artículo forma parte de una colaboración con Becas Santander, una iniciativa global que ofrece becas, programas y contenidos gratuitos para adultos de cualquier edad. Más información en https://www.becas-santander.com.
Ricardo J. Palomo es Catedrático de Economía Financiera en la Universidad CEU San Pablo y Decano de la Facultad de CC. Económicas y Empresariales, así como Delegado de la Rectora para la Transformación Digital. Ha dirigido la Cátedra Extraordinaria “José Barea” del Instituto de Estudios Fiscales del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas (2013-2021) y codirige el Blockchain & DLT Lab CEU y el Metaverse I+D Community Lab. Es Vocal del Observatorio de Justicia y Competitividad de la Comunidad de Madrid y desde 2021 miembro de la Junta Directiva de HAZ Alianza por la Educación.
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