El Espacio Schengen, nueva víctima del coronavirus

El ministro del Interior,  Fernando Grande Marlaska, ha confirmado lo que era un secreto a voces: España cierra sus fronteras terrestres y reactiva los puestos fronterizos por la crisis del coronavirus.

Esta histórica restricción, que entró en vigor cuando se cumplieron las 00.00 de la noche del lunes al martes, impide a cualquier persona que no sea residente en España, ciudadano español,  trabajador de mercancía o de actividad semejante, entrar en el país.

A esta decisión se sumaron también otros grandes líderes políticos como Emmanuel Macron, presidente de Francia, o António Costa, máximo mandatario de Portugal.

Sin embargo, la gran noticia llegó cuando, en un comunicado oficial, Macron anunciaba el cierre total de las fronteras de la UE  a partir del mediodía de este martes para frenar la expansión y contagio del COVID-19.

Con este mensaje, no solo quedaban clausuradas las fronteras de toda Europa sino que también se suspendía el Espacio Schengen.

La posible suspensión de este espacio ya fue avanzada por el ministro del Interior en la comparecencia que ofreció para confirmar el cierre de las fronteras en España, señalando que todo apuntaba a que tendrían que acogerse al articulo 28 del código de fronteras de Schengen, debido al inminente cierre del mencionado espacio.

¿Qué es el Espacio Schengen?¿Cómo se aplica?¿Cuál es el calibre de su importancia?¿Cuáles son los motivos por los que se puede suspender este importante acuerdo europeo?

QUÉ ES EL ESPACIO SCHENGEN

Para muchos ciudadano eso del ‘Espacio Schengen’ es algo totalmente desconocido.

Sin embargo, cuando se produjo su aprobación en 1995 y su automática entrada en vigor, se cumplió el concebido como el gran sueño de Europa.

La zona Schengen marcó un antes y un después en el continente porque supuso un cambio radical en lo que a la circulación de las personas en el territorio europeo respecta.

Con la aplicación de este código de fronteras, se puso fin a las aduanas en Europa y también a la circulación vigilada de personas, garantizando así la libre circulación de las personas por todo el continente, uno de los principales principales de la Unión Europea (UE).

De esta forma, todos los países miembros de la UE y los ciudadanos compartían los mismos derechos comunes de viaje y circulación, dentro y fuera de de la zona euro como también en un país concreto.

La zona Schengen la disfrutan los 400 millones de europeos y, según los datos ofrecidos por la Comisión Europea, liderada por Ursula von der Leyen, cada año se contabilizan un total de 1.250 millones de viajes dentro de este espacio.

DIFERENCIA ENTRE LA UE Y EL ESPACIO SCHENGEN

Entre la Unión Europea y la zona Schengen existen dos diferencias que, pese a ser pocos, son muy significativas para establecer las características principales de ambos.

Por un lado, en lo que a la Unión Europea respecta, esta tiene un carácter más político debido a que es una agrupación formada por los principales países que componen la zona euro, cuyo objetivo es el de acoger la integración común y unitaria de los Estados de Europa. Además, esta adhesión a la UE implica que todos los países que la componen – actualmente 28 – se comprometen a cumplir con los derechos y deberes establecidos por esta organización internacional.

En cuanto al Espacio Schengen, esta zona tiene una concepción más abstracta pero su importancia es fundamental dado su propósito basado en garantizar la libre circulación de las personas por todo el territorio europeo. La entrada en vigor de este espacio implica la suspensión total de las fronteras interiores entre los 26 estados que se sumaron a él, de los cuáles 22 forman parte de la UE, siendo Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein los que no forman parte de la zona euro.

25,26 y 28: LOS ARTÍCULOS QUE PERMITEN LA SUSPENSIÓN DEL ESPACIO

Otra de las dudas que surgen cuándo se habla del Espacio Schengen es cúando y porqué se puede suspender la condición principal de esta zona.

Y, por supuesto, en caso de llevar a cabo un cierre de las fronteras, cuánto es el tiempo que puede mantenerse esta extraordinaria condición en vigor.

Adelantado por Marlaska, corroborado por Macron, y anunciado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el cierre de fronteras tanto de l UE como del espacio Schengen responde a «la necesidad de contener la propagación del coronavirus, que ha contagiado ya a más de 40.000 personas en la Unión Europea», como reflejó Von der Leyen.

Esta nueva e insólita decisión se prorrogará – por ahora – durante 30 días, es decir, un mes.

Sobre la aplicación de los tiempos, estos dependerán de la gravedad o importancia de la situación que se plantee.

Lo mismo ocurre con la activación de los artículos 25, 26 y 28, cuya entrada en vigor sí que se establece en función del calibre del entorno que se crea.

Antes de establecer cuándo y porqué se puede suspender la zona Schengen, es importante recalcar que, dentro de la legislación de la UE, existe una cláusula que permite suspender este acuerdo temporalmente en cualquier momento, siempre y cuando sea por casos previsibles, por situaciones de emergencia o amenazas imprevistas. 

Estas son las dos suspensiones del tratado de Schengen que pueden aplicarse para interrumpir el acuerdo:

      • ARTÍCULOS 25 y 26: Estos dos artículos permiten la suspensión del acuerdo cuando existen actos que revisten un alto riesgo para la seguridad y que además, ya esta prevista su celebración. Un ejemplo de ello puede ser la celebración del mundial de fútbol, el encuentro entre dos grandes jefes de estado  o conferencias mundiales como la Cumbre del Clima o el G8. Para estos casos, la interrupción del acuerdo puede ir desde los 30 días hasta un máximo de 6 meses. Asimismo, esta suspensión debe serle notificada a Bruselas con un plazo de 4 meses previos al evento en cuestión.

ARTÍCULO 28 (aplicado ahora en España): En este caso, la entrada en vigor del artículo 28 del código de fronteras de Schengen responde a una amenaza imprevista, condición indispensable para activar este artículo dado que, en esta ocasión, no hace falta notificarla con tanta antelación a Bruselas. En cuanto al tiempo, la suspensión de la zona no debería superar los 10 días, si bien es cierto que este tiempo puede prorrogarse de 20 en 20 días siempre y cuando no se superen los dos meses en activo. 


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