Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza en los asentamientos de la vergüenza

Chabolas de trabajadores agrícolas en un asentamiento de Huelva (Imagen de archivo)
por Perico Echevarría

 

Jueves, 17 de octubre de 2024. El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza es buena ocasión para invitar, una vez más, a reflexionar sobre una las muchas incómodas realidades que tantas veces aparentamos ignorar personas e instituciones públicas y privadas. Los asentamientos chabolistas en los que sobreviven varios de trabajadores migrantes que son pieza esencial en el éxito económico de la agroindustria de Huelva. Los asentamientos de la vergüenza.

En pleno siglo XXI, estas personas, que son el motor oculto del próspero sector agrícola, viven en condiciones de absoluta miseria. Paradójicamente, hacen posible la abundancia que exportamos al mundo, mientras permanecen marginadas, invisibles, sumidas en una pobreza que no es económica, es humana.

Los campos de fresas y otros cultivos de la provincia de Huelva, así como de los invernaderos almerienses, son imagen de prosperidad. La cara oculta que preferimos no ver son los asentamientos de la vergüenza, donde las condiciones inhumanas en las que viven los trabajadores son vistas como un problema estético, políticamente incómodo. Veja la moral que en Níjar (Almería), por ejemplo, se hayan llegado a aprobar medidas para erradicar estos asentamientos de acuerdo con organizaciones del sector turístico. La «mala imagen» que proyectan cientos de chabolas donde viven miles de personas con trabajo ha sido tratada como un problema prioritario en el que no puntúan los derechos de las personas trabajadoras. Derechos Humanos.

Es el enfoque superficial de las administraciones ante la pobreza: se la oculta, se la traslada, pero no se la combate. Sólo cuando las campañas agrícolas están fuera de temporada, en los pocos meses, cada vez menos, en los que no se necesita mano de obra, las administraciones aparecen interesadas, alarmadas, comprometidas. Convocan las mismas mesas de diálogo y anunciando medidas. Foros, comunicados de prensa y espíritu de enmienda. Hasta que se acerca la siguiente temporada y como las famosas lagunas que unen Ciudad Real y Albacete todo ese brío reformista, mágicamente desaparece de las agendas políticas. Un ciclo que se perpetúa sin soluciones estructurales que garanticen una vida digna a quienes sostienen, literalmente, nuestra economía agrícola.

Trabajadores y trabajadoras no son ajenas al engranaje que alimenta a nuestras provincias, en el que son un eslabón frágil, pero vital. Sin ellos, las cosechas no llegarían a los mercados, y la riqueza que genera la agroindustria sería severamente afectada. En lugar de proteger a estas personas, de integrarles y proporcionarles derechos y condiciones que les perteneces, empero, se les aparta relega a los márgenes de la sociedad, obligadas a vivir en condiciones de miseria.

Los asentamientos chabolistas en Huelva y Almería son una clara manifestación de cómo la pobreza y la explotación siguen siendo estructurales en nuestro modelo económico.

EL Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza es una buena efemérides para recordar esta realidad y exigir cambios. No de trata de caridad, es justicia. Las personas que malviven en los asentamientos, aquellas que recogen nuestras fresas y cuidan nuestros campos, merecen más que promesas vacías.

Dignidad.

Perico Echevarría es editor y director de lamardeonuba.es

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