
Jueves, 20 de marzo de 2025. Las aguas que rodean la península ibérica se están calentando a un ritmo alarmante. Así lo confirma el informe CLIVAR-Spain 2024, que advierte que el Mediterráneo se calienta hasta tres veces más rápido que la media global y que el Atlántico ibérico no se queda atrás en esta tendencia preocupante. El estudio, en cuya coordinación han participado investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), expone con crudeza la vulnerabilidad de los ecosistemas marinos españoles ante el cambio climático y la falta de medidas efectivas para frenar sus impactos.
Presentado el pasado viernes en la sede de la Fundación Biodiversidad, el informe compila los datos más recientes sobre la evolución del clima en España y sus aguas. Según los científicos, la temperatura de los océanos españoles ha aumentado 0,25°C por década, frente al 0,15°C de media global. En el Mediterráneo, la situación es aún más preocupante: desde la década de 1980, el calentamiento es hasta tres veces más acelerado que el promedio mundial. Esta alteración térmica ha disparado la frecuencia e intensidad de las olas de calor marinas, ha aumentado la salinidad de las aguas superficiales y ha desajustado patrones clave de la circulación oceánica.
El estudio advierte también sobre el impacto en la biodiversidad marina y la productividad pesquera. La desaparición de especies, la disminución del oxígeno disuelto y el empobrecimiento de los nutrientes en la zona eufótica son algunas de las consecuencias que podrían agravarse en los próximos años. En el Atlántico ibérico y Canarias, la reducción de la producción primaria neta –base de la cadena alimentaria marina– es una amenaza latente, aunque los modelos climáticos todavía presentan incertidumbre en sus proyecciones, sobre todo en el Mediterráneo.
Impactos en costas, pesca y eventos climáticos extremos
El calentamiento de las aguas no es un fenómeno aislado. La elevación del nivel del mar, visible ya en las costas españolas, amenaza playas e infraestructuras costeras con un ritmo de subida equiparable al del nivel global. A esto se suma un incremento en la intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, como tormentas más violentas y precipitaciones torrenciales en el litoral.
Desde el IEO insisten en la urgencia de reforzar la investigación y la cooperación internacional para entender mejor estos cambios y diseñar estrategias de mitigación. “La alteración de la temperatura del mar tiene efectos sobre el clima, la biodiversidad y los servicios ecosistémicos. Es fundamental seguir investigando y reforzar las estrategias de adaptación”, señala Gabriel Jordà, coordinador del informe y miembro del IEO.
El documento CLIVAR-Spain 2024 es un aviso claro: España se encuentra en primera línea del cambio climático y el océano, clave en la regulación del clima global, está cambiando a un ritmo sin precedentes. Mientras tanto, las políticas de adaptación y mitigación siguen avanzando a paso lento, muy lejos de la velocidad con la que se calientan nuestras aguas.
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