
La organización exige el cierre de las bases de Rota y Morón, la reconversión de la industria armamentística andaluza y el fin del uso bélico del puerto de Málaga.
Lunes, 23 de junio de 2025. Ecologistas en Acción ha denunciado este viernes la creciente implicación del Estado español, con especial protagonismo de Andalucía, en lo que califica como “una nueva escalada militar global impulsada por Estados Unidos, Israel y la OTAN”. La organización ecologista ha reclamado el fin del uso de las bases militares de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla), así como del refuerzo de cinco buques de guerra en el puerto de Málaga, y ha rechazado la participación de la industria andaluza en la fabricación de armamento.
Según la organización, estos elementos forman parte de una estrategia belicista que “tiene consecuencias devastadoras para los pueblos y el medio ambiente”. A su juicio, los actuales frentes bélicos en Irán, Gaza y Ucrania “no son conflictos aislados”, sino manifestaciones interrelacionadas de una misma lógica de dominación armada, en la que el Estado español participa “con complicidad activa”.
Ecologistas en Acción ha advertido que Andalucía está directamente implicada en el ciclo de la guerra mediante la producción y exportación de armamento. En este sentido, ha señalado a la empresa General Dynamics (antigua Santa Bárbara Sistemas), con sede en Alcalá de Guadaíra (Sevilla), como fabricante de vehículos blindados y componentes militares destinados a zonas en conflicto o a gobiernos responsables de violaciones de derechos humanos.
La organización critica que estas actividades estén en muchos casos subvencionadas con fondos públicos, y sostiene que, lejos de generar empleo digno, consolidan “un modelo económico basado en la destrucción, la dependencia del complejo militar-industrial y el saqueo de recursos”.
En su comunicado, Ecologistas en Acción denuncia que el Pentágono ya tenía planificado un ataque contra Irán, y que el nuevo despliegue militar internacional se produce cuando Israel “se ve acorralado por el descrédito de la comunidad internacional”, las investigaciones de la Corte Penal Internacional y su incapacidad para lograr sus objetivos bélicos en Gaza. Para la organización, la situación recuerda a la invasión de Irak en 2003, “cuando se utilizaron mentiras sobre armas de destrucción masiva como pretexto para una guerra ilegal cuyas consecuencias aún perduran”.
Además del sufrimiento humano, el comunicado llama la atención sobre los efectos ecológicos de la guerra: destrucción de hábitats, contaminación del suelo, el aire y el agua, utilización de materiales tóxicos y radiactivos, y una huella de carbono desproporcionada atribuida al aparato militar.
Ecologistas en Acción concluye que “no hay futuro en un modelo que pone el negocio de la guerra por encima de la vida”, y llama a rechazar la propaganda militarista y la lógica del miedo para apostar por “la paz, la justicia y la protección de todas las formas de vida”.
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